El PSOE consuma el relevo en la Alcaldía prometiendo un "nuevo tiempo" político
Alcalá de Guadaíra
Ana Isabel Jiménez se convierte en la primera alcaldesa socialista de un gran municipio metropolitano. El lunes se sentará con los grupos de la oposición para retomar el "diálogo".
El PSOE de Sevilla consumó ayer en Alcalá de Guadaíra el que venía siendo uno de sus grandes frentes abiertos en una provincia en la que goza de relativa calma: el relevo de Antonio Gutiérrez Limones, alcalde desde 1995, sin agravar la fractura en el PSOE local y sin perder el gobierno de una ciudad estratégica. Ha trabajado mucho en ello y ya es una realidad: Ana Isabel Jiménez (40 años, concejal de Cultura y diputada provincial) se convirtió en alcaldesa en un Pleno sin apenas tensión. La oposición, pese a todo lo dicho, votó dividida. El PSOE lo sabía y ni siquiera esperó a que tomara posesión la nueva concejal, Pilar Benítez. Fue al pleno con ocho ediles. La mayoría en las urnas fue suficiente para que Jiménez fuera investida y lanzara como alcaldesa un mensaje: empieza un "nuevo tiempo" político en Alcalá de Guadaíra -hasta cuatro veces repitió el concepto en su discurso-, en el que una de las premisas será el "diálogo", término que usó hasta en seis ocasiones.
A diferencia de hace diez meses, cuando Limones fue reelegido tras las municipales, la oposición fue dura, pero se mostró dispuesta a dar al menos cien días para que la regidora demuestre que el cambio que anuncia y vienen reclamando es real. "Mi mandato estará orientado a buscar soluciones y no excusas", "quiero reforzar la confianza de los ciudadanos en la política desde el trabajo, la ejemplaridad, la ética y la transparencia", arrancó. Como primera medida, iniciará una "ronda de contactos" con los grupos políticos -se sentará ya a partir de lunes-, con los agentes económicos y sociales para conseguir un "gran acuerdo sobre los principales objetivos estratégicos de Alcalá". Pero dejó claros también los que serán "pilares básicos" en su acción de gobierno: la cohesión social (un plan de mejora de servicios sociales, nuevos lazos con la comunidad educativa, un órgano de participación juvenil, un plan director que mejore el deporte base, trabajar desde la perspectiva de género); el desarrollo sostenible (una estrategia de "crecimiento inteligente basado en la innovación e investigación", el turismo y la cultura como motores también de crecimiento social y económico) y la transparencia, la participación ciudadana y la gestión de calidad, para lo que recordó la frase de Tierno Galván: "Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal".
Jiménez también puso el acento en que Alcalá es la tercera ciudad de Sevilla, "eje fundamental del área metropolitana" y que apuesta por la "máxima cooperación institucional" con la Junta, la Diputación, el Estado y los municipios del entorno, pero será "exigente" para que se cumplan compromisos, como los plazos para que Alcalá tenga el tranvía a la capital, uno de los grandes proyectos que Limones no ha podido inaugurar.
Para su predecesor, que tampoco asistió a este Pleno, tuvo una fugaz referencia: "Siendo muy joven me animó a que participara con él en la candidatura de 1995 y desde ese momento la política me enamoró", dijo, antes de reconocer también el trabajo de Félix Juan Montero, Manuel Hermosín y Guillermina Navarro, quien fue la primera alcaldesa de Alcalá, pero por poco tiempo, entre Hermosín, que renunció antes de ser inhabilitado, y Limones. Jiménez sí es la primera alcaldesa que llega como una apuesta de futuro y la primera socialista en un municipio metropolitano de gran población.
Susana Díaz le trasladó su felicitación a través de Twitter, pero se espera una pronta visita. El desembarco de representantes institucionales en Alcalá fue ayer significativo: el consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano; el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos; la delegada del Gobierno de la Junta, Esther Gil; la edil sevillana Adela Castaño, y un nutrido número de alcaldes y concejales del área metropolitana, entre ellos Rocío Sutil, edil de Mairena del Alcor que asumirá en la Diputación las áreas de Cultura y Ciudadanía, que deja Ana Isabel Jiménez para centrarse en Alcalá.
La más dura de los portavoces de los grupos de la oposición durante su intervención en el Pleno fue María Fernández, de IU, quien se mostró convencida de que Limones terminará inhabilitado por el caso ACM, como 20 años antes ocurrió con Manuel Hermosín, por recalificar unos terrenos tras la intermediación de Juan Guerra. Casi como si fuera esa moción de censura que no se pudo presentar, se centró en atacar su gestión: el único "mantra para defenderle" es que "ha transformado la ciudad, pero utilizando el dinero de todos en pelotazos urbanísticos y obras propias de un megalómano". También habló de un alcalde con "actitudes mafiosas". Los tres ediles de IU votaron a la portavoz del PA, Lola Aquino, al igual que dos de los cuatro ediles de Alcalá Puede que aún cuentan con el aval de Podemos (recibieron por esta "acción tránsfuga" el reproche de sus compañeras), y que intentaron promover la moción de censura y el gobierno alternativo. Aquino pidió "tolerancia, respeto, diálogo...", que han "brillado por su ausencia" en los últimos años.
El PP votó a su candidata Mari Carmen Rodríguez Hornillo, que instó a la nueva alcaldesa a "abrir las ventanas del gobierno" y a tomar en los cien primeros días "medidas contundentes y concretas para demostrar que no es cómplice" de la gestión anterior. Hornillo también aprovechó para censurar a los grupos de la oposición que quisieron los votos del PP pero le vetaron para la Alcaldía. La portavoz de Ciudadanos, Rosa Carro, y la de Alcalá Puede, Jessica Garrote, pidieron una política constructiva.
Como portavoz del PSOE ejerció Salvador Escudero, quien sí tuvo palabras de reconocimiento para Limones y su gestión, refrendada seis veces en las urnas; mostró el respaldo y la "ilusión" del PSOE con esta nueva etapa y con Ana Isabel Jiménez, a la que instó a dialogar, pero también a "no dejarse llevar por aquellos cuya única intención es marear la perdiz" y "bloquear" por "intereses partidistas".
Una alcaldesa con pantalones
"No es casual que me haya puesto pantalones, nada es casual". Así contestó la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, a una reportera que le preguntó por la polémica del día y que atrajo a más medios de los habituales en un acto de este tipo: un texto que el responsable de protocolo distribuyó a los ediles y otros trabajadores con las instrucciones del día que, incluía, entre otras, una recomendación llamativa: "Los señores concejales irán de traje y corbata y las señoras concejales con ropa de vestir (no pantalones) de color discreto...". Jiménez atribuyó el párrafo a "un error", a un "corta y pega" de otro texto de protocolo, fruto de las prisas. Ahora se revisarán todos. La única que hizo alusión al tema durante su el Pleno fue Lola Aquino, portavoz del PA, que recordó a Jiménez que "ya ha tenido que pedir disculpas por algo que refleja la dejadez del PSOE en el Ayuntamiento". "Hereda muchos problemas pendientes de solución, algunos son estructurales, otros frutos de la nefasta gestión de Limones y del PSOE en los últimos años".
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