Un año sin pistas de los autores del doble crimen de la marihuana en Osuna

Los cadáveres de un matrimonio fueron hallados a primera hora de la tarde del 15 de agosto de 2023 en una casa de la céntrica calle Mancilla

Todo apunta a un ajuste de cuentas, por la extrema violencia con la que mataron a las víctimas y los antecedentes de una de ellas

Llevaban varios días muertos y el hombre presentaba indicios de haber sido torturado

La casa en la que se encontraron los cuerpos, la tarde del 15 de agosto de 2023 en Osuna.
La casa en la que se encontraron los cuerpos, la tarde del 15 de agosto de 2023 en Osuna. / Juan Carlos Vázquez

El doble crimen de la marihuana cumple este jueves un año sin que hayan trascendido avances importantes en la investigación. No hay ninguna persona identificada, y mucho menos detenida, por el asesinato de un matrimonio en una casa de la calle Mancilla, en el centro de Osuna. Los cadáveres fueron descubiertos a primera hora de la tarde del 15 de agosto de 2023, después de que un familiar de las víctimas, que residía fuera del pueblo, llamara a la Policía Local de Osuna porque la pareja no respondía a las llamadas telefónicas desde varios días atrás. Al llegar a la casa, los agentes se percataron de que el aire acondicionado de la casa seguía funcionando y desaguando hacia la calle, después de que rebosara la botella de plástico que tenían para ello en el balcón, sin que nadie la cambiara.

Los agentes llamaron a los Bomberos para que abrieran forzadamente la puerta de la casa. Cuando entraron, encontraron los dos cadáveres. Eran un hombre de 77 años natural de Barcelona y una mujer de 41 años y de nacionalidad ucraniana, que llevaban aproximadamente un año residiendo en Osuna. Ella se dedicaba al diseño de ropa femenina. Él tenía antecedentes por contrabando de tabaco. En la vivienda se hallaron también plantas de marihuana.

Una vez hallados los cuerpos, la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación del doble crimen, que sigue a día de hoy en punto muerto. El caso lo investiga el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Osuna, que mantiene el secreto sobre las actuaciones. Las autopsias revelaron indicios de tortura en el caso del hombre, que presentaba numerosos golpes y fracturas, tanto en el torso como en la cabeza y los brazos. Ella en cambio murió por asfixia. Los forenses dataron las muertes el viernes anterior, 11 de agosto. Los cuerpos presentaban un avanzado estado de descomposición.

La extrema violencia con la que mataron a las víctimas, así como los antecedentes del hombre y el hallazgo de las plantas de marihuana, llevaron a los investigadores del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil a trabajar con la hipótesis de un ajuste de cuentas. Pero no se ha podido encontrar ninguna pista fiable que ayude a localizar a los autores o a algún sospechoso. Nadie vio ni escuchó nada extraño en la calle Mancilla durante los días previos al hallazgo de los cuerpos.

También se trabajó la línea de un posible robo, pero esta teoría es menos sólida, ya que la casa era la única de la calle Mancilla que tenía contratado un sistema de alarma con una empresa de seguridad privada, que no había avisado de ninguna intrusión en la vivienda en los días anteriores. La puerta no estaba forzada, y de hecho tuvieron que abrirla los Bomberos. Es decir, posiblemente las víctimas abrieron la puerta a su asesino o asesinos. Todo apuntaba, por tanto, a un trabajo hecho por un sicario, o asesino profesional, que no dejó pistas ni rastro que seguir.

El doble asesinato causó una profunda conmoción en Osuna, sobre todo porque tuvo lugar en una vivienda ubicada en una calle muy céntrica del pueblo. La pareja asesinada no se había mezclado mucho con la población local, aunque los vecinos sí la conocían, sobre todo a ella, que adornaba la fachada con luces en Navidad y trabajaba como diseñadora en el pueblo. La tarde del 15 de agosto de 2023, la inspección ocular de la vivienda se prolongó durante más de cinco horas. Fuera, los coches de las víctimas seguían aparcados en la acera de enfrente.

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