El tipo de asfalto puede reducir al 50% la población afectada por los ruidos

medio ambiente

Las pruebas con material reciclado del proyecto Soundless bajan en seis decibelios las emisiones en Montequinto y en cuatro en Gelves

La autovía de Coria a su paso por la urbanización Marina de Gelves, donde se realiza uno de los ensayos. / Juan Carlos Muñoz
Trinidad Perdiguero

29 de enero 2018 - 02:33

Los responsables del proyecto Soundless, financiado por la UE y que investiga en qué medida el uso de nuevos tipos de asfalto elaborados con materiales reciclados y absorbentes puede reducir la contaminación acústica en carreteras, tienen ya los primeros resultados tras las pruebas que se han hecho en la A-376, a su paso por Montequinto, y en la autovía de Coria, por Gelves. Los datos recopilados a lo largo de casi un año evidencian que la reducción es importante, de seis y cuatro debelios, respectivamente y según los materiales utilizados en cada caso. Ello ha hecho que la población afectada por niveles de ruido superiores a lo permitido en zonas residenciales se reduzca a la mitad. Si bien, la solución no es suficiente por sí misma para atajar este problema, que requeriría en todo caso de otras medidas complementarias.

El llamado proyecto experimental Soundless fue puesto en marcha por la Consejería de Fomento y Vivienda en febrero de 2017, en colaboración con dos empresas que trabajan en el desarrollo de este tipo de materiales: la Fundación Cidaut (de investigación y desarrollo en transporte y energía) y Eiffage Infraestructuras (especialistas en obra civil y en fabricación de mezclas asfálticas). Tiene un presupuesto de 1,44 millones de euros y el 60% son fondos europeos, del programa LIFE Soundless. El resto lo aportan la administración autonómica y las empresas implicadas.

Para probarlo en Sevilla se eligieron dos puntos de autovías muy transitadas que, por su cercanía a zonas resdidenciales, causan importantes problemas de ruido. En ellas se han extendido los nuevos materiales. En concreto, entre los puntos kilómetricos 2,1 y 3,1 de la A-376, a su paso por la barriada nazarena de Montequinto, se han utilizado dos mezclas de asfalto diferentes para cada lado de la clazada. En la derecha, en sentido Utrera, se ha utilizado una mezcla bituminosa (con betún) con un porcetanje de plástico reciclado de origen agrícola en la calzada, y con fibras de nylon, ya en la vía de servicio. En la izquierda, además de plástico, se han empleado también neumáticos reciclados. Por la zona pasan 80.000 vehículos al día, que cirdulan a entre 70 y 80 kilómetros por día.

Aunque el proyecto prevé que la recopilación de los datos se prolongue durante otro año para obtener conclusiones definitivas, ya están disponibles los primeros resultados. En Montequinto, estos nuevos tipos de asfalto han logrado que en ese tramo en concreto se reduzcan en seis decibelios el ruido. Según datos facilitados por la propia Consejería de Fomento y Vivienda, esa reducción de decibelios ha supuesto bajar en un 50% la población afectada por niveles superiores a los 65 decibelios durante el día y 55 durante la noche, los límites que fija la normativa andaluza en este aspecto. Son 1.047 y 1.100 personas, respectivamente. No obstante, los técnicos del proyecto han precisado que la bajada porcentual de decibelios no se puede precisar.

En la conocida como autovía de Coria (A-8058), las pruebas se están desarrollando en un pequeño tramo, de poco más de 500 metros (entre los puntos kilométricos 3,35 y 3,87), a su paso por la urbanización Marina de Gelves, en el municipio ribereño, donde se ha colocado una mezcla distinta (con betún y caucho, empleados en diferentes porcentajes a ambos lados de la calzada), que han logrado que la emisión del ruido del tráfico se reduzca en 4 decibelios y la población afectada por niveles de ruido superiores a lo aconsejado se reduzca en 177 durante el día y en 195 durante la noche. Esta carretera, que se extiende desde la capital hasta La Puebla del Río, tiene a su paso por Gelves una densidad media de tráfico de unos 30.000 vehículos al día, que pasan a una velodidad media de 50 kilómetros por hora.

Fuentes de la Consejería de Fomento y Vivienda precisaron que, aunque de momento, no se ha concretado, en el Proyecto Life está previsto que estas pruebas se repitan en otros tramos de carreteras si los resultados de la meclas son positivos. Queda un año de proyecto todavía, pero en el que se harán cuatro campañas más de medición de resultados, dos este año y dos más en 2019, ya que se hacen cada seis meses.

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