Cinco municipios y el sector arrocero se adhieren al nuevo protocolo para la quema de rastrojos
Se va a fomentar la investigación para usos alternativos de estos residuos
Se establecerán turnos y criterios ambientales para las quemas necesarias
Los ayuntamientos se comprometen a adaptar sus respectivas ordenanzas municipales
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo Díaz, presidió el jueves el acto de adhesión de los ayuntamientos de Coria del Río, La Puebla del Río, Los Palacios y Villafranca, Aznalcázar e Isla Mayor y representantes del sector arrocero a un protocolo para la implantación de un nuevo modelo de gestión sostenible para la quema de los rastrojos generados tras la recolección del cultivo.
Según ha informado el Ayuntamiento de Los Palacios, Crespo explicó que el objetivo es ofrecer “una respuesta unificada y coordinada” que minimice el impacto a los núcleos de población colindantes, como ya está sucediendo en los primeros días de aplicación. De esta forma, las tres partes implicadas se comprometen “con la sostenibilidad económica y ambiental” y apuestan por un “modelo de gestión para la quema de rastrojos basado en la previsión de distintos escenarios meteorológicos”.
Durante el último año, la consejería ha impulsado una mesa de trabajo con el sector arrocero y los municipios afectados para buscar una solución respetuosa con el medio ambiente y que permita avanzar en proyectos de economía circular. Fruto de esta colaboración se fija como práctica recomendada realizar una gestión de la paja con procedimientos distintos a la quema y, en caso contrario, se definen las condiciones y requisitos necesarios para proceder a éstas de forma segura.
Además, a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) se va a fomentar la investigación y transferencia de conocimiento, para estudiar las posibilidades de incorporación de la paja en el terreno y para explorar otros usos como recurso biomásico.
El alcalde de Los Palacios y Villafranca, por su parte, expresó tras la firma que "ha sido un año de trabajo en positivo, en el que hay que agradecer la voluntad de la Junta a la hora de atender las demandas de los municipios afectados".
En base al nuevo modelo, y fruto de un equipo técnico multidisciplinar del que forman parte la Secretaría General de Agricultura; la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático; la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) dependiente de la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera; el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), el Infoca, Agentes de Medio Ambiente y técnicos de la Delegación Territorial de Sevilla, se analizan los tipos de dispersión de partículas y se establecen tres escenarios meteorológicos para permitir o no la quema por polígonos de superficie sin generar molestias, se programan las parcelas sobre las que se actúa, se fijan turnos y horarios atendiendo a las condiciones agronómicas, se llevan a cabo vigilancias y se proponen criterios geográficos y de dilución para mantener siempre el nivel de contaminantes por debajo de los índices permitidos.
Por ejemplo, no deben realizarse quemas ni el día que llueva ni el siguiente, para evitar que el combustible esté muy húmedo y provoque más humo. Y está desaconsejada la quema de restos de cultivos en parcelas a menos de un kilómetro de un núcleo de población o una franja de seguridad de 400 metros en las parcelas con influencia forestal.
Por su parte, los ayuntamientos firmantes del protocolo manifiestan su voluntad de adaptar las ordenanzas municipales para promover el dictado de bandos municipales que recojan de manera homogénea los requisitos de quema de la paja; y las entidades representativas del sector arrocero (Federación de Arroceros de Sevilla, UPA, Asaja y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía) promoverán la adopción de este modelo de gestión, fomentando su conocimiento por parte de todo el sector, manteniendo una interlocución activa con los ayuntamientos y con la propia consejería, de forma que el modelo pueda ir adaptándose y mejorando durante la campaña de cultivo.
En este sentido, ya el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca publicó un bando de alcaldía el 19 de octubre con las recomendaciones, procedimiento y requisitos a seguir para la quema de rastrojos.
Sevilla, es la provincia española más productora de arroz. El cultivo del arroz ocupa en Andalucía una superficie cercana a las 40.000 hectáreas. Estas cifras sitúan a la comunidad en el primer lugar en superficie y producción dentro de España. El cultivo se sitúa principalmente en la provincia de Sevilla (el 93% del total), en la comarca del Bajo Guadalquivir y el resto en la provincia de Cádiz, en la comarca de La Janda. El rendimiento medio del cultivo se sitúa en los 9.000 kg/ha, el más elevado de Europa, que da lugar a unas producciones totales de aproximadamente 360.000 toneladas, casi la mitad de todo el arroz que se produce en España.
La recolección del arroz en la provincia de Sevilla se concentra principalmente en el mes de octubre. Una vez finalizada la misma se inicia, en parte de la superficie, la quema de la paja generada, siendo una práctica que tiene lugar mayoritariamente en los meses posteriores. El cultivo del arroz tiene un alto valor ambiental y genera beneficios a la avifauna.
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