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Las apariciones de El Torbiscal, el pueblo fantasma de Sevilla

Este poblado atrae cada año a numerosos amantes y expertos de lo paranormal debido a los supuestos fenómenos de esta índole que se producen en su localización

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Las apariciones de El Torbiscal, el pueblo fantasma de Sevilla / Utrera Digital
Redacción

31 de mayo 2022 - 14:03

El Torbiscal es un antiguo poblado perteneciente al término municipal de Utrera y situado junto a la carretera N-IV. Su popularidad no llega solamente a sus alrededores sino que atrae cada año a numerosos amantes y expertos de lo paranormal, dado que en este poblado levantado en mitad del campo se suceden continuamente supuestos fenómenos de esta índole.

Esta vasta explotación agrícola, entre Sevilla y Jerez, se encuentra en el término que une Utrera con Las Cabezas de San Juan. Conocida por muchos como la 'aldea fantasma' su historia comienza con numerosos expertos que aseguran que diversas presencias del más allá siguen apareciendo por este poblado.

Una joven que se pasea por la entrada

El Torbiscal consiste en un cortijo de enorme extensión, alrededor de 2.800 hectáreas, cuya construcción según su tipo de arquitectura data de los años 50, cuando se transformó para fomentar el regadío. Hay espacios reservados, la ganadería, cuadras, graneros e incluso aves. Las estimaciones apuntan a que este poblado llegó a estar ocupado por cerca de 500 personas.

Son muchos los testimonios que aseguran haber visto a una joven paseando tranquilamente por la entrada de El Torbiscal, tipo 'la chica de la curva'. Según el medio Utrera Digital, son muchos los que aseguran que la realidad supera a la leyenda, como es el caso de Javier Marín: "Fuimos a jugar al airsoft, buscando sitios nuevos. Hicimos dos grupos, como siempre, y comenzamos. Yo me quedé parapetado en una de las primeras casas y cuando pasaron unos minutos sentí un olor agradable, entonces vi pasar a una chica con un vestido claro, como si nada, como si allí no hubiera nadie. No se escuchaba nada, todo en silencio, un silencio raro".

Este silencio suele ser el primer paso que da lugar a experiencias que escapan fuera de la lógica humana. También se han recogido diversas psicofonías donde una voz instaba a los visitantes a marcharse o salir del lugar, aunque también hay quien asegura que se escucha el sonido de una campana que aunque antaño coronaría el campanario hoy es inexistente.

El investigador José David Flores realizó toda una documentación gráfica de los misterios de este lugar, acompañado durante su segunda visita por los miembros del grupo de investigación sevillano G.P.S. y los miembros del programa radiofónico 'Voces del Misterio', los cuales realizaron la investigación en directo; llegando a recoger diversas psicofonías inexplicables. De esta forma, dos de los expertos, Lorenzo Cabeza y Carmen Bravo, recordaban como "en la carretera que pasa a escasos cinco metros de la entrada del poblado, un lugar que esté considerado uno de los puntos negros con más accidentes de la provincia, en esa carretera murió hace varios años un matrimonio que venía del norte de España y que estaba compuesto una pareja joven y una niña pequeña de seis añitos. Tuvieron un choque frontal con una camión prácticamente en la misma puerta del poblado, muriendo en el acto, y desde entonces no son pocos los vecinos, camioneros y demás usuarios de esa vía y alrededores que dicen haber visto a una pequeña vestida de blanco deambulando por el arcén a altas horas de la madrugada".

Otros dos testigos, Francisco J. Fernández y Elena Marín, describen como les "llamó mucho la atención que era como si hubiese habido una evacuación de repente y hubieran quedado las cosas a medio recoger. Cogimos la calle que está a la derecha de la iglesia y comenzamos a caminar entre los yerbajos que crecen de la misma carretera. Era más sobrecogedor de lo que habíamos escuchado en la radio, pero estábamos lejos de impresionarnos o intimidarnos por ello. A las casas les faltaban azulejos y entramos a una accediendo al patio interior. Fue en ese momento cuando me quedé helado, porque escuché una campanita. Era imposible que estuviera sonando, allí no había nada que pudiera originar ese sonido. No le comenté nada a mi compañera, pues pensé que podía haber sido un error mío o quién sabe… Le dimos la vuelta a ese bloque de casas y fue entonces cuando escuché de nuevo la campanita".

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