El SAT deja limpio el punto en el que se decretó el riesgo sanitario

La decisión de los inspectores de la Consejería de Salud de la Junta, que el miércoles estimaron declarar la alerta sanitaria en uno de los puntos donde se acumula la basura en El Coronil, no ha servido para desbloquear el conflicto ni para que los vecinos del municipio de 5.000 habitantes se libren de las molestias que está provocando una huelga sin precedentes por su duración. Hoy viernes, hará 31 días que arrancó sin que se haya producido acercamiento entre las partes.

La alerta afectaba a un punto concreto, donde las pescaderías depositan sus desechos, junto a la nave de donde sale el operativo de recogida, a las afueras del casco urbano. Según el alcalde de El Coronil, Jerónimo Guerrero (PSOE), tras la alerta, ayer por la mañana se intentó que el servicio saliera para limpiarlo, pero los piquetes del SAT lo impidieron. Entonces, se puso en marcha el Plan de Emergencia Municipal para recogerla por otros medios y se movilizó a un camión y una máquina retroexcavadora de la empresa estatal Tragsa.

Cuando la maquinaria llegó, el punto estaba limpio y se levantó la alerta. Según Guerrero, los piquetes del SAT "vaciaron" contenedores de otras zonas, que llenaron con la basura aculada en este punto, y los volvieron a colocar en su sitio. La Policía Local ha realizado un informe y los hechos han sido denunciados. El Consistorio ha solicitado que, tras lo ocurrido, la alerta se extienda a todo pueblo y tenía previsto que los técnicos de Salud volvieran por la tarde.

Pero, de nuevo, la versión municipal difiere de la ofrecida por el secretario general del SAT, Diego Cañamero, que, en declaraciones a Europa Press, señaló que los piquetes habían "colaborado" en dejar "totalmente limpia" esta zona y en eliminar el problema sanitario.

El SAT mantiene la huelga, que no está respaldada por los cinco trabajadores que forman parte del servicio municipal, para exigir que el Ayuntamiento reactive una bolsa de empleo que durante 12 años ha servido para cubrir dos puestos de peón, con contratos de un mes, y en la que había apuntadas más de 500 personas. Ésta quedó en suspenso en marzo del año pasado, tras los recortes salariales en el Ayuntamiento. La plantilla exigió que no se contratara a nadie más. El alcalde asegura además que no puede reactivarla ahora por el decreto del Gobierno central del PP, que impide que se contrate a nuevas personas en la administración, salvo que servicios básicos y sólo con una tasa de reposición del 10%. No obstante, ha dicho que, si se cumplen los servicios mínimos, estaría dispuesto a negociar que personas de esta lista pudieran acogerse a otros programas de empleo por la situación de emergencia social que se están poniendo en marcha.

El SAT se niega porque insiste en que no es una bolsa de beneficencia, sino de trabajadores y que el trabajo debe repartirse. Ha pedido que se celebre un referéndum para que el pueblo diga si quiere o no esa lista. Además, aseguran que Guerrero sí ha hecho contratos en el Ayuntamiento.