Ybarra construirá una nueva fábrica en la planta incendiada

Resurgir de las cenizas. Ése debió ser el lema que imperó en el comité de dirección del Grupo Ybarra, reunido ayer de urgencia tras el devastador incendio del sábado que destruyó la fábrica que la empresa posee en Dos Hermanas. La firma agroalimentaria tenía claro desde que las llamas se llevaron por delante el centro de producción que había que seguir adelante con la actividad. Dicho propósito se le comunicará hoy a los casi 200 empleados que trabajan en la planta nazarena. En el encuentro -previsto para esta tarde- también se les informará de que la intención principal de la empresa es levantar unas nuevas naves en los terrenos donde ayer el fuego, pese a estar ya controlado, seguía activo.

La carretera que une Dos Hermanas con Isla Mayor era ayer un continuo ir y venir de gente. Los empleados de Ybarra, con cara de desolación, contemplaban cómo quedaba reducido a cenizas el que ha sido, durante años, su lugar de trabajo. La vía -cortada al tráfico- también la transitaban, con maletas y bolsas, los residentes de la urbanización La Hacienda, que pasaron la noche del sábado al domingo fuera de sus casas al ser evacuada la zona, a escasos metros de la fábrica incendiada.

"Se ha quemado nuestro futuro", expresaba un trabajador que cortó de inmediato la conversación al saber que su interlocutor era periodista. "No vamos a decir nada hasta que no hable la empresa", afirmaba otro compañero. Las explicaciones se las dará esta tarde la dirección del Grupo Ybarra en la reunión que mantendrá con los representantes de la plantilla. La empresa recordó ayer que cuenta, a nivel nacional, con 250 empleos directos y "cientos indirectos". En la fábrica de Dos Hermanas trabajan, como fijos, 185 personas. UGT ha exigido que se solucione el futuro de estos empelados "de inmediato".

La intención del grupo es recuperar cuanto antes su actividad. Con tal motivo, ya está diseñanda la puesta en marcha de una nueva fábrica dentro del solar donde ayer continuaban las labores de extinción. Esta parcela cuenta con 90.000 metros cuadrados, de los cuales, la mitad están ocupados por las naves que han sido pasto de las llamas. Las nuevas se levantarán en el terreno que se encuentra libre.

Imágenes: M.G.

La compañía quiso dejar claro que no todos sus productos se han visto "afectados", ya que la enseña cuenta con otros centros productivos, aunque su sede central es la de Dos Hermanas, donde se fabrica la famosa mayonesa. Su elaboración sí se verá perjudicada. Las redes sociales se han convertido en un reguero de mensajes en apoyo de la marca sevillana, referente industrial de la provincia.

La columna de humo era ayer aún visible desde la capital hispalense, aunque con menor intensidad que el día anterior. Varios bomberos comentaron a este periódico que durante la noche se había logrado controlar el fuego, que seguía aún activo y que tardará aún varios días en extinguirse por completo. Quienes se acercaban hasta la puerta de entrada del recinto debían hacerlo con mascarilla de protección, pues el viento cambiaba de dirección continuamente y podía provocar problemas de inhalación.

"Tuvimos suerte el sábado. Si llega a soplar poniente, se hubiera complicado la situación". Quien así se expresaba era Juan Bilbao, presidente de la comunidad de vecinos de la urbanización La Hacienda. Como el resto de residentes, tuvo que pasar la noche fuera de casa. María Dolores Leal, vecina también, durmió en el salón de la de su hija. "Cuando vimos la columna de humo nos pusimos a temblar", comentó Leal, mientras que José Baena, otro vecino, añadía que tras dar aviso al Servicio de Emergencias 112 "hubo cierta descoordinación". "Los bomberos se quedaron sin agua de momento. Los policías tardaron bastante tiempo en llegar desde que se les alertó", comentó este residente, quien recordaba que ya hace varias semanas hubo un conato de incendio en un depósito de residuos de la fábrica donde, según las primeras hipótesis, pudo originarse el fuego. "Hemos denunciado varias veces los escombros", añadió este vecino.

Fermín Yébemas también vive en La Hacienda. Un voluntario de Protección Civil lo acercó hasta su casa para recoger varias maletas. Sólo podían ir dos ocupantes por coche. Se prohibió el transporte de animales, de ahí que gatos y perros tuvieran que quedarse en los hogares evacuados. Yébemas había pasado la noche en el hotel La Motilla. Su chalé es uno de las más cercanos a la fábrica. "Entre mi vivienda y el muro que la rodea apenas hay cuatro metros. Allí no cabe un camión de bomberos. La empresa ha reducido el perímetro de seguridad con los años", comentó este vecino, que ayer aún no sabía cuándo podrá volver a su hogar.

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