El alcalde alerta de la suciedad de los arroyos y del riesgo de riadas

Si este otoño se producen lluvias torrenciales y hay inundaciones en Camas no será un hecho del todo fortuito. Ese es el mensaje que lanzan -con palabras más políticamente correctas- el alcalde, Rafael Recio, y el concejal de Medio Ambiente del municipio, Francisco Carrascal, que han alertado de que la falta de limpieza en los cauces que recorren el término municipal es muy preocupante -no se actúa en ellos desde 2008-, hasta al punto de que serían insuficientes para canalizar el agua en el caso de que lloviera con cierta fuerza durante un periodo concentrado de tiempo.

La situación se produce a pesar de que el gobierno local se ha dirigido desde el año 2009 a las distintas administraciones que, en este tiempo, han ostentado las competencias. En principio, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, todavía como órgano dependiente del Gobierno central; luego a la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta -cuando las competencias fueron transferidas- y, de nuevo, a la CHG cuando tras un fallo judicial el Estado la recuperó. Ha sido infructuoso en todos los casos.

El último intento ha sido con la Subdelegación del Gobierno central en Sevilla, este mes de septiembre, que el 10 de septiembre notificó al Consistorio que había remitido la petición de nuevo a la CHG, que preside Manuel Romero Ortiz. El único compromiso en firme de este organismo hasta ahora es un escrito del pasado mes de abril, en el que se informa de que se "toma nota" de la situación de Camas para la inclusión de la limpieza en futuras planificaciones. Según el gobierno local, sólo el hecho de que hayan sido unos años con menos lluvias en la zona ha evitado un problema grave hasta ahora.

Son cinco los cauces que discurren por Camas los que necesitan limpieza, la retirada del material vegetal y de la tierra que se acumula de forma natural en ellos, que limitan su capacidad para evacuar cuando llueve. Se trata del arroyo Montijo, el Alfileres, Caño Ronco, Bajo Guía y un pequeño cauce que discurre junto al cementerio. También el canal artificial que discurre junto a la SE-30 y que es el que más preocupa en Camas y el último en el que se actuó, en 2008. Éste gira en perpendicular a la altura de la estación de bombeo de Emasesa en la Vega -conocida por los vecinos como el pulpo, por su forma- para llegar al río Guadalquivir. Es a este canal donde Emasesa bombea el agua cuando llueve con intensidad, haciendo las veces de colector del resto de cauces. Fue la empresa metropolitanas de aguas la que lo limpió puntualmente en 2008 en una actuación de "emergencia", según el Consistorio.

Ya el año pasado hubo dos incidentes puntuales otros tantos días que llovió con cierta intensidad. Se anegaron bajos en la barriada camera de Hiconsa. No sólo pueden repetirse sino agravarse si llueve ahora. La Vega (donde no hay viviendas, sí actividad empresarial y varios picaderos de caballos), el casco antiguo y la barriada de la Pañoleta son las zonas más vulnerables.

Carrascal subraya que el Ayuntamiento no puede actuar por su cuenta, en tanto que se trata de una competencia ajena y delicada además. Son trabajos que requieren de cierta especialización. También costosos. Según un estimación realizada por el propio Consistorio, sólo actuar en el canal de la SE-30, lo más urgente, tendría un coste de entre 80.000 y 100.000 euros. Sin duda, los recortes y la falta de liquidez en las administraciones han retrasado esta actuación preventiva.

El gobierno local socialista llevará este asunto a un Pleno que se celebra el próximo miércoles en el Consistorio, para que sea toda la Corporación la que se pronuncie e inste a la Administración competente a intervenir cuanto antes.