La Junta defiende la viabilidad del plan de Grupo México en Aznalcóllar
Insiste en que vertidos como los que ha causado en su país no se darán, por las exigencias que se han impuesto. La otra empresa denuncia posible prevaricación y cohecho en la adjudicación.
La directora general de Industria, Energía y Minas de la Junta, María José Asensio, descartó este jueves que en Aznalcóllar se puedan repetir vertidos como el que en agosto afectó al río Sonora en una mina del Grupo México, la empresa que ha ganado el concurso para explotar el yacimiento sevillano. Asensio recordó que el "tipo de instalaciones" que propician esos episodios no se pueden construir en Aznalcóllar por las condiciones exigidas en el concurso. Éste "no contemplaba penalizar" esos antecedentes, pero sus exigencias suponen mayor garantía de seguridad que la revisión de cualquier "currículum". "Tenemos un muy buen proyecto, que va a mejorar las condiciones de seguridad y ambientales del yacimiento, va a generar actividad de manera inmediata e ilusión en el entorno; y va a cerrar una herida abierta desde hace muchos años en el sector minero".
Así lo defendió la responsable de Minas junto al secretario general de Innovación, Industria y Energía, Vicente Fernández, en la primera comparecencia con la que la Junta ha querido mitigar las sombras que planean sobre un concurso que se ideó para lo contrario: dar seguridad a una explotación que ya provocó un desastre ambiental y hacerlo con "transparencia" y "objetividad", con un concurso competitivo, para elegir el mejor proyecto. Pero Emerita Resources España, del grupo de inversiones canadiense Forbes & Manhattan, empresa que ha resultado descartada, lo cuestiona y, como había anunciado, ya este jueves presentó una denuncia contra la Junta por presuntos delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y fraude. En la demanda se pide que se requiera el expediente completo del concurso, "para así conocerlos informes y criterios de valoración, así como para poder comparar las ofertas presentadas y ver si se ajustan a dichos informes y valoraciones".
Los responsables de Minas insistieron en que Emerita está en su derecho, que puede someterse también a la Ley de Arbitraje para "resolver discrepancias". Pero niegan esa falta transparencia y recordaron que Emerita no quiso que la presentación de su proyecto a la mesa técnica se retransmitiera por streaming (en directo, por internet). En cualquier caso, sólo una orden judicial podría parar una adjudicación oficial desde que la resolución se notificó a las partes, el miércoles. Minorbis-Grupo México, en el que participa la empresa cordobesa Magtel, tiene el título de concesionario de Aznalcóllar por 30 años. Es la quinta explotación de la Faja Pirítica Ibérica que se pone en marcha desde 2009, cuando las nuevas técnicas, el precio de los metales y la apuesta de la Junta por el empleo en este sector han propiciado su auge.
Este jueves quedó claro que la propuesta de los mexicanos es la que ha resultado más creíble para los seis funcionarios (una letrada, un interventor, un técnico de la Consejería de Hacienda, otro de Medio Ambiente y dos del Servicio de Minas) y para la propia María José Asensio, que han participado en la mesa. Se impuso en la "calidad, la credibilidad del proyecto de explotación y su adaptación al entorno en un espacio protegido", dijo Asensio. También se ha considerado la propuesta más viable económica y financieramente, es decir, que tiene "suficiente capacidad de fondos propios" o de generarlos por otras vías para llevar a cabo lo que pone sobre el papel.
Los proyectos no se han podido hacer públicos. Contienen información sensible para las empresas aunque la Junta ha pedido permiso para hacerlo, dice. Pero este jueves se dieron más detalles sobre la puntuación de cada uno en cada bloque del concurso. Emérita puntuó más que Minorbis-Grupo México en su proyecto de investigación (8,4 y 7,3, respectivamente, sobre 10) y en el de otras mejoras sociales en el entorno (consiguió un pleno, 10 puntos, frente a un 1,8 de Grupo México). Pero la multinacional canadiense quedó por debajo en lo importante: 40,2 puntos frente a los 46,8 del Grupo México, de un total de 60, en el proyecto de explotación; y en su viabilidad financiera, 19 puntos, frente al máximo de 20 de su competidor.
Con la adjudicación, Minorbis-Grupo México asume todo el pasivo ambiental, las instalaciones de la vieja mina, cuyo mantenimiento costaba a la Junta 1,3 millones al año: la presa de estériles clausurada, la depuradora, la escombrera, la corta de Aznalcóllar (donde está el lodo recogido tras el vertido) y la de los Frailes. Según Asensio, uno de los "grandes valores" del proyecto es la "extensión y la intensidad de la restauración" de lo que ya existe -las cortas quedarán clausuradas, cubiertas de vegetación- y de lo que se genere con la nueva explotación. Como se había avanzado, será interior. En las galerías que vayan quedando en desuso se inyectarán, inertizados, los residuos. Además, la empresa construirá una planta para tratar el mineral, uno de los aspectos que generan más empleos.
La empresa ya puede iniciar los trabajos de preparación del complejo y los trámites para el proyecto de investigación -en 60 días debe depositar una primera fianza, de 45.500 euros, por el 4% de las inversiones mínimas exigibles en esta fase- que se resolverán de forma más ágil porque se trata de un proyecto que ya conocen los técnicos. Se estima que en dos o tres meses comenzarán los sondeos de investigación, que se podrían prolongar durante ocho meses. A la vez, se irá trabajando en la Autorización Ambiental Unificada. Los trabajos en sí de extracción no comenzarán antes de dos años y generarán más de 400 empleos directos. Pero antes, en la construcción de la planta y preparación de la mina, se producirán picos de unas mil personas contratadas.
Con los datos que existen en la actualidad, la mina tiene reservas para unos 15 años (37 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos, como cobre, plomo y zinc). Aunque se espera que los nuevos estudios y las nuevas técnicas prolonguen esa previsión. Aguas Teñidas (Matsa) lleva cinco años en funcionamiento y ahora tiene más reservas detectadas que cuando se empezó.
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