El asesino de Rocío Caíz es conducido a la vivienda donde supuestamente se cometió el crimen
Asesinato en Estepa
La juez que investiga el caso se ha trasladado también al domicilio, por lo que puede practicarse un registro domiciliario o una reconstrucción judicial del crimen.
Adrián N. fue increpado a su llegada a la vivienda por varios vecinos de Estepa
El asesino de Rocío Caíz presumía de su inocencia días antes de confesar el crimen
estepa/Adrián N., el ex novio de Rocío Caíz Pozo, ha sido conducido por la Guardia Civil a la vivienda donde supuestamente mató a la menor de 17 años en la noche del 2 al 3 de junio. Un furgón del instituto armado ha trasladado al sospechoso sobre las 13:00 hasta la vivienda propiedad de la pareja de su madre y donde el asesino había convivido con Rocío.
El furgón ha entrado dentro del edificio, por lo que los numerosos reporteros gráficos que se agolpan a las puertas del inmueble ubicado en la calle Erillas Blancas no han podido captar ninguna imagen del asesino confeso. Varios vecinos han increpado al asesino confeso, entre ellos Brenda, una amiga de la víctima que se ha saltado el cordón de seguridad y ha tenido que ser sostenida por los guardias civiles que forman parte del dispositivo de seguridad.
Poco antes había llegado la comisión judicial, encabezada por la juez de Instrucción número 1 de Estepa, que dirige la investigación, por lo que todo apunta a que se va a practicar un registro de la vivienda o bien una reconstrucción judicial del crimen.
Asesinato de Rocío Caíz
En esta vivienda, según se desprende de la declaración del detenido, se habría producido el crimen de Rocío Caíz. El ex novio de Rocío Caíz Pozo, la joven de 17 años vecina de Martín de la Jara y que estaba desaparecida desde hace una semana, se entregó en la tarde del jueves a la Guardia Civil. Acompañado de su abogado, el joven confesó que mató a la menor y se deshizo del cadáver tras haberlo descuartizado.
Según las primeras investigaciones, Adrián N. descuartizó el cuerpo de la joven y lo ocultó en distintas bolsas que habría depositado en varios lugares de la localidad estepeña, lo que ha motivado un amplio despliegue de la Guardia Civil para tratar de recuperar los restos de la víctima.
Algunos de los restos asegura el detenido que los lanzó a un contenedor, que desde que ocurrieron los hechos ya ha sido recogido, y otros los diseminó en varias zonas del extrarradio del pueblo, como la salida del municipio hacia Aguadulce. En un contenedor se deshizo asimismo del cuchillo con el que mató a Rocío y que por el momento no ha sido hallado. El crimen se habría producido la misma noche en la que la joven supuestamente se marchó a dormir en la casa del asesino confeso.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Estepa se ha hecho cargo de las investigaciones y podría decretar el secreto de sumario. El sospechoso podría pasar a disposición judicial entre hoy y mañana, una vez que culminen las diligencias que se están realizando, según han explicado fuentes de la investigación.
Principal sospechoso
La Guardia Civil sospechó desde un principio de que el exnovio y asesino confeso de Rocío Caíz, la menor de 17 años desaparecida en Martín de la Jara, estaba relacionado con su ausencia tras comprobar que había comprado una motosierra y que el móvil de la chica no marcaba movimientos fuera de Estepa.
A esta localidad sevillana llegó la joven el 3 de junio, el día que desapareció, para reunirse con su exnovio y padre de su bebé de 4 meses, y en ese punto se pierde la señal del rastreo del teléfono de la menor, por lo que los agentes siempre sospecharon de que la joven no había salido del pueblo, a pesar de los supuestos mensajes enviados a la familia por ella la madrugada del 4 de junio diciendo que se había ido a Badajoz tras robarle 300 euros a su expareja, han informado fuentes de la investigación.
En esos mensajes, que la Guardia Civil también comparó con la forma de escribir de la joven, que le decía a su hermana Ana que a las cinco de la mañana la había recogido un joven de Badajoz en la puerta de su exnovio (Adrián, de 23 años y nacionalidad rumana), y se había marchado con él para trabajar en la recogida del ajo y casarse, además de pedir a su familia que Adrián, el exnovio, se hiciese cargo del bebé.
En el mensaje explicaba que ya se encontraba en la localidad de Lucena camino de Badajoz, lo que hizo sospechar más aún a los agentes, ya que ni el municipio cordobés se encuentra camino de Badajoz desde Estepa ni el móvil de Rocío había salido de esta localidad sevillana.
Ya extrañó inicialmente que Adrián no denunciase el supuesto robo de los 300 euros, pero al rastrear sus movimientos en internet comprobaron que había comprado una motosierra días antes, lo que hizo estrecharse el cerco en torno a él, aunque la Guardia Civil decidió dejarlo en libertad con "vigilancia pasiva", controlando que no saliese del pueblo y esperando que cometiese "un error" en caso de tener secuestrada a la menor.
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