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La escasez de los pozos obliga a aplicar cortes en el suministro de agua en tres municipios

Villaverde del Río sólo dispone de agua del grifo durante 11 horas al día, con cortes mañana, tarde y noche

En Pedrera y Aguadulce las interrupciones son de lunes a jueves de 00:00 a 06:00 horas

Una persona llena garrafas con agua del grifo, por si se corta el suministro. / Juan Carlos Muñoz
Trinidad Perdiguero

01 de agosto 2021 - 05:30

En el mes de julio y cuando queda un largo verano por delante, ya son tres los municipios de Sevilla que están aplicando cortes en el suministro de agua potable porque los pozos de los que se abastecen se quedan sin reservas.

Se trata de Pedrera y Aguadulce, en la Sierra Sur, que conforman una mancomunidad y en donde hay cortes de agua desde el 14 de julio –de lunes a jueves, entre las 00:00 y las 06:00 horas– y de Villaverde del Río, en la Vega, cuyos vecinos tienen sólo 11 horas de agua al día ahora, en distintas franjas. Entre los tres suman una población de 15.000 vecinos afectados.

No obstante, la situación es, de momento, mejor que la del verano pasado, cuando durante la desescalada, el masivo llenado de piscinas a partir de junio en muchos municipios provocó incidencias en más núcleos, que han ido tomando medidas para evitarlas.

La situación más complicada se está dando esta vez en Villaverde, con casi 8.000 habitantes. El agua se corta desde hace más de un mes y los horarios se han tenido que ir ampliado. En la actualidad, están sin suministro doméstico de 11:00 a 14:00 horas; entre las 17:00 a las 20:00, por la tarde y, de noche, entre las 00:00 y las 07:00 horas.

En 2020, con el masivo llenado de piscinas tras el confinamiento, hubo más incidencias

Como en otros casos, el municipio depende de sus pozos y no está conectado a ningún sistema que le pueda suministrar agua potable de embalses. Según el alcalde, José María Martín, los problemas por la escasez en verano vienen de lejos, pero se han acrecentado. Ello hace que los pozos se queden prácticamente sin agua y las bombas se paren, coincidiendo con el aumento de consumo por el llenado de piscinas, riegos y “todo lo que conlleva el día a día de cualquier localidad de la Vega”.

Entre las soluciones de emergencia, se van a instalar bombas que no extraigan tanta cantidad y den margen para que el pozo se vaya recuperando. Se intenta poner en marcha de nuevo un pozo que quedó inutilizado hace unos años porque se descolgó la bomba, así como nuevos sondeos o profundizar más en los que hay.

Son soluciones paliativas. Porque, de momento, el Ayuntamiento no se plantea la conexión o integración en un consorcio de aguas, a pesar de que suponen una mayor garantía en el suministro de agua potable. En la actualidad y pese al descenso de las reservas en embalses, el agua de los mismos está garantizada para tres años, según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Según el alcalde, no es sólo una cuestión de que los vecinos estén más o menos concienciados de que la tendencia es esa en un contexto de cambio climático, sino porque entiende que la medida no sería adecuada si implica pagar unas cuatro veces más que ahora por los recibos en uno de los municipios en los que el agua es más barata. Martín sí apunta la necesidad de mejoras y ajustes que hagan que se cubran los costes y se queja de que la Junta vaya a financiar la conexión con la red de Emasesa hasta Burguillos, para que éste pueda disponer de agua en alta de ese consorcio, y no haya planteado algo similar para otros municipios de la Vega.

En los últimos años y gracias a las inversiones del Plan Contigo de la Diputación se han podido construir dos plantas potabilizadoras que han solventado en parte los problemas de calidad. Hay otro pozo en Villaverde del que se podría utilizar agua pero que no se quiere poner en marcha porque arroja otros parámetros.

El caso de Pedrera y Aguadulce

Sí está previsto que Pedrera y Aguadulce, los otros dos municipios de Sevilla que en la actualidad tienen restricciones de agua de lunes a jueves aunque sólo en horario nocturno, queden conectados a la red del Plan Écija, que trae el agua del embalse del Retortillo, gracias a una inversión de más de 30 millones de euros en la construcción de 60 kilómetros de conducciones, en la que la Junta trabaja desde hace años, aunque es ahora –el 21 de julio– cuando se colocó la primera piedra para mejorar todo el abastecimiento en la Sierra Sur.

Según Antonio Nogales, alcalde de Pedrera, municipio de más de 5.000 vecinos, no está prevista la integración total en el consorcio, aunque sí habrá que buscar alguna fórmula de gestión para poder disponer de ese agua en alta cuando los recursos propios bajan.

Los problemas vuelven a darse en localidades que dependen de aguas subterráneas

Aguadulce, con otros 2.000 habitantes, y Pedrera se surten del acuífero del Becerrero que históricamente ha sido abundante y de una calidad “excelente”. Alrededor de uno de los pozos antiguos, el del Ojo, estuvo el primer asentamiento de Pedrera. Pero sus reservas también van a la baja, por el aumento de población, de industrias y piscinas.

Desde 2017 son habituales incidencias y cortes en verano, sólo varía si empiezan antes o después. Este año se ha optado por no retrasarlos para evitar una situación más crítica. Sean necesarios o no, ambos municipios intentan trasladar un toque de atención a sus vecinos, para recordar que el agua es un recurso escaso, que no puede fabricarse y es preciso un uso racional. Pedrera también ha contratado a una empresa para analizar la red y detectar fugas.

Burguillos sortea los problemas a la espera del agua de Emasesa

Burguillos, uno de los municipios que tienen problemas con el agua en verano por la merma de sus pozos y carencias en el sistema de distribución, está aguantando. Sólo hubo cortes durante unos días, en zonas del pueblo, en junio. Adiferencia de otros años, se han logrado conectar los dos depósitos, de forma que desde cada uno se puede distribuir agua a cualquier parte del municipio. Así, el llamado pozo de la Iglesia, que suele tener más agua, sirve para todo el casco urbano y se le ayuda para la presión con el otro. Sin embargo, el alcalde, Domingo Delgado, no descarta que la situación pueda complicarse a lo largo de verano. Como solución a medio plazo, está previsto que Burguillos quede conectado con la red de Emasesa que ahora llega hasta Alcalá del Río, por lo que Delgado viene trabajando desde 2011, aunque es ahora cuando el proyecto, incluyendo las expropiaciones, está en exposición pública. La inversión prevista es de 5 millones. El reto es que la infraestructura pueda estar para el próximo verano, pero nada es seguro. El regidor niega, pese a todo, una integración en Emasesa. Explica que las conducciones permitirán comprar el agua en alta a la empresa pública para distribuirla de forma municipal, con la posibilidad de una concesión a otra empresa del sector que garantice una gestión más profesional. Tampoco ha tenido problemas hasta ahora Castilblanco, donde sí los hubo el año pasado, cuando concentró a una población de hasta 18.000 personas en verano. Este año, la ocupación en sus parcelaciones no es tan alta y se han tomado medidas para controlar el consumo desmedido y detectar contadores ilegales.

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