Once detenidos por el robo con butrón a una tienda de drones

Una banda de delincuentes asaltó una tienda de electrónica de Gelves el pasado puente de la Hispanidad. Los ladrones entraron en el negocio -el mayor distribuidor de drones de Sevilla, proveedor del Ejército y las Fuerzas de Seguridad- practicando un butrón en la pared. Para acceder hasta la tienda tuvieron que forzar cinco puertas. Una vez dentro del local, sustrajeron 136 drones.

El robo se produjo de madrugada. Los ladrones tuvieron tiempo de sobra porque sabían que hasta el siguiente día laborable no iría nadie a la tienda. Tuvieron que cargar los drones en un camión y bajar y subir la escalera hasta la sala en la que se guardaban los aparatos en infinidad de ocasiones. Tanto esfuerzo requirió un avituallamiento. Los delincuentes se bebieron todas las cervezas y refrescos que los dueños del negocio guardaban en un frigorífico situado en otra sala.

La tienda está ubicada en un polígono industrial de este municipio del Aljarafe. Primero entraron en una nave colindante. Lo hicieron forzando la puerta y fracturando el bombín de la cerradura, sustituyéndolo luego por otro. Desde esta nave, hicieron un agujero en la pared medianera del piso superior que comunica esta nave con la vecina. El butrón lo practicaron a la altura justa para poder acceder al rellano y no caerse por la escalera, lo que indica que los delincuentes podían tener una cierta información previa o conocer al menos la estructura de las naves de este polígono.

En total se llevaron 136 drones tipo Phantom 3. Este modelo tiene tres variantes: el Advance, el Profesional y el Estándar. El primero se vende al público por 899 euros, el segundo por 1.399 y el tercero por 599. Días después del robo, las páginas web de venta de artículos de segunda mano comenzaron a llenarse de anuncios en los que se ofrecían drones Phantom 3 a mitad de precio. Se ofrecían por internet con el embalaje original y casi siempre el vendedor daba alguna explicación para justificar el bajo precio. Uno de los que lo ofrecían por internet aseguraba que le habían regalado dos drones de este modelo y que uno se lo iba a quedar para dárselo a su hijo, mientras que había puesto el otro a la venta.

Quienes compraron los drones en este mercado negro se encontraron después con una sorpresa. Cuando quisieron registrar el dron en el sistema que tiene el fabricante para poder empezar a volarlo, recibieron la visita de la Guardia Civil. Cada dron tiene un número de serie que, para activar, es necesario aportar una información personal del comprador y una dirección de correo electrónico. Si no se introduce esto, el dron no se pone en marcha. Es algo parecido a un teléfono móvil, al que hace falta un código PIN para poder encender.

La información personal de la persona que pretende activar el aparato llega directamente al fabricante, a China, y desde allí éste lo remite a la tienda, que previamente ha dado aviso de los drones que le han desaparecido y de los números de series de éstos. Finalmente, la tienda avisa a la Guardia Civil y le indica dónde y quién ha intentado activar uno de sus drones robados.

De esta forma, en los cuatro meses que han transcurrido desde el robo hasta hoy se han recuperado 40 de los 136 drones sustraídos. Estos aparatos han sido ya devueltos al fabricante para que pueda venderlos legalmente. En total han sido detenidas once personas relacionadas con el robo y con la posterior compra o venta del material desaparecido en la tienda de Gelves. Además de los aparatos provistos de cámaras de grabación, los ladrones robaron también siete emisoras de radiocontrol, 85 gafas de visión y una cámara fotográfica. El valor de lo sustraído asciende a 150.000 euros.

La operación sigue abierta, ya que los investigadores del instituto armado están pendientes de realizar nuevas detenciones y esperan recuperar la totalidad de la mercancía, ya que tiene una difícil salida en el mercado ilegal dados los numerosos mecanismos de control que existen sobre estos aparatos.