La testigo del caso Varela denuncia a tres compañeros del PP por acoso y amenazas
Cristina Alonso, candidata a la Alcaldía hace un año, dice ser objeto de una campaña para su "derribo" Anuncia que no dejará su acta como edil ni pedirá su baja del grupo político
Que las cosas no iban bien en el PP de Dos Hermanas no es nuevo. Los síntomas eran notorios: hubo tensiones para elegir candidato a la Alcaldía; luego se creó una gestora y el ex presidente Manuel Alcocer, el edil Luis Paniagua y un militante están siendo investigados por el vídeo en el que se ve consumiendo cocaína al candidato de C's, Manuel Varela, que antes fue del PP. Pero ayer estalló otra bomba: Cristina Alonso, candidata del PP a la Alcaldía, hizo público que tiene interpuestas dos denuncias contra tres personas -dos concejales y un militante- por "acoso laboral" y "hostigamiento y amenazas", respectivamente.
Una se puso en febrero, antes de que se creara la gestora; la otra, en mayo. Entre los denunciados, hay "investigados" por el caso Varela. Alonso evitó dar nombres, pero sí apuntó el de Luis Paniagua, que, según dijo, llegó a "burlarse" e "increparla" mientras intervenía en los plenos. Habla "mobbing laboral" desde que se negó a dimitir por el resultado electoral (se pasó de ocho a cuatro ediles), y de "acoso y derribo", desde que se supo que, como testigo por el supuesto chantaje a Varela, había declarado que oyó hablar a esos militantes de que existía un vídeo y se podría usar para que C's retirara su candidatura.
"Vine a limpiar y me tengo que desvincular antes de salir manchada", resumió, en una rueda de prensa que usó como "medio" para dar explicaciones a los militantes nazarenos, "que saben que algo pasa" y a los que no ha podido dirigirse, no tiene su listado. Lo hace en este momento porque asegura se está intentando "apartarla", que deje el grupo. Hace semanas dejó la portavocía (llegó a aceptarlo, por sobrecarga de trabajo, dijo), ahora se ha solicitado su cese en todas las comisiones municipales, ni siquiera queda como suplente y se ha enterado por personas ajenas al partido. Perderá la liberación parcial en el Consistorio en tanto que sigue con su despacho como abogada. Pero no dejará su acta, ni pedirá su baja del PP, hasta que la fuercen a quedar como no adscrita, anunció.
Alonso, arropada por familiares, amigos y militantes, aseguró haber sufrido "humillaciones": se la cortaba en las fotos colgadas en las redes sociales del partido de actos en los que estuvo, como la visita de Juan Ignacio Zoido; se creó un perfil falso para "parodiarla". También dice haber sufrido "mobbing laboral": se le cambió su mesa; encontraba fotos rotas y se la ha dejado al margen de cualquier novedad, incluso se advertía a otros militantes que no se acercaran a ella. Asegura haber recibido "maltrato verbal" e "insultos", a veces con testigos. En el caso concreto del militante denunciado por amenazas -evitó dar nombres- ha pedido medidas de alejamiento al juzgado, que no se han resuelto. Esta persona ya denunció públicamente en su día que se querellará contra la edil y que ésta le implicó en el asunto del vídeo por venganza, al haber defendido que renunciara tras el pobre resultado electoral.
Alonso asevera que también se ha investigado su vida y la de su familia, algo que está igualmente en el juzgado. Preguntada sobre si la dirección provincial estaba al tanto de estas situaciones, respondió que sí, conforme se han ido dando. Otros militantes que la acompañaban también aseguran tener constancia de ello.
"Yo creo que el PP de Dos Hermanas se les ha ido de las manos, es un problema de muchos años" que, añadió, ha dejado otros "cadáveres en el camino". "A mí me cortarán la cabeza, pero con los tacones puestos", ironizó con la que ha sido una de las cuestiones con las que se la ha intentando atacar. Según su versión, desde la gestora que preside la secretaria provincial del PP, Virginia Pérez, se le pidió que esperara hasta que se celebrara un nuevo congreso local. Asegura haber recibido buenas palabras, pero no hechos ni respuestas.
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