¿Qué pueblo de Sevilla está siendo estudiado en la Universidad de Vancouver por su influencia japonesa?
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La profesora de estudios hispánicos de la Universidad de Columbia Británica de Vancouver (Canadá), Kim Beauchesne, ha visitado Coria del Río para reunir material que utilizará en un libro académico donde analizará la presencia del legado japonés en Coria del Río (Sevilla), a raíz de la expedición del país nipón que llego a este municipio en 1614.
Según han informado fuentes del Ayuntamiento de Coria del Río a EFE, Beauchesne ha visitado la localidad atraída por la curiosidad de que más de 600 vecinos lleven el apellido Japón, lo que está estudiando como parte de un trabajo de su especialidad, que es la literatura colonial, con un enfoque particular en las relaciones entre Asia y el mundo hispánico.
La docente contactó con el Ayuntamiento de Coria del Río debido a su interés por los habitantes que llevan el apellido Japón, y dentro de la necesidad de investigarlo en persona en los archivos de la localidad.
El delegado de Turismo coriano, Victoriano Cancelo, se reunión con la profesora, y además de facilitarle toda la información necesaria le hizo entrega de un lote de libros sobre la historia y cultura corianas.
La Embajada Keicho llegó a España remontando el Guadalquivir hasta llegar al Puerto de Sevilla siguiendo la Ruta de Las Indias, y el primer contacto con Andalucía cautivó a muchos japoneses que decidieron no volver a su país y asentarse en los pueblos sevillanos del Guadalquivir, sobre todo en Coria del Río, dando lugar al curioso origen del apellido Japón.
Sus protagonistas, el samurái Hasekura Tsunenaga y el franciscano de Sevilla Fray Luis Sotelo, lideraron la expedición diplomática enviada a España por el daimyo (señor feudal) japonés Date Masamune con el objetivo principal de establecer relaciones comerciales entre los dos países.
Tras superar el Océano Pacífico salvando tempestades, cruzar México en mula y atravesar el Atlántico enrolados en la Flota de Indias, la Embajada llegó a España en 1614, donde se estableció durante un año hasta conseguir audiencia con Felipe III.
No obstante, el monarca no aceptó las propuestas japonesas, a pesar de que continuaron hasta Roma para conseguir el respaldo del Papa Paulo V y de que permanecieron afincados en España durante siete años para tratar de cambiar la postura del rey de España.
Finalmente, la Embajada Keicho tuvo que volver a Japón sin haber cumplido su misión, aunque muchos de sus componentes se quedaron para siempre en Coria del Río
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