"Utrera debe ser la puerta Sur del área metropolitana"
José María Villalobos. Alcalde de Utrera
El regidor deja claro que su prioridad es luchar contra una tasa de paro del 40%, que ha situado al municipio al borde de la "quiebra social", con medidas de urgencia y estrategias de desarrollo.
En política local, como en otras, abundan los titulados en Derecho, Económicas y Humanidades. Pero Utrera parece singular. El anterior alcalde del cuarto municipio en población de Sevilla, Curro Jiménez (PA) es doctor en Física y el actual, el socialista José María Villalobos, ingeniero. Trabajó con su propia consultoría y lo fichó uno de sus clientes, hasta 2011, cuando ganó por primera vez las elecciones sin poder gobernar y entró en la Diputación. Ha sido uno de los críticos del PSOE, ahora volcado como todos con la presidenta Susana Díaz. Gobierna con IU tras doce años del PA y, de momento, está satisfecho con cómo ha arrancado su equipo -"se han hecho muchas cosas en cuatro meses"- y dice tener "estrategias" a medio y largo plazo.
-Con la victoria del PSOE ¿Utrera ha recuperado su voto natural? Antes de que llegara el PA, gobernó más de 20 años.
-El voto no es patrimonio de nadie. Tradicionalmente, Utrera se ha identificado con el PSOE, pero será porque hemos hecho las cosas razonablemente bien. Menos en las municipales de 2003 a 2011, ha ganado todas las elecciones. En las municipales hubo un buen resultado dada la fragmentación electoral de la que se partía.
-¿Fue una decepción no lograr la mayoría absoluta?
-No. El acuerdo con IU está funcionando. Teníamos claro que aunque fuéramos dos partidos, el gobierno es uno y hay lealtad. No hay roce en las decisiones estratégicas y el resultado de la gestión de cada concejal está por encima de las expectativas que yo pudiera tener.
-Es alcalde de una ciudad diferente a la de otras etapas del PSOE, mejor conectada con Sevilla. ¿Qué papel cree que debe jugar: ser capital agrícola o apostar por el área metropolitana?
-Hay que combinarlas. Somos de las ciudades más pequeñas de España y es una ventaja, podemos seguir siendo Utrera, sin desnaturalizarnos. Pero debemos aprovechar nuestra situación, dejar de mirar hacia el Sur para mirar hacia el Norte. Utrera debe convertirse en la puerta Sur del área metropolitana desde el punto de vista económico y productivo. Es importante. Tenemos unos índices de desempleo tremendos, en torno al 40%.
-Es elevadísimo.
-Sí. El gran reto es llegar a tasas razonables. Lo demás, ahora, es secundario. Para ser puerta Sur tenemos que romper una barrera que el área metropolitana tiene con Utrera y que no es física: la idea de que estamos muy lejos. Pero Utrera está más cerca que muchos pueblos que parecen que están muy cerca de Sevilla. Hay Cercanías y autovía, que nos ponen a 25 minutos. Si la rompemos se va a generar un flujo económico de visitantes, con lo que conlleva para el sector turístico y de servicios, y la inversión.
-Ese 40% de paro, ¿es fruto de la crisis o de la dependencia rural que tiene aún la ciudad?
-Una mezcla. El problema del desempleo es histórico. En los 70 se aminoró con cierta industria, como las fábricas de aceituna, de las que queda una, y la textil, que desapareció. En cuanto al campo, salvo en los poblados de colonización, en Utrera hay grandes latifundios y jornaleros, no agricultores. En la Dictadura se decidió que fuera territorio agrícola y no industrial. Hubo un repunte del empleo asociado al boom de la construcción, pero creo que no se supo aprovechar.
-Sin embargo, Utrera proyecta la imagen de una ciudad rica.
-Por las redes familiares, que siguen funcionando. Es lo que ha evitado la quiebra social.
-¿Está ahí el origen del problema de pobreza que, según los estudios, es alarmante? ¿Cómo luchará contra esa realidad?
-Lo más importante es ser conscientes del problema. Cuando en 2014 alerté de que Utrera estaba al borde de una quiebra social se me dijo de todo. Se debe sobre todo al paro y requiere medidas a corto, a medio y a largo plazo. A corto, vamos a poner en marcha un plan contra la pobreza y la exclusión, se han reforzado los servicios sociales, y habrá planes municipales de contratación. A más largo plazo, pondremos en marcha políticas activas de empleo y estamos hablando con la Junta para montar un centro de referencia. Hemos puesto en marcha una lanzadera de empleo, servicio de orientación y de búsqueda colectiva y, con la Cámara de Comercio, trabajamos en un plan de iniciativas y recualificación del comercio local. Además, hay que actuar en la estructura económica, con un plan estratégico. Por ejemplo, definiendo el producto turístico de Utrera y ponerlo en el mercado, aprovechando los recursos endógenos, el mostachón y el dulce, el flamenco, la aceituna, el toro bravo o Consolación. Por otro lado, hay una estrategia de captación de inversores y desarrollo del suelo productivo. Uno de los objetivos del PGOU es crear un corredor de suelo productivo en torno a la autovía.
-¿Como está el PGOU?
-Pendiente de la aprobación definitiva de la Junta, a final de año o principios de 2016. Fuimos críticos con el proceso: se empezó en 2006 pero no se planteó un proyecto serio de ciudad hasta 2011. No es el que hubiéramos hecho nosotros, pero se parece y hay que mirar para adelante. Pedí que antes se hiciera un plan estratégico, que se trata de responder a una pregunta: de qué va a vivir Utrera los próximos cuatro, diez, quince y veinte años y, según la respuesta, actuar. Llevamos años de retraso.
-¿El corredor sí está en el PGOU?
-Sí. Un corredor industrial y terciario y hay una zona que tiene sentido que sea logística.
-Ya había suelos para otro parque logístico.
-Hay un parque programado en el PGOU anterior, que está parado, que no fue una prioridad y que creo que fue un gran error. En el nuevo PGOU vamos a tener suelo preparado para industrias que necesiten grandes extensiones y para las que necesiten menos.
-Pues a ver si se anima la economía, porque todos los pueblos dicen tener suelo para esas industrias que deben llegar.
-Por eso todo tiene que venir, además, de la mano de los recursos endógenos, apostando por nuestras empresas y lo que nos hace diferentes. Somos también cuna del toro bravo y la industria asociada al turismo tiene mucho futuro. Yo digo que a Utrera le hace falta humo de fábrica y autobuses de japoneses. El 19 de octubre estuvo aquí la directiva de la Oficina de Promotores de Congresos y nos dijo que somos un sitio ideal para congresos, que lo que nos faltan son plazas hoteleras. Tenemos que seducir al sector privado, porque los hoteles no los va a hacer el Ayuntamiento.
-En relación con la sensación de lejanía entre Sevilla y Utrera, ¿seguirán fuera del Consorcio Metropolitano de Transportes?
-El futuro va por ahí pero el gran paso será cuando el Cercanías se una. Vamos a esperar. Hay buena relación con la Gerencia del Cercanías y está la autovía. El ramal que se ha hecho de la SE-40 va desde la carretera de Utrera hasta la A-4, nos deja a 20 minutos del aeropuerto. Uno de los que quedan nos enlazaría con el Aljarafe. La distancia del área metropolitana con Utrera es psicológica. Los visitantes deben venir también de ahí y si alguien quiere montar una empresa en Sevilla, que considere que en Utrera hay suelo industrial.
-¿Se terminó de rescatar el transporte urbano, que funciona con muchas carencias en Utrera?
-No. Es muy deficiente. Trabajamos en su rediseño completo.
-¿La zona azul va a desaparecer del todo? ¿Cómo van a compaginar un casco histórico extenso, con tantos coches?
-No. El compromiso era derogar la ampliación de 2014 y 2010. Forma parte de un rediseño de la ciudad: debe haber aparcamientos alrededor del casco histórico, planes de peatonalización y cambios en el transporte público, para darle al vecino la opción de llegar en autobús, tener donde aparcar y moverse andando. Es otro reto. Para el próximo verano queremos tener apuestas fuertes, una estrategia de desarrollo urbano apoyada en las necesidades sociales, de movilidad y regeneración urbana para captar fondos Feder de la UE.
-¿Y es posible compaginar todo ese trabajo con la vicepresidencia del Huesna?
-Sí. Soy responsable político, hay un gerente, y es habitual que un alcalde sea vicepresidente de un ente de servicios públicos básicos. Cualquier pueblo se daría guantazos porque su alcalde tenga esa responsabilidad. Pero aquí parece que le da coraje a la oposición.
-¿Se ha compensado así a Utrera por promesas incumplidas? ¿Cómo va el acuerdo con el que se evitó que dejaran el consorcio, como amenazó el PA?
-Creo que el anterior gobierno intentaba ocultar sus carencias. Hay que defender los intereses de Utrera, con todos, pero el diálogo es más efectivo. Había una falta de inversiones, pero se estaba intentando arreglar y formé parte del gobierno de la Diputación que lo desbloqueó. Todos los millones que tenían que venir tienen destino, porque en su día el Ayuntamiento decidió pagar el anillo hídrico y adelantó el dinero. Líquido, serán 300.000 euros en obras que se van a ejecutar. Otra parte irá a compensar facturas. Y la casa Surga será del Ayuntamiento, pero no hemos heredado ningún proyecto. Hay que ejecutar el convenio de cesión. Para poner en carga ese patrimonio se necesita una inversión millonaria.
-¿Con el Calzas Anchas está resuelto el problema de las inundaciones en Utrera?
-No. Es verdad que era un riesgo real y provocó las dos últimas grandes inundaciones. Pero hay más puntos negros. Hay que hacer un colector en Coca de la Piñera, que está adjudicado; hay un proyecto para la calle Apolo; estudiamos con el Huesna una solución para la calle Seguidilla; en la Gordilla hay problemas y me preocupa el estado de algunos colectores importantes.
-A diferencia de otros alcaldes, ha recibido un Consistorio con estabilidad presupuestaria y cerró 2014 con 2,5 millones de remanente.
-Está mejor que otros, pero con matices. La liquidación de 2014 no se pudo cerrar hasta octubre porque se cesó al interventor en una irresponsabilidad sin precedentes, con el riesgo de que nos pararan las transferencias del Estado, y el remanente podría haber sido mayor. Pero además, hay facturas sin consignación. Y luego están todos los regalitos, hemos tenido que recurrir a la Agencia Tributaria una derivación de 800.000 euros de Produsa. Voy a pelear porque la derivación hacia el Ayuntamiento sea mínima. Y Produsa ya ha costado mucho dinero al Ayuntamiento: hemos comprado propiedades para hacer un más liviano el concurso, se ha descapitalizado parte del patrimonio municipal de suelo.
-Hay VPO con inquilinos que se han quedado los bancos.
-Son de alquiler de régimen especial y estamos barajando cuáles son las mejores opciones para el Ayuntamiento, los inquilinos y el banco. No descarto nada.
-¿Hay más sociedades?
-Una fundación que viene de un antiguo patronato de vivienda, con poca actividad. Utrera tiene obligación de tener plan municipal de vivienda y puede ser un instrumento para gestionarlo.
-Montellano se va a unir a la Mancomunidad de la Sierra de Cádiz para gestionar la basura. Tras el pésimo final de la del Bajo Guadalquir, ¿barajan crear algo similar para servicios de este tipo?
-Por lo que ocurrió, nos da alergia hablar de mancomunidades. Pero es verdad que hay servicios que, de esa forma, son más eficientes. Es otro aspecto que hemos recibido sin ninguna solución planteada y en los que no podemos precipitarnos.
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