El asesino de Utrera asestó más de diez golpes a su mujer y le robó el dinero
Sustrajo 1.500 euros y 1.000 dólares americanos que la joven nicaragüense guardaba en una caja fuerte
También se le encontró un billete de avión para Italia al día siguiente y una camiseta manchada de sangre
Utrera llora a Erica Vanessa Reyes Álvarez, víctima de un crimen que "hiere todas las sensibilidades"
La familia de la asesinada pedirá 25 años de prisión
El presunto autor del crimen machista de Utrera asestó más de diez golpes a la víctima, a la que también robó su dinero. Erica Vanesa Reyes Álvarez, de 22 años, guardaba en una caja fuerte de su casa 1.500 euros y 1.000 dólares americanos, que fueron encontrados en poder de su verdugo cuando fue detenido. La caja estaba abierta y días antes le había contado a su hermana la cantidad que guardaba en ella.
Así lo explicaron este martes la propia hermana de la víctima, Anna Marjuris Reyes Álvarez, y el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia, José Antonio Sires, que ofrecieron una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Utrera. A principios del mes de octubre se levantó el secreto de sumario, que consta ya de aproximadamente medio millar de folios.
Al presunto asesino también se le encontró entre sus pertenencias una camiseta blanca rota con sangre, que se está analizando si es de la joven asesinada y se está a la espera de los resultados. A las preguntas de los investigadores sobre el origen de esta prenda, respondió de manera "ambigua, exigua y con muchas contradicciones".
Erica Vanesa y Noel Ángel C. T., de nacionalidad ecuatoriana y de 43 años, seguían casados aunque la pareja ya estaba rota. Vivían en habitaciones separadas de la misma casa de la calle Cristo de los Afligidos de Utrera y ella le había dado ya un ultimátum para que se marchara porque no quería verlo más. Le dio de plazo hasta el 5 de agosto.
Seis días antes de que se cumpliera, sobre las 5:45 de la madrugada del 31 de julio, Erica Vanesa fue encontrada muerta en su vivienda, después de que su hermana se mostrara alertada porque no respondía. Esa misma tarde, la Guardia Civil detuvo al marido en un hostal de Utrera. Entre sus pertenencias llevaba también un billete de avión para Turín con fecha 1 de agosto, lo que, a juicio del abogado de la acusación, revela la evidente intención de darse a la fuga y no volver a España. El sospechoso tenía pasaporte italiano.
Según el atestado de la Guardia Civil, la muerte se produjo entre las nueve y las doce de la mañana del día 30 de julio. Esa noche, el presunto autor de los hechos se dedicó a borrar todo su rastro en las redes sociales, en las que hasta entonces había sido muy activo. Eliminó todos sus perfiles. En el brazo del autor había también una mordedura, que se está analizando si corresponde con la boca de la víctima. Todo apunta a que sí, aunque se desconoce si fue una herida hecha ese mismo día o en jornadas anteriores.
Los golpes fueron asestados con un objeto contundente tipo martillo, si bien este arma aún no se ha podido encontrar. Sin embargo, para el abogado la ausencia del objeto con el que se cometió el crimen no tiene una importancia capital en la causa, pues hay indicios suficientes para considerar la culpabilidad del acusado.
Todos los datos recabados apoyan la tesis del abogado de que los hechos constituyen un delito de asesinato con tres agravantes, que son la alevosía, el ensañamiento y el parentesco. Para José Antonio Sires, la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defensa. El letrado de la acusación solicitará una pena máxima de 25 años de prisión y aseguró que, con toda probabilidad, el sospechoso seguirá en prisión provisional hasta la celebración del juicio.
El abogado en un principio anunció que intentaría pedir la prisión permanente revisable, pero aseguró este martes que el caso no encaja en ninguno de los supuestos para esta medida, ya que se ha descartado que la víctima sufriera una agresión sexual, que es uno de los requisitos que establece el Código Penal para esta condena. Los otros son que la víctima sea meno rde 16 años o se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad; que el delito se hubiera cometido por quien perteneciere a una organización criminal; o que la condena fuera por la muerte de dos o más personas.
El móvil del crimen pudieron ser los celos que tenía el presunto agresor, pues la víctima ya había iniciado una nueva relación. Desde que se había enterado, no paraba de llamarla y acosarla. "La seguía mucho, la llamaba, le hacía 30 ó 40 llamadas al día, no la dejaba dormir. Aparecía las dos horas que tenía de descanso. Pero hasta ahí, nunca imaginé que llegara hata este extremo", apuntó Anna Marjuris, hermana de la joven asesinada. La actual pareja de la víctima llegó a presentar una denuncia contra él, si bien la joven asesinada nunca llegó a denunciar malos tratos ni acoso.
La hermana de la fallecida pronunció también unas emotivas palabras de agradecimiento. "Mi familia y yo estamos totalmente agradecidos, toda la comunidad nicaragüense estuvo ahí en ese momento, también el Ayuntamiento de Utrera, otras personas de otros países latinoamericanos... En un momento como este, uno lo que quiere es apoyo, y yo lo he tenido", aseguró entre lágrimas.
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