Marchena y La Luisiana se quedan sin agua para beber por el benceno

Salud la declara no apta para beber ni cocinar, aunque sí puede usarse para el aseo personal y limpieza

El Consorcio del Plan Écija asegura que en el último análisis los parámetros ya son bajos, aunque hay que confirmarlo con más muestras

Una vista del municipio sevillano de Marchena donde se ha declarado no apta para el consumo el agua corriente / Juan Carlos Vázquez
Trinidad Perdiguero

03 de diciembre 2020 - 16:32

La Delegación Territorial de Salud ha declarado este jueves como como no apta para el consumo humano el agua de la que se surten los municipios de Marchena y La Luisiana, que suman más de 24.000 habitantes, tras confirmarse que durante días han registrado una concentración superior a los límites normativos permitidos de Benceno.

Esta declaración implica que el agua no es potable y no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos, aunque para sí higiene personal y limpieza doméstica, según ha informado la Delegación del Gobierno de la Junta.

El problema afecta a casi 19.500 residentes en Marchena y unos 4.600 en La Luisiana. En ambos municipios el agua procede del Consorcio del Plan Écija, aunque es gestionada en baja por la empresa Hidralia (en el caso de Marchena) y por la propia empresa instrumental del consorcio en La Lusiana, Areciar (Agencia de Régimen Especial del Ciclo Integral del Agua del Retortillo).

La presidenta del Plan Écija, la alcaldesa de Osuna Rosario Andújar, asegura que el problema estaría relacionado con un cambio en el suministro de carbón activo que se usa para potabilizar el agua en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP).

A raíz de ello, se han venido detectado niveles altos de algunos parámeteros, entre ellos el benceno, durante varios días, tras lo cual Salud ha declarado que el agua no es apta para el consumo.

Esta ETAP es la misma que se usa para el resto municipios del consorcio: Écija, Cañada Rosal, Fuentes de Andalucía, Campana, Paradas, Arahal, Morón, Lantejuela, Osuna, La Puebla de Cazalla, El Rubio, Marinaleda y Herrera.

Pero Andújar asegura que los parámetros fuera de los límites de benceno se habrían recogido en la salida hacia los municipios de Marchena y La Lusiana.

Pese a ello, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad de los vecinos, porque asegura que ya ayer miércoles hubo análisis que salieron dentro de los límites, aunque deben mantenerse así en varias muestras durante varios días para que el agua pueda volver a declararse apta para el consumo humano.

Según ha podido saber este diario, se habrían detectado de media niveles de benceno en los últimos días de 1,5 microgramos por litro, cuando la normativa española fija un tope de 1 microgramo por litro. Es mucho más restrictiva que las directrices que marca la OMS, de hasta 10 mocrogramos por litro.

La empresa Hidralia, que gestiona el agua en baja en Marchena ha anunciado que desde este viernes va a suministrar agua con camiones cisterna a la población, con especial atención a las residencias de mayores y a los colegios, con el llenado de aljibes en los casos que sea posible.

En la La Lusiana, será Areciar la que deba cubrir de ese modo las necesidades, hasta que el agua del grifo vuelva a ser potable.

¿Qué es el Benceno?

El Benceno, también conocido como Benzol es un derivado del petróleo y una de las 20 sustancias químicas más producidas. Se utiliza para fabricar otros productos químicos y también en la fabricación de ciertos tipos de detergentes, medicamentos o plaguicidas.

El benceno se degrada más lentamente en el agua y el suelo, es un compuesto poco soluble en agua y se puede filtrar desde el suelo hacia el agua subterránea.

La ingestión de alimentos o bebidas que contienen niveles altos de benceno tienen efectos adversos para la salud, pudiendo producir vómitos, irritación del estómago, mareo o somnolencia. Si se consume en pequeñas proporciones no tiene declarados efectos adversos.

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