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"Podrían haber conseguido lo mismo sin tener que matarlo"

Aniversario asesinato Joyero Francisco Cintado

Tres delincuentes rumanos mataron a golpes a un joyero en Carmona la tarde del 6 de agosto de 2018

Dos de los tres asesinos fueron detenidos a lo largo del año en Rumanía y sólo queda uno por localizar

La familia resalta la figura de la víctima y el enorme dolor que supuso el asesinato

Guardias civiles, en la puerta de la joyería la noche del crimen. / Juan Carlos Vázquez

La tarde del 6 de agosto de 2018, tres delincuentes de nacionalidad rumana mataron a golpes al joyero Francisco Cintado en su tienda de Carmona. Fue uno de los crímenes más brutales de la historia reciente de Sevilla, y supuso una conmoción para la sociedad carmonense, que unos meses antes había vivido también la muerte del comerciante chino Jian Lian Wan a manos de un Alfonso García Rodríguez, un delincuente común con más de cien detenciones en su historial.

Cintado, de 60 años, estaba a punto de irse de vacaciones. Aquel lunes pasó la tarde en su joyería, en un local de la calle Pablo Neruda del municipio, muy cerca de su domicilio. Los ladrones aprovecharon la quietud y la soledad de una tarde de agosto en la Campiña para irrumpir en la tienda y golpear hasta al muerte al joyero para robarle. Luego, tuvieron tiempo para huir en un coche que habían aparcado cerca y salir de España.

El cuerpo no sería encontrado hasta unas horas después por la mujer y una de las hijas de la víctima, alarmadas porque Cintado no respondiera a las llamadas ni hubiera regresado a su casa. "Aquello ha supuesto un dolor añadido, tener que verlo así", admite Jesús Rosendo, yerno del joyero, quien un año después quiere resaltar la figura de su suegro.

Relojes en el escaparate de la joyería, el día después del crimen. / EFE

"En estos casos siempre se dice que se ha ido una gran persona. Pero es que Paco lo era. Era muy agradable, siempre tenía una sonrisa y era muy querido en Carmona porque ayudaba a los vecinos y cuidaba mucho a su clientela. Siempre se prestaba a colaborar con cualquier peña, hermandad o asociación que se lo pidiera. Era también un hombre muy familiar, su vida era su trabajo y su familia. Su muerte deja un gran vacío del que todavía no nos hemos repuesto", dice Rosendo.

"Le recordamos mucho. El día 1 fue su cumpleaños, hoy es el aniversario de su muerte, pero realmente lo recordamos a diario porque era una persona muy bondadosa. Quizás de esa bondad se aprovecharon los asesinos, porque él nunca tenía un no por respuesta para nadie", explica este hombre. La viuda y las hijas de la víctima prefieren permanecer en silencio hasta que se resuelva la investigación policial.

Francisco Cintado, el joyero asesinado. / M. G.

A lo largo de este año, la Guardia Civil detuvo a dos de los tres presuntos asesinos del joyero. En apenas unos días, los agentes del Grupo de Homicidios de este cuerpo identificaron a los autores, tanto por las grabaciones de las cámaras de seguridad como por los restos biológicos que dejaron en el escenario de los hechos. Se cursaron entonces tres órdenes de búsqueda y captura internacional ante las sospechas de que hubieran vuelto a Rumanía, su país de origen.

Sólo faltaba que cometieran un error y cayeran. "Pero esa espera se nos hizo eterna. Pasaban los meses sin noticias y llamaba a la Guardia Civil, me decían que aún era pronto y nos subíamos por las paredes", explica el yerno del joyero. Y era cierto que era pronto, pues este tipo de delincuentes suelen ser detenidos con el paso de los años, cuando relajan las medidas de seguridad. Pero eso es difícil de comprender para una familia que ha perdido a un ser querido de manera tan cruel.

Manifestación multitudinaria en repulsa del crimen de Francisco Cintado y del comerciante chino Jian Lian Wan / Antonio Pizarro

Durante este año le han dado miles de vueltas y no encuentran una explicación a tanta violencia. "Podrían haber conseguido lo que se llevaron sin tener que matarlo. No le encontramos explicación, salvo que no sea la del puro placer de matar".

En septiembre, miles de personas pedían Justicia en la manifestación más multitudinaria de la historia de Carmona, en la que se recordó a Francisco Cintado y a Jian Lian Wan. Los comercios cerraron durante una mañana en señal de protesta y se colocaron lazos negros en los escaparates, un símbolo de respeto a las dos familias de los comerciantes. "Con su muerte, nos arrebataron una parte del pueblo", lamenta el yerno.

Habría que esperar unos meses más para que llegara la primera buena noticia. El 31 de enero de 2019, la Policía rumana detuvo a uno de los asesinos cuando intentaba cruzar la frontera hacia Hungría. Llevaba una documentación falsa pero los agentes comprobaron que era uno de los tres hombres sobre los que pesaba una orden europea de detención.

Uno de los detenidos, camino del juzgado de Carmona. / DGGC

De 24 años e identificado mediante las iniciales I. I., era el primero de los presuntos asesinos en caer. Tres semanas después, el 21 de febrero, era puesto a disposición del juzgado de Primera Instancia en Instrucción número 2 de Carmona, que decretó su ingreso en prisión provisional.

La segunda detención se produjo el 19 de abril en Fetesti, una pequeña ciudad a orillas del Danubio y al otro extremo del país, muy cerca ya del Mar Negro. Allí cayó un hombre de 40 años identificado mediante las iniciales G. S. El 21 de mayo sería trasladado a España y el juzgado de Carmona lo enviaría también a prisión.

Sólo falta el tercero de los implicados en el crimen por detener. Está plenamente identificado y cualquier movimiento en falso lo delataría. Mientras tanto, la familia Cintado espera que se haga Justicia, que estos "tres desalmados, que son unos verdaderos monstruos, no estén nunca más en la calle".

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