Roban en el monasterio de San Isidoro dos azulejos del siglo XVI

santiponce

Las piezas se atribuyen al ceramista Niculoso Pisano El monumento está cerrado mientras dure la investigación

Claustro de los muertos, donde se produjo el robo de los azulejos del siglo XVI.
Claustro de los muertos, donde se produjo el robo de los azulejos del siglo XVI.
Diego J. Geniz

19 de agosto 2016 - 05:01

El monasterio de San Isidoro del Campo -declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y una de las joyas patrimoniales de Andalucía- sufrió un robo en la madrugada del pasado miércoles, cuando desaparecieron varios azulejos atribuidos al ceramista italiano Niculoso Pisano (siglo XVI). La Policía Científica ya se ha hecho cargo de la investigación, motivo por el cual el monumento permanece cerrado hasta que concluyan estas labores. El robo se produce después de que se cambiara el convenio entre los propietarios del monasterio, el Ayuntamiento de Santiponce -donde se encuentra este edificio del siglo XIV- y la Consejería de Cultura. El nuevo acuerdo, según una plataforma vecinal, supuso la disminución de la vigilancia y de los encargados de las visitas culturales, extremo que niega la Junta.

El vigilante del monasterio fue quien se percató de la ausencia de estas piezas en la primera ronda que hizo el miércoles por la mañana. Por tal motivo, dio aviso a la delegación territorial de Cultura, que lo comunicó de inmediato a la Guardia Civil y a la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía. La denuncia fue interpuesta ayer por el vigilante. Según precisaron fuentes de la Consejería de Justicia, las piezas robadas pertenecen a un paño cerámico del claustro de los muertos. El investigador Pedro Respaldiza atribuyó estos azulejos al ceramista italiano Francisco Niculoso, más conocido como Niculoso Pisano (por su ciudad de origen, por lo que se realizaron entre 1515 y 1529). Los azulejos miden un metro cuadrado cada uno.

El robo se produce tras las críticas de los conservacionistas y poncinos por las carencias que sufre este monumento, uno de los mejores exponentes de la arquitectura mudéjar y en cuyo interior se reúnen piezas de gran valía artística, como el retablo de Martínez Montañés. La asociación Amigos del Monasterio de San Isidoro lleva años exigiendo que se extremen las medidas de seguridad del recinto. Según detalló a este periódico el secretario de dicha entidad, Juan José López, hasta 2013 estuvo vigente un convenio entre los propietarios del monumento -la familia Álvarez de Toledo-, la Junta y el Ayuntamiento de Santiponce para garantizar el uso cultural del recinto.

En virtud del acuerdo, los titulares cedían el monasterio, la Junta se encargaba de la vigilancia y de su gestión, mientras que el Consistorio poncino, a través de una empresa municipal, organizaba las visitas. "Había cuatro o cinco personas atendiendo a los grupos, a los que acompañaban como guías", recuerda López.

Esta situación cambió en 2013, cuando expiró el convenio, lo que puso en peligro que el monasterio siguiera abierto. Hubo que esperar a principios de este año para un nuevo acuerdo entre ambas administraciones. Desde entonces, la Junta se hace cargo de la vigilancia y las visitas, mientras que las labores de limpieza corresponden Ayuntamiento de Santiponce. En un principio, el personal que aporta la Agencia de Instituciones y Programas Culturales -órgano dependiente de la Consejería de Cultura- lo componen un gerente, un restaurador, un encargado del mantenimiento y dos vigilantes. Sin embargo, según detalla López, "la realidad es que la mayoría de los días sólo hay una persona en el monasterio, que ha reducido su horario de visita". "Los domingos y festivos está cerrado", comenta este vecino de Santiponce.

"Antes había un vigilante por la noche, pero si el robo se ha cometido de madrugada, es muy probable que no haya nadie a esas horas", refiere López, quien exige a la Junta una mayor seguridad en el monumento y más atención a quienes los visitan. "Los turistas entran y no hay quien los guíe", apostilla.

La Consejería de Cultura, por su parte, niega que se haya producido una merma de la vigilancia. "Todo lo contrario, desde que entró en vigor el nuevo convenio se ha reforzado la seguridad", señalan fuentes del departamento que dirige Rosa Aguilar, que en ningún momento quisieron confirmar que las piezas robadas sean del siglo XVI "al encontrarse en marcha el proceso de investigación". Igual de reacias a aportar datos se mostraron la alcaldesa poncina, la socialista Carolina Casanova, y la concejal de Cultura, Cristina López. Ambas declinaron hacer cualquier comentario al respecto, pese a tratarse de un robo en uno de los reclamos turísticos de Santiponce.

El monasterio de San Isidoro del Campo lo mandó construir Guzmán El Bueno en 1301. Catalogado como BIC y declarado Monumento Nacional en 1872, lo ocuparon los monjes jerónimos hasta 1978. Al margen de las piezas artísticas que atesora, uno de los hechos históricos más importantes que tuvieron lugar en él fue la primera traducción al castellano de la biblia, la conocida como Biblia del Oso, que sirvió de base para la reforma luterana. Este acontecimiento es uno de los motivos que lleva a muchos extranjeros a visitarlo, deseo que no se puede realizar ni los domingos ni los festivos.

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