Los Molares: la historia sale a la luz
A escondidas por Sevilla (III)
En la tercera entrega de esta serie, repasamos el rico patrimonio de esta localidad situada entre Utrera y la Sierra de Cádiz
Sevilla/Tal vez porque Utrera con sus casi 55.000 habitantes le robe protagonismo; o porque camino de la Sierra de Cádiz, no nos merezca la pena saber qué es eso de Los Molares que se pronuncia en un solo cartel de tráfico, justo en el desvío del pueblo; o porque su feria de la Seda no sea tan mediática a pesar de recibir más de 21.000 visitantes en cada celebración anual. Sea la razón que sea, está claro que el pueblo de Los Molares es uno de los grandes desconocidos de la provincia de Sevilla, sin embargo, son muchos los textos escritos y artículos en los que se hablaba de él. Hasta los Álvarez Quintero estrenaron un entremés cómico en Madrid en el año 1912 llamado Juanillo el de Los Molares.
En 1253 pasó a formar parte de las tierras a repartir a quienes ayudaron a conquistar Sevilla por Fernando III en 1248, y en 1310 Fernando IV le otorga a López Gutiérrez de Toledo esta villa, entonces heredad del Molar.
Un municipio cargado de historia, y de Prehistoria, que a día de hoy vuelve a excavar el dolmen de Cañada Real que fuera ya excavado en 1968 por Juan de Mata Carriazo, pero que se cubrió después de su hallazgo. Un proyecto muy ambicioso por parte del grupo de personas que ahora gestionan el Consistorio y que puede convertir a Los Molares en un lugar primordial a la hora de contar la historia.
Confieso y pido disculpas a los vecinos por no haberme parado a averiguar qué era eso de Los Molares al ver el único cartel de tráfico que lo menciona, camino de la Sierra, y tuvo que ser mi gran amigo Juan Jesús coronilla (El Guaje) quién me diera a conocer su maravilloso pueblo, con ese impresionante castillo.
Si hablamos del castillo y sus habitantes, hay que resaltar la figura de María de Mendoza, proveniente de un importante linaje castellano, fue la primera Condesa de Los Molares. Unida en matrimonio con Per Afán de Rivera sobre 1443, uniéndose así a la ciudad de Sevilla y conectando el linaje de los Mendoza a la ciudad, donde falleció en 1493.
Fue la impulsora del comercio de la seda en particular, a partir de 1465, cuando Enrique IV le cede una feria franca destinada al comercio, que tomó mayor notoriedad e importancia a finales del siglo XV con el descubrimiento de América, y se ha recuperado gracias al entusiasmo y empeño de muchos de sus vecinos, que por el mes de octubre, visten y engalanan sus calles para conmemorar la Feria de la seda.
Otro personaje importante y notorio (y notario) fue Baltasar del Alcázar, un poeta del siglo de oro que no dejaba de sorprender en sus letras sobre la Villa, siempre haciendo referencia al buen yantar y las mujeres. Fue soldado a las órdenes del Marqués de Santa Cruz por corto periodo, y acabo ejerciendo de alcaide en Los Molares.
En definitiva, un castillo que en breve albergará en su interior un museo sobre su historia y unas excavaciones que van a dar mucho de qué hablar. Sin duda no debes pasar de largo cuando veas el único cartel de tráfico que lo menciona… ¡entra a conocerlo!
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