Una alternativa para un sistema disperso y lastrado por los localismos

Aunque la Diputación de Sevilla ha venido defendiendo que no escatima fondos para el servicio provincial de prevención y extinción de incendios, la memoria elaborada para justificar el nuevo consorcio refleja las limitaciones y problemas del actual modelo, basado en convenios bilaterales que el organismo firma con los ayuntamientos que tienen parque municipal de bomberos y a los que subvenciona a cambio de que cubran el entorno bajo su dirección y de acuerdo con un plan director que elabora. La institución también suministra vehículos y material y, en algunos caso, efectivos, y tiene un parque propio.

“Plantea serias deficiencias en el campo operativo-técnico”, concluye el trabajo sobre el actual sistema. Entre otros problemas, destaca uno que se ha denunciado muchas veces: el elevado número de bomberos voluntarios, “que tienen un encaje legal complejo en un sistema profesional como el que se pretende”. Pero también hay otros, como la dificultad de una coordinación real con parques de distinta titularidad, más allá de lo que se firma sobre el papel. “Las necesidades y preferencias” de los ayuntamientos “han podido interferir” en la toma de decisiones en el sistema, sobre todo “protocolarias y de actuación”, cuando en este tipo de servicios “el mando debe ser único”, se destaca. También es un lastre que los parques tengan un acuerdo de funcionarios diferente, lo que complica aunar tareas y horarios en servicios que se deben realizar de forma conjunta.

Además, el número de bomberos que hay en cada municipio no responde a un estudio global de la provincia, sino a los recursos que cada ayuntamiento puede destinar. A veces, también compran material por su cuenta, lo que ha provocado duplicidades con el que suministra la Diputación. El actual sistema tampoco ayuda a la ejecución de inversiones en nuevos parques o de mejoras en los que hay y hay problemas para aplicar tasas.

Los alcaldes son conscientes de todas estas dificultades y conocen el elevado coste de mantener una plaza de bombero, aunque sea con ayuda de la Diputación. De ahí el amplio consenso que se ha producido a la hora de impulsar el consorcio y una dirección unificada. La mayoría ha anunciado que quiere entrar: 65, de momento, de 104 municipios. Otros quieren hacerlo, aunque están condicionados por planes de ajuste. Dos Hermanas es el único Ayuntamiento que lo ha descartado. Es el único también, junto a la capital, que no está integrado ahora en el Sepei aunque colabora y recibe apoyo en grandes siniestros, como el incendio de la fábrica de Ybarra.

En el actual sistema provincial están integrados 25 parques de bomberos: dos de la Mancomunidad de Fomento y Desarrollo del Aljarafe, 21 de titularidad municipal, el parque central de la Diputación (en Sanlúcar la Mayor) y el Centro Operativo de Emergencias de la Provincia de Sevilla (Coeps), también de la Diputación y ubicado en la carretera de Utrera. La plantilla está compuesta por 260 bomberos funcionarios (de la Diputación, la Mancomunidad y algunos ayuntamientos) y 201 bomberos voluntarios.