Tomares: Hacienda alimenta el mito
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La renta media comenzó a elevarse en los 80, cuando se levantaron urbanizaciones de alto nivel, hasta ser el municipio que, de media, declara más IRPF de Andalucía.
Hace tres meses, Tomares fue noticia por el hallazgo en el parque del Zaudín de un tesoro: 600 kilos de monedas romanas, que alguien ocultó hace siglos. Pero ahora ha sido la Agencia Tributaria la que ha alimentado su fama de pueblo rico. A tenor de lo que sus vecinos hacen constar en la declaración de la renta, es el municipio andaluz con más ingresos, entre los cien primeros del país. Otros estudios ya habían llegado a esa conclusión, pero se basaban en estimaciones. Es la primera vez que Hacienda lo oficializa: sus casi 10.400 declarantes (individuales o conjuntos, casi un millar más, por ejemplo, que pueblos de similar población, como Camas) tuvieron una renta bruta media (antes de reducciones e impuestos) de más de 32.000 euros en 2013.
¿Y eso se nota? Pues sí, según admiten los vecinos que ayer desayunaban, compraban o paseaban por un centro peatonal más ambientado de lo que cabría esperar en una ciudad dormitorio, sábado de julio. "Sí se nota", ratificaban casi al unísono Vanesa Fernández y Juan Manuel López, oriundos de San Fernando y Dos Hermanas, respectivamente, y con tres hijos. Se asentaron en Tomares hace un año conscientes de ello. Llevan años trabajando por el Aljarafe. "Se nota en el ambiente de la calle, en el colegio, en las personas", dice ella, al margen de otros aspectos que valora, como la cercanía a Sevilla o los servicios. Vanesa trabaja en nutrición y gimnasios; Juan Manuel, está en paro ahora. En la administración de Loterías cercana al Ayuntamiento -la Hacienda de Santa Ana que levantó el conde-duque de Olivares y remodeló Vázquez Consuegra-, Carmen, una catalana que vive en Tomares desde hace 37 años, cuando a su marido lo trasladaron a la desaparecida fábrica de Gillette, es colaboradora de Cáritas y dice que también aquí la "desigualdad" ha ido en aumento, la petición de ayudas se ha multiplicado.
La lotera comenta, por su parte, que todo empezó antes de la Expo, en los 80, cuando se levantaron las primeras urbanizaciones y "vino gente de Sevilla de un nivel alto". En el 86, Tomares no llegaba a 9.000 vecinos, ahora son 25.000. "Ha sido bueno para el pueblo, aunque los de aquí no tengamos el mismo nivel. Los negocios han crecido con la gente de fuera". Los vecinos de toda la vida se gastan unos euros. Tiene otros clientes, "buenos médicos y empresarios", que no escatiman. Pero no todo han sido vino y rosas para los negocios, como los cinco años de obras con el tanque de tormentas y la peatonalización. La lotera confía en que Tomares "siga creciendo para ayudar a los autónomos". Rosa y José son dos sanitarios en hospitales de Sevilla, de esos que hace más de 20 años se trasladaron a Tomares, a una de esas urbanizaciones, buscando espacio, cercanía a la capital y un ambiente de pueblo. "Es un pueblo dormitorio" y sufren los atascos: "Si en lugar de a las siete de la mañana, sales a las siete y cuatro minutos, ya lo tienes", pero les merece la pena. Se vive bien.
En la calle Tomás de Ybarra, entoldada contra los rigores del sol, una mujer sentada en el suelo pide limosna. Se ve a muchos abuelos tirando de chiquillería mientras los padres trabajan. Uno de los comercios más concurridos es la pescadería Tele, 60 años y cuatro generaciones despachando. "Se trae un pescado de un nivel y una calidad más alta, por ejemplo, salmonetes, tres clases de lenguado, lubina y dorada de estero...", enumera José Antonio Acevedo (casado con la nieta del fundador), ante un mostrador repleto. El negocio fue bien y tienen cuatro pescaderías más en barrios de Sevilla. La crisis se ha notado menos en Tomares, aunque muestra los vales por 10 euros -"alternativa a los comedores escolares", en verano- con los que muchas familias necesitadas adquieren pescado fresco o carne, gracias a una acción solidaria.
"Aquí no hay industria, el único trabajo es el del Ayuntamiento y en El Manchón", se lamenta María Ramírez, veterana vecina a la que le gustaría que esa riqueza lo fuera también en oportunidades para los que no traen su nómina de fuera. El Casino -que pudiera parecer otro indicativo de alto standing- no ha tenido repercusión, opina.
"Vienen sobre todo chinos a jugar", aclara Pedro Carvajal en la cafetería Bombita, situada junto a la estatua del célebre torero local. Es comercial de café, que trabaja en varios pueblos del Aljarafe, pero apunta que en el suyo vende entre un 20% y un 25% más. "Tomares no es mal sitio para la hostelería". Están proliferando los gastrobares. No se trata sólo de que haya urbanizaciones, sino de que es un pueblo acogedor, en el que se trata bien al "forastero", que termina haciendo vida en él, más allá de los muros de su chalé o adosado.
Jesús Marín, que hace cinco meses cogió el traspaso del bar, desea que así sea. Le preocupan los impuestos y le consta que hay muchos bares en Tomares que cerraban en agosto y que este año ya no se lo podrán permitir por la crisis. En el pueblo más rico de Andalucía le han llegado a pedir una tapa con cuatro tenedores, para compartir.
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