La ampliación de la base americana ya tiene el visto bueno del Congreso

La reforma del acuerdo con EEUU se aprueba con el voto contrario del grupo de Izquierda Plural.

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La ampliación de la base americana ya tiene el visto bueno del Congreso
R.P.

16 de julio 2015 - 11:56

El Pleno del Congreso de los Diputados dio ayer el visto bueno a la reforma del Convenio de Cooperación para la Defensa entre España y EEUU que permitirá el despliegue permanente de 2.200 marines norteamericanos en la base aérea de Morón, más otros 800 de forma temporal, con el objetivo de poder desplazarse rápidamente al norte de África ante eventuales crisis que pongan en peligro a ciudadanos e instalaciones de su país y otros miembros de la OTAN. La reforma, rubricada por los gobiernos norteamericano y español en Washington el 17 de junio, fue secundada por 302 votos del PP, el PSOE, CiU, UPyD, el PNV, UPN, CC y Foro, y obtuvo sólo 16 votos en contra de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Amaiur y Geroa Bai.

Esta enmienda, la tercera que se incluye en el Convenio de Defensa desde firmado por ambos países en 1988, ha sido tramitada en un solo debate en el Congreso, lo que ha recibido las críticas de buena parte de la oposición. Ahora se remitirá al Senado para completar su tramitación antes de que termine la legislatura. El nuevo Convenio contempla la presencia permanente de hasta 2.200 marines y 500 civiles norteamericanos, además de 21 aeronaves, en la base de Morón con capacidad de desplegarse rápidamente en el norte de África. Además, la enmienda aumenta hasta los 800 efectivos y 14 aeronaves el límite para despliegues temporales, de modo que la base podrá acoger hasta 3.000 militares estadounidenses en momentos puntuales.

En la actualidad, EEUU tiene en Morón una fuerza de 850 marines cuya presencia, desde 2013, venía siendo prorrogada anualmente. Aunque en un principio Washington buscaba una base en el norte de África para esta fuerza de reacción frente a la amenaza del yihadismo en el Magreb y el Sahel, finalmente ha optado por España.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, defendió la reforma, porque nuestro país puede ser "objetivo terrorista en cualquier momento" y, durante el debate, recordó los secuestros de ciudadanos españoles en Malí y Somalia y los últimos atentados contra destinos turísticos en Túnez. "Estamos hablando de la seguridad de España", los "intereses del país están especialmente afectados con lo que ocurra en el norte de África", insistió.

Desde el PSOE, a través de la secretaria provincial, Verónica Pérez, se insistió en que estarán "vigilantes" para que el convenio "no afecte negativamente" a la plantilla española, pero admitió que les hubiese gustado que recogiera una garantía "inequívoca" de estabilidad laboral y teniendo en cuenta que en cinco años esta plantilla ha sufrido tres ERE y unos 300 despidos.

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