Juan José Cortés irrumpe en el conflicto de Estepa para pedir calma
Altercados en Estepa
La Unión Romaní alerta de la "situación desesperada" de algunas familias gitanas del pueblo.
Juan José Cortés, el padre de la pequeña Mari Luz, se presentó ayer en el Ayuntamiento de Estepa (Sevilla) para interesarse por el conflicto generado en la localidad por el incendio de varias viviendas del clan de los Chorizos, a los que atribuyen una oleada de robos. Cortés, que se reunió con los miembros del equipo de gobierno local, aseguró a los periodistas que "Estepa no es un pueblo racista", en respuesta a quienes opinan que los incidentes tienen un origen racista.
El padre de Mari Luz hizo un llamamiento a la calma de todas las partes enfrentadas y pidió expresamente que se desconvoquen las posibles manifestaciones que se están impulsando en las redes sociales y que no cuentan con la preceptiva autorización. El representante de la comunidad gitana también hizo un llamamiento a la cordura y a que se evite la violencia, y añadió que él sigue confiando en la actuación de la Justicia en el caso de la muerte de su hija.
La Unión Romaní llamó precisamente ayer la atención sobre la situación "desesperada" que están viviendo algunas familias gitanas en Estepa tras los incidentes registrados con el clan familiar de los Chorizos y reclamó la "conmiseración y la fraternidad" para aquellos "que son también víctimas de la exclusión y la marginalidad arrastrada desde hace tantos años". El secretario general de la Unión Romani, Manuel García Rondón, se reunió con miembros de tres familias cuyas viviendas se vieron afectadas por un incendio tras la manifestación del pasado sábado, compuestas por un total de 12 personas, entre ellas tres menores.
De otro lado, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Estepa ratificó ayer el ingreso en prisión provisional por un delito de robo en casa habitada de dos miembros del clan de los Chorizos que fueron detenidos en la tarde del pasado domingo cuando circulaban en una furgoneta que fue interceptada a la entrada a Sevilla, según confirmaron fuentes judiciales.
Los dos miembros de este clan, cuyos continuos robos en la localidad estepeña han desencadenado los incidentes del pasado fin de semana, comparecieron en el juzgado a través de una videoconferencia desde la cárcel de Sevilla-I, donde se encuentran desde la tarde del lunes cuando el juez de guardia decretó el ingreso en prisión de estas dos personas, que ya tenían antecedentes por delitos similares.
La comparecencia había sido fijada para que el juez de Estepa que debe investigar los hechos pudiese ratificar o no la medida de privación de libertad acordada. En ambos casos, el juez ha confirmado la prisión provisional por un delito de robo en casa habitada, según las mismas fuentes.
En el vehículo fueron hallados "objetos cuya procedencia no pudieron aclarar", entre ellos un frigorífico, un sofá, colchones y muebles que habían sido robados ese mismo sábado de la protesta, en una casa de campo en Estepa.
En el vehículo junto a los dos detenidos viajaba otra mujer que fue imputada de un delito contra la seguridad vial, porque conducía un Audi A-3 junto a la furgoneta con los puntos del carné agotados. También iba con ellos un menor de edad.
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