Imputados por malos tratos tres trabajadores del asilo clandestino
El juez deja libre al dueño de la residencia, que tendrá que comparecer cada semana en los juzgados y permanece imputado por varios delitos de maltrato
La Guardia Civil ha imputado por malos tratos a tres trabajadores de la residencia de ancianos clandestina descubierta en un chalé situado junto a la carretera de Brenes. Con estas tres, ya son cinco las personas imputadas en la llamada operación Yayo, después de que el instituto armado detuviera al regente del asilo y a su compañera sentimental el pasado martes. Los dos se encuentran ya en libertad después de que uno de ellos, el dueño, fuera puesto a disposición del juzgado número 3 de Carmona y su mujer fuera liberada en las mismas dependencias de la Guardia Civil.
Los tres trabajadores han sido imputados, entre otros motivos, por no hacer nada para evitar el maltrato a los ancianos ni poner los hechos en conocimiento de la Guardia Civil. En el asilo, que carecía de licencia, se encontraron a catorce personas sin control alimenticio ni sanitario, faltos de higiene y sin ningún tipo de medida de seguridad. Trece de los catorce ancianos han sido trasladados a dos asilos de la Junta, uno en Montequinto y otro en Heliópolis, mientras que una persona más, enferma, fue ingresada en el Hospital Virgen Macarena.
La operación se completó el pasado martes después de semanas de investigación. Todo comenzó gracias a una llamada anónima recibida por el teléfono de atención a las personas mayores, dependiente de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. El denunciante aseguraba que en un asilo de Carmona se estaban maltratando a las personas mayores. La Junta trasladó un informe con los datos aportados por el denunciante anónimo a la Fiscalía de Sevilla, que ordenó una investigación al Equipo Mujer Menor (Emume), la unidad especializada en los delitos relacionados con los malos tratos y la violencia familiar de la Guardia Civil.
Los agentes localizaron el chalé de Carmona, pero en el interior no había ningún anciano. Finalmente los guardias localizaron a los mayores en un chalé situado en la carretera de Brenes, junto a las naves de una conocida empresa de mudanzas, en el término municipal de La Rinconada. Dentro de este chalé había catorce ancianos que vivían en unas condiciones precarias.
La Guardia Civil solicitó una orden de registro del asilo al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Carmona, encargado del caso tras la denuncia anónima, ante la sospecha de que a una anciana enferma le podrían estar suministrando un medicamento de manera incontrolada. Una vez dentro, los agentes comprobaron la veracidad de la denuncia telefónica.
Los ancianos no tenían cuidados sanitarios ni higiénicos, recibían una deficiente alimentación sin ningún tipo de control de nutrición, se les administraban fármacos de manera abusiva y sufrían malos tratos físicos. La residencia no tenía licencia ni permiso de ninguna clase para ejercer la actividad que tenía y las irregularidades en su interior eran muchas. Por ejemplo, las bombonas de butano se colocaban junto a las cabeceras de las camas, los pañales se apilaban en el hueco de la chimenea del chalé y a los ancianos se les lavaba sentados en sillas de plástico en la bañera, con la posibilidad de un resbalón.
Todo esto motivó la detención del propietario del geriátrico, identificado como M. R. S, de 59 años, y de su pareja, R. B. N. La Guardia Civil decidió ayer dejar en libertad a la mujer debido a que tiene un familiar dependiente al que cuidar, de manera que permanece imputada pero no fue llevada a declarar ante el juez. Quien sí pasó a disposición judicial fue el regente del asilo, que quedó en libertad con cargos y con la medida cautelar de presentarse semanalmente en los juzgados. Tanto a él como a su compañera, y ahora también a los trabajadores, se les imputan varios delitos de malos tratos.
La Guardia Civil también está investigando si los responsables de la residencia hacían un uso indebido de los fondos de los ancianos. Según explicaron fuentes del instituto armado, el control económico de la pareja sobre los residentes era "irregular". Los detenidos trasladaban con frecuencia de lugar el asilo, que ha estado ubicado en varios chalés de la provincia. Los vecinos de la última ubicación, en la carretera de Brenes, mostraron este miércoles su extrañeza ante la noticia, puesto que, según aseguraron, los ancianos siempre hablaban bien de los dueños del asilo.
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