Muere una mujer a manos de su ex pareja en Lebrija
Una vecina encontró el cuerpo sin vida en la calle, bajo el balcón de la vivienda. La víctima había presentado varias denuncias por malos tratos y el presunto agresor tenía una orden de alejamiento desde noviembre. La fallecida es hija de la cantaora flamenca Juana Vargas.
Nuevo caso de violencia de género en la provincia de Sevilla. Una mujer, de 36 años, ha muerto de madrugada en su vivienda en Lebrija, presuntamente a manos de su ex marido, donde el supuesto agresor habría entrado de madrugada para acabar con su vida. Según ha podido saber este periódico, no se ha encontrado arma homicida en el lugar del crimen. El hombre, de unos 40 años, se encuentra ingresado en el hospital de Valme tras haberse autolesionado. Los hechos, según ha relatado la alcaldesa de la localidad, María José Fernández, se han producido sobre las 04.00 horas de la madrugada, cuando tras una pelea el hombre ha acabado con la vida de la mujer y, aunque se ha establecido el secreto de sumario, todo parece indicar que "es posible que haya habido una caída desde el balcón" de la vivienda, situada en una primera planta. La mujer deja dos hijos, de 11 y 7 años.
La mujer, que es hija de la conocida cantaora flamenca Juana Vargas, había presentado dos denuncias por malos tratos contra su ex pareja, una en junio y otra en noviembre, la segunda de las cuales dio lugar a que se dictara una orden de alejamiento con fecha del pasado día 27 de noviembre.
El Ayuntamiento de la localidad ha suspendido todos los actos previstos durante la jornada, tanto electorales como navideños, mientras que las banderas ondean a media asta en señal de luto. El Consistorio lebrijano ya se ha puesto en contacto con la familia de la fallecida para trasladar su pésame y dar su apoyo en unos momentos en los que le ha ofrecido, además, su disponibilidad para todo lo que ésta necesitara. En este sentido, además de suspenderse todos los actos de campaña electoral que iban a celebrarse este miércoles, el alumbrado especial de navidad permanecerá apagado durante toda la jornada, a la par que se han anulado las actividades programadas.
La mujer asesinada había confesado a un compañero de trabajo que sufrió malos tratosdurante su matrimonio, pero en ningún momento dijo que temiera por su vida o por la de sus hijos. Este compañero, Manuel, ha dicho que el matrimonio llevaba separado varios meses y que antes habían regentado un bar en la vecina localidad de El Cuervo, de donde es natural el supuesto agresor. En esa época, la mujer había comentado que su esposo estaba metido en negocios relacionados con la droga, lo que habría propiciado la separación de la pareja, ha agregado.
Por otra parte, una joven empleada de la panadería Virgen de la Oliva, ubicada en las cercanías del domicilio donde se ha producido el suceso, en la calle Zancarrón Jazmín numero 83, ha señalado a Efe que iba a trabajar sobre las 5:40 horas cuando descubrió el cadáver de la mujer. La víctima yacía "tirada en el suelo, rodeada de un charco de sangre" bajo el balcón de su vivienda, una casa unifamiliar de dos plantas, por lo que llamó a la Guardia Civil y a sus padres, ya que estaba muy nerviosa y temía que el agresor pudiera seguir en la zona. Sin embargo, éste había acudido al centro de salud para ser atendido de las heridas que presentaba en una muñeca, lugar al que acudieron los agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron y donde ha quedado precintado su vehículo, han indicado los vecinos.
Se trata de la cuarta víctima de violencia de género este año, la tercera en menos de un mes. Los crímenes machistas han teñido de dolor a las localidades de Alcalá de Guadaíra, Sanlúcar la Mayor y Marchena, y ahora Lebrija. El primero de estos asesinatos se remonta a la madrugada del 3 de junio pasado, cuando Mario Calderón, de 52 años, acabó con la vida de su mujer, María del Águila Pérez, de 50, a la que golpeó con la tapa de una cisterna y le asestó tres puñaladas en la espalda. El crimen ocurrió sobre las dos de la madrugada en una vivienda del número 7 de la calle Combate de los Castillejos y el asesino llamó a su hermano para confesarle que había hecho "algo muy gordo". El segundo asesinato machista también se produjo de madrugada, el pasado 12 de noviembre, en una vivienda de Sanlúcar la Mayor. En este caso, Juan Guerrero, de 46 años, acabó con la vida de su esposa, María del Carmen Almanza, de 45, a la que disparó con una escopeta de caza, en presencia del único hijo de la pareja, un adolescente de 14 años que salió a la calle gritando y pidiendo auxilio. Su padre, tras disparar sobre la víctima, se suicidó con la misma escopeta. La víctima tuvo tiempo de telefonear al servicio de emergencias 112, pero sólo tuvo tiempo para pronunciar una frase: "Me han pegado un tiro".
El tercer asesinato machista se produjo tan sólo dos días después, el 14 de noviembre, cuando José Manuel Moreno, mató a su esposa, Eva Perea, a la que asestó tres puñaladas con un cuchillo de cocina en su vivienda de Marchena. La víctima murió de madrugada en el hospital Virgen del Rocío, adonde fue trasladada desde el hospital de Osuna, tras ser operada de urgencia. El agresor confesó a una vecina "lo que había hecho" con su esposa.
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