Naturaleza al alcance de la mano
Actualidad Provincia
El Monte San Antonio es, además de uno de los viveros de la Diputación, una muestra de la flora y fauna del parque de la Sierra Norte en 400 hectáreas.
Llegar hasta el Monte San Antonio es un delicioso aperitivo de lo que nos espera, un acercamiento fiel a la Sierra Norte en 400 hectáreas. Esta finca forma parte del patrimonio rústico que posee Diputación y que se adquirió a mediados del siglo pasado con la idea de generar empleo agrario en determinadas zonas más deprimidas de la provincia. Actualmente, la finca tiene una doble vertiente de uso público y de explotación como vivero y santuario de especies ganaderas autóctonas en peligro de extinción como la churra lebrijana y la serrana andaluza.
El visitante puede encontrar especies típicas del bosque mediterráneo como alcornoques, encinas o quejigos, además de especies de ribera como chopos, fresnos o sauces y algunos majuelos. También abundan jaguarzos y jaras, salpicados con tomillos, cantuesos, aluagas, madroños, y acebuches. Todo señalizado en diferentes itinerarios para que el visitante no se pierda ningún detalle.
Respecto a los aprovechamientos, son los tradicionales del campo: los forestales de la saca del corcho cada nueve años y la leña, actualmente compatibilizando los aprovechamientos tradicionales con la masa forestal, realizando trabajos herbícolas periódicamente, así como el mantenimiento de las infraestructuras de cortafuegos.
Pero también tiene una vertiente ganadera con la conservación y mejora de animales domésticos en vías de extinción. De este modo, hay 300 cabezas de cabra serrana andaluza y unas 120 de ovejas churras lebrijanas. Desde aquí se facilitan a los ganaderos interesados en el mantenimiento de estas especies, los chotos y los borregos.
Se favorece el uso cingético de la finca a los cazadores de la zona pertenecientes a la Sociedad de Cazadores de Cazalla de la Sierra.
A todo esto se une que, desde hace más de una década, la Diputación estableció el uso público con visitas en las que se desarrollan actividades didáctico-recreativas de las que se benefician escolares de la provincia y centros culturales. En este sentido, además de crear itinerarios botánicos que dan a miradores, hay la posibilidad de conocer la fauna, además de las churras lebrijanas y las serranas andaluzas, algunas propias de la zona como ciervos, gamos y muflones y los peces de los ríos de la zona en unas balsas construidas para simular el curso de un río. Aquí se pueden ver bogas, cachos, barbos, carpas y black bass.
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