Rechazo al PGOU de Palomares por sus excesivas viviendas

La Consejería de Obras Públicas ha rechazado de manera contundente el proyecto de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palomares del Río, elaborado por el anterior equipo de gobierno, y que actualmente permanece en suspenso tras la llegada a la Alcaldía del candidato del PSOE, Juan Bautista Ginés. Si el nuevo regidor palomareño tenía alguna intención de mantener las líneas de crecimiento establecidas en este nuevo PGOU, el informe elaborado por la Junta de Andalucía sobre este planeamiento urbanístico le obligará a rehacer por completo el documento.

El denominado "informe de incidencia territorial" sobre la propuesta palomareña critica tanto el desorbitado crecimiento residencial previsto como la creación de un amplio espacio productivo alejado del núcleo urbano, aunque lo acepta dentro de las denominadas "áreas de oportunidad" por su carácter metropolitano. Basada sobre todo en el problema del crecimiento de la población previsto, la conclusión del informe señala que "ante la magnitud del crecimiento demográfico previsto, se desconoce si se va a garantizar a la población residente y a los nuevos vecinos que ocupen las viviendas propuestas en el Plan la prestación de los servicios públicos básicos".

El PGOU de Palomares del Río plantea la construcción de 4.435 viviendas y un aumento de la población de 11.974 habitantes, lo que supone un incremento del 234,1% respecto de la población actual, siete veces por encima del límite del 30% impuesto por el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA). También propone la calificación como suelo urbanizable de más de 2,3 millones de metros cuadrados, un 59,01% por encima del límite del 40% que el POTA establece para este concepto.

Más allá de las cifras, el informe de Obras Públicas también pone de relevancia muchas carencias estructurales en el diseño del municipio. En primer lugar, advierte que el plan general "no justifica la dimensión del crecimiento propuesto en relación con la tendencia seguida en los últimos diez años para parámetros objetivos, tales como parque de viviendas, índices demográficos,...". Además, los técnicos de la Junta tampoco aceptan la justificación que ofrece el plan -prácticamente lo han hecho todos los planeamientos urbanísticos que propone crecimientos similares- cuando atribuye estas previsiones tan elevadas "a los movimientos migratorios del área metropolitana". En este sentido, recuerda que el documento urbanístico tampoco incluye un estudio "que acredite la necesidad de vivienda en el municipio en función de su realidad económica" aunque, en cualquier caso, señala que la oferta de suelo residencial es "claramente excesiva para su demanda endógena".

Es más, la Administración autonómica llega a la conclusión de que el nuevo planeamiento, aprobado inicialmente, apuesta por una especialización "residencial del municipio", una conclusión basada en el dato de que la superficie clasificada para uso residencial representa el 72,95% de la superficie total del suelo urbanizable. Esta "especialización" supone, a juicio de los técnicos de la Junta, que el nuevo plan "no aboga suficientemente por la consecución de un modelo de ciudad funcional y económicamente diversificada", sobre todo en un contexto en el que, además, la actividad económica centrada en la construcción de viviendas está en claro retroceso.

Al margen de la excesiva oferta residencial, el nuevo plan general de Palomares del Río presenta otras carencias en materias medioambientales, en dotaciones o en comunicaciones: las viviendas previstas en la cornisa invaden un espacio que, según la Junta, está protegido por Medio Ambiente; el plan "no establece ninguna previsión para dotaciones y equipamientos de ámbito supramunicipal que den respuesta al techo poblacional; y la única mejora de la red viaria planteada "consiste en bifurcar el acceso de la autovía Sevilla-Puebla".