Indignación y temor en Écija ante posibles nuevas riadas esta semana

Llueve sobre mojado en Écija. Más de 120 operarios y vecinos de la localidad astigitana se afanan desde la madrugada de ayer en retirar el lodo y el agua de calles, casas y garajes. Con las miradas temerosas en dirección al cielo, medio centenar de personas protagonizaron el mediodía de ayer una cacerolada ante una situación que ya se está volviendo insostenible. En 15 días, dos riadas. Y lo peor: seguirá lloviendo. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, se esperan lluvias durante toda la semana. Las pérdidas son cuantiosas. En la primera inundación provocada por el desbordamiento del río Genil, se contabilizaron hasta 18 millones de euros 18 millones de euros en pérdidas, a los que hay que sumar los desperfectos de la nueva inundación causada este fin de semana por el arroyo Argamasilla, que ha afectado a más de 30 calles en el casco histórico. Cuatro personas de avanzada edad y que viven solas fueron desalojadas y trasladadas a domicilios de familiares como medida de prevención. Dos centros educativos, el colegio público Miguel de Cervantes y el centro de adultos, no abrirán hoy lunes por el lodo acumulado en las aulas.

El alcalde de Écija, Juan Wic, explicó ayer que todos los esfuerzos se centran ahora en limpiar las calles y las casas de la localidad. "Los vecinos están ya cabreados. Saben que el problema no es nuevo", comentó el primer edil. A cinco metros de profundidad en el subsuelo de Écija, el arroyo Argamasilla discurre canalizado atravesando el casco histórico. Una tercera parte de esta canalización está obstruida por suciedad que no se ha retirado a tiempo, una situación que impide contener el agua, que sale por arquetas y alcantarillas con la llegada de los temporales de lluvias. Juan Wic recordó que la solución a este problema, que se repite cada vez que se registran lluvias intensas, pasa por la finalización de las obras que se están ejecutando para desviar el arroyo Argamasilla, así como otros tres arroyos, del casco urbano de Écija. Estas obras que dependen de la Junta de Andalucía, concretamente de la Agencia Andaluza del Agua, supone una inversión de 30 millones, pero su finalización es aún una incógnita.

Mientras tanto, centenares de familias afectadas por las continuas riadas tratan de salvar los enseres más valiosos y de recuperar, en la medida de lo posible, la normalidad en Écija. Bomberos de esta población y de otros parques ubicados en Fuentes de Andalucía, Osuna, Marchena y Estepa colaboran junto a los agentes de la Policía Local, personal de Protección Civil y los operarios municipales para tratar de limpiar el casco urbano. Este dispositivo despejó ayer hasta el 80% de las calles que el pasado sábado quedaron cubiertas por el agua y el lodo. Pero las previsiones del tiempo no son halagüeñas. Hoy lunes se mantiene la alerta amarilla ante las nuevas lluvias que se esperan en Écija.