Juan Escámez muere horas después de presidir un Pleno
Un infarto acaba con la vida del alcalde y diputado provincial, antiguo escolta de Chaves y referente comarcal por impulsar el tren de Cercanías y la energía solar
Los niños no fueron al colegio. Sus vecinos aplaudieron la llegada del féretro al Ayuntamiento donde la noche antes había presidido un pleno ordinario en el que se aprobaron los presupuestos. El alcalde en funciones, en Pleno extraordinario celebrado en la mañana de ayer, decretó tres días de luto oficial. Sanlúcar la Mayor ha perdido a su alcalde, Juan Escámez. Un infarto acabó con su vida. Tenía 53 años. Era un hombre bueno. Epíteto que utilizaron en todo momento sus compañeros y sus adversarios políticos.
Llegó a la Alcaldía en 2003 con mayoría absoluta. Todo un mérito para un novato en estas lides. "Como jefe de mi seguridad le entró el pique por la política", decía ayer su amigo Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Administración Territorial, que conoció la noticia de visita oficial en Vitoria.
Juan Escámez había sido un escolta con currículum. El alcalde que durante los últimos siete años rigió los destinos municipales de Sanlúcar la Mayor era un policía nacional que había estudiado Educación Física, Criminología y Alta Dirección de Instituciones en la Fundación San Telmo.
"Un político con mayúsculas", dijo ayer en un comunicado el PSOE de Sevilla, a cuya Ejecutiva provincial pertenecía como vocal de la zona Aljarafe Interior. La Diputación Provincial, en la que ocupaba escaño, decretó tres días de luto. Su presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, destacó ayer su "lealtad institucional".
El ministro de Fomento, José Blanco, estaba de visita en Huelva y viajó a Sanlúcar la Mayor para transmitir su condolencia a la esposa y los dos hijos de Escámez. El fallecido alcalde se había convertido en referente comarcal por sus reivindicaciones del tren de cercanías y por hacer de Sanlúcar un exponente de la energía solar.
"Tenía una calidad humana extraordinaria", dijo ayer a este periódico Alejandro Haurie, director de la Hacienda Benazuza, el antiguo palacio de los príncipes árabes ubicado en el término de Sanlúcar, único establecimiento andaluz con dos estrellas Michelín. "Todos los años nos hacía una visita por si nos hacía falta algo. Estábamos muy ilusionados con el proyecto del Corredor Verde que nos permitirá otro acceso al hotel, un empeño personal suyo".
El mismo año que tomó posesión como alcalde, 2003, ofició la boda civil del entonces consejero de Turismo de la Junta, el andalucista Antonio Ortega. "Se preparaba las bodas. Era cercano y entrañable", dice el director del Benazuza, del que es asesor gastronómico el creador del Bulli. "Ferran Adrià lo conoció en una reunión. Le he dado la noticia".
Miguel Ángel Escámez, hermano del alcalde fallecido, regenta una carnicería en Sanlúcar. El jefe de cocina de Benazuza, Rafael Zafra, destaca su bondad y cercanía. "La última vez que lo vi", dice Alejandro Haurie, "fue en la Venta Pazo. Él venía de una reunión en Sevilla, yo iba al hotel. Me invitó a desayunar".
José Antonio Viera, secretario general del PSOE sevillano, dijo que el de ayer era "un día de profunda consternación para toda la familia socialista". El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, visitó ayer la capilla ardiente en el Ayuntamiento. Hoy se celebrará un funeral en la parroquia de Santa María.
El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, destacó las aportaciones de Escámez al municipalismo. Presidió la Mancomunidad para el Fomento y Desarrollo del Aljarafe. Comarca que el 15 de septiembre de 2003, el año que llegó a la Alcaldía, se vio sacudida por la muerte en el ejercicio de su cargo de Regla Jiménez, alcaldesa de Espartinas. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, de visita en Sevilla, transmitió su "más sentido pésame a su familia y a toda la familia socialista".
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