La Junta inmoviliza una partida de pescado de forma preventiva
Tragedia en Alcalá
La consejera de Salud no descarta ninguna causa y defiende la actuación de los equipos médicos. El Defensor del Paciente pide a la Fiscalía que investigue la asistencia.
La Junta de Andalucía ha inmovilizado una partida de pescado relacionada con los alimentos que consumió la familia de Alcalá de Guadaíra horas antes de registrarse el fallecimiento de los padres y de la hija mayor. La consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, explicó este lunes que se trata de una medida preventiva hasta que se conozca la causa de esta tragedia familiar. "La clave estará en los resultados de los análisis microbiológicos y toxicológicos que se están realizando, algunos de ellos en Sevilla y otros en Madrid", precisó la titular de Salud. Aunque la alerta sanitaria permanece activa hasta que se esclarezca el origen de la intoxicación, Sánchez Rubio realizó un llamamiento a "la tranquilidad a los vecinos por la ausencia de riesgos para la población". Desde los hechos, ocurridos en la madrugada del pasado sábado, no se han registrado más casos de intoxicación.
Las investigaciones realizadas por técnicos de Salud Pública apuntan a que el origen de la intoxicación se encuentra en el propio domicilio familiar y, en este sentido, se están estudiando muestras tanto de los alimentos, como del agua, el gas o incluso la estufa.
Sánchez Rubio expresó este lunes sus condolencias y su solidaridad con la familia, a la que la Consejería que dirige continuará apoyando en todo momento, según dijo. La hija menor, de 13 años, está recibiendo asistencia psicológica por parte del servicio de salud mental en el Hospital Infantil del Virgen del Rocío para superar el profundo dolor por la pérdida de sus seres queridos.
Durante el relato de los hechos, la consejera de Salud defendió a los equipos de Emergencias Sanitarias que atendieron a esta familia y precisó que se realizaron dos llamadas al centro coordinador, a las 2:55 y a las 9:09. En la primera visita al domicilio un equipo integrado por un médico, un enfermero y un conductor trató a la familia y les advirtió que volvieran a llamar si empeoraban. La evolución fue grave y muy acelerada. Sólo seis horas después, en la segunda visita al domicilio, la hija mayor se encontraba en parada cardiorrespiratoria. El padre, de 61 años, y la madre, de 50, fallecieron horas después, el sábado por la tarde, en el Hospital de Valme, mientras que la hija menor ingresó en el Hospital Infantil y se recupera favorablemente. "Los equipos actuaron según los protocolos establecidos para estos casos de intoxicación alimentaria", insistió Sánchez Rubio, quien apuntó a que la causa de los fallecimientos es un agente "muy virulento".
Los alimentos localizados en el domicilio "había sido adquiridos y se encontraban perfectamente etiquetados", explicó Sánchez Rubio, para insistir en que se trata de productos típicos de una compra navideña. "Esta familia no había acudido a los contenedores a buscar comida", insistió.
Mientras se esclarecen la causa de las tres muertes, la Asociación El Defensor del Paciente insta a la Fiscalía para que realice una investigación y pida responsabilidades en el caso de que se detecte una asistencia sanitaria deficitaria. "Con ello esperamos que las diligencias previas prosperen para comprobar si esta familia debería haber sido evacuada a un hospital en la primera llamada que se realizó a Emergencias Sanitarias y si hay una posible negligencia", explicó este lunes María Jesús Villalpando, letrada del Defensor del Paciente. Por su parte, la Fiscalía tiene previsto solicitar al juzgado que levante el secreto del sumario decretado para que se puedan conocer los detalles del caso.
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