"Dos Hermanas puede cubrir carencias de Sevilla y Entrenúcleos será centro neurálgico"
Francisco Toscano. Alcalde de Dos Hermanas y Candidato a la reelección
El regidor defiende su proyecto de ciudad, negando la megalomanía que se le atribuye: es una planificación metropolitana, hecha con "calidad", sin dejar deudas y que sigue "viva" pese a la crisis.
El que es uno de los barones del PSOE en Sevilla, Francisco Toscano, no se prodiga en la prensa, tal vez por una timidez que -dice- la vida pública no ha mitigado o porque no ha necesitado vender su gestión fuera. Le va bien así. Crítico muchas veces en su partido, este hijo de juez nacido en la calle Trastamara de Sevilla, con 14 hermanos, abogado, es un verso suelto del PSOE, que le proyecta menos de lo que se supondría por los 32 años que lleva como alcalde en una ciudad que ha pasado de 30.000 a 140.000 vecinos y es el mayor feudo socialista en Andalucía. La entrevista está pedida desde hace meses. Se fija cerca de las elecciones, el día que José Antonio Griñán declara en el Supremo e Inmobiliaria del Sur y BBVA anuncian 2.434 pisos en Entrenúcleos, el gran barrio urbanizado y vacío que -está seguro- se convertirá en "centro neurálgico" del área metropolitana.
-Explíqueme por qué dijo que era hora de retirarse y ha decidido después optar a la reelección.
-Como cualquier ser humano, cuando uno tiene la edad de jubilarse, se plantea un cambio de vida tras un largo periodo dedicado a la política y al trabajo. Pero cuando, con la crisis, la ciudadanía se ha resignado a que nuestros hijos vivirán peor, no me conformo. En lo que está en nuestra mano, en lo local, hay que seguir para impulsar proyectos que se han ralentizado pero pueden contribuir a mejorar las cosas. En mi familia hay 59 personas de 20 a 40 años, los más preparados trabajan a 10.000 kilómetros. Lo peor es que la circunstancia se asume como una fatalidad, sin otra opción, y creo que se pueden hacer cosas.
-¿No tiene que ver con que en el PSOE no haya relevo claro para garantizar la mayoría absoluta?
-Todo tiene que ver, pero para seguir hay que tener ilusión. Lo que me motiva es que hay una nueva etapa y que Dos Hermanas tiene mucho que aportar para mejorar la vida de muchas personas. La experiencia y el respeto que me pueden tener en distintos ámbitos políticos y económicos facilita avanzar en ellos. Y no me atrevo a pronunciarme sobre qué haré en cuatro años cuando veo a Paco de la Torre, en Málaga, y a Torres Hurtado, en Granada, que me sacan años y siguen.
-Sus adversarios dicen que no es bueno que un partido y la misma persona gobiernen más de 30 años, que hay que abrir ventanas y cajones, romper inercias.
-Los entiendo: menos saludable es estar permanentemente en la oposición y difícil ejercerla de forma coherente y constructiva. Pero en democracia deciden los ciudadanos y en estos momentos de dudas sobre los políticos esos años son una garantía de cómo se han hecho las cosas. Me han investigado de arriba a abajo, a mi entorno y equipo. Nunca puedes poner la mano en el fuego, pero me da tranquilidad.
-Haga balance de este mandato.
-Los mandatos son muy cortos y, lejos de lo que se cree, es un problema. Las ciudades necesitan más para transformarse. Hay que diseñarlas a 20 años. En un primer periodo dotamos a Dos Hermanas de equipamientos y estructuras internas. Nuestro segundo plan se salía de la esfera local. Dos Hermanas envuelve a la capital desde el Sur, con mucho término, y pensamos en un diseño complementario, en cubrir carencias de la capital a las que otros pueblos no pueden dar respuesta. Ahora ha arrancado la segunda fase del polígono de la Isla, Megapark, que será la zona industrial más potente de Andalucía, pensada para más de 20.000 empleos. Entrenúcleos está diseñado para ser el centro neurálgico de la aglomeración urbana y no es sólo un foco residencial, es un parque tecnológico y lleva un parque forestal de más de 300 hectáreas, más que Tablada, dos veces el Alamillo y algo mayor que Central Park. En el balance está cómo hemos administrado el dinero, con austeridad. Se han hecho grandes proyectos sin quedar en manos de los bancos. Dos Hermanas tiene el presupuesto por habitante más pequeño del país que permite el menor nivel de impuestos, unos presupuestos en función de los ingresos reales en una ciudad de trabajadores. Apenas debemos 12 millones, y ciudades de nuestro tamaño, Algeciras, Cádiz o Jaén, deben más de 200. En años de crisis hemos podido mantener los servicios, cubrir necesidades de equipamientos, ampliar incluso las actividades humanas (cultura, ocio y deportes) y atender las carencias de las familias, aumentando las contrataciones y las ayudas sociales.
-Esa apuesta metropolitana contrasta con los pocos avances que se han hecho en ese sentido.
-Durante mucho tiempo, me apasionó trabajar en ello, pero cuesta mucho en este país. Las áreas metropolitanas se han disuelto y Sevilla no es una excepción. Desde Dos Hermanas lanzamos la idea de la Gran Sevilla como un concepto solidario más que jerárquico de Sevilla y su cinturón. Pero los alcaldes de la capital, que debían haber liberado de forma natural ese proceso, no lo han hecho. Se ha logrado avanzar servicio a servicio, el agua o la depuración en la etapa de Sánchez Monteseirín, el Consorcio de Transportes, en el que todavía faltan el Cercanías y el Metro. Alguna vez he contando que defendimos desde aquí que saliera de la ciudad en la que se estaba diseñando. Teníamos la experiencia del Cercanías y propusimos poner dinero si llegaba a Montequinto. Pero salió adelante por un momento de debilidad del PSOE y el PP y un pacto con el PA para garantizar la gobernabilidad en Sevilla y a la Junta le vino bien, así el control económico quedó en sus manos, y se extendió por San Juan y Mairena. Hoy, el nacimiento de la zona franca del Puerto, un proyecto que desde la capital se ve como su juguete, debería estar abierto a los municipios del entorno del río. Ni en Cádiz ni en Barcelona se circunscribe a un municipio. Es un ejemplo más de que Sevilla no ejerce el liderazgo y se abre a un desarrollo global de la aglomeración, como sería lógico.
-Los proyectos que ha incluido en su balance ya estaban antes, la crisis los dejó parados y se tachan de megalómanos. ¿Necesita Dos Hermanas un hipódromo o un velódromo?
-No hay ego personal, sino un trabajo de años y de plantear con visión de futuro la aglomeración urbana de Sevilla, qué le falta y qué podemos aportar. Dos Hermanas era el patito feo de los tres grandes pueblos de esta zona, hoy suma más que Alcalá de Guadaíra y Utrera y tiene un motor propio, estamos bien económicamente, estructurados. La variante de Cádiz fue una apuesta frente a Sevilla, que pensaba en una variante de Bellavista; se duplicó la vía del tren, se han hecho vías de penetración a Sevilla y llegará la SE-40. Estamos en condiciones de complementar a Sevilla. Al ciudadano no le importa estar en un lado u otro, sí que las cosas funcionen. Y es importante la calidad de esos equipamientos y que están pagados. Nadie ha metido la mano, ahora no da pudor decirlo. El Velódromo, como palacio de deportes, lo usan 20.000 vecinos al mes y ha costado 11 millones. Otros similares han costado más de cien y se deben. Después de criticarlo, todos los partidos lo han usando y dado proyección a la ciudad. El hipódromo costó 30 millones que no han salido de las arcas municipales. Es una apuesta que necesita tiempo, va a servir de actividad turística y de empleo.
-Otro gran plan, que ha hecho aguas, ha sido el de VPO, más de 5.000 viviendas, que se han quedado sin financiación y causado problemas a muchos jóvenes.
-Las únicas viviendas de VPO que se han hecho en Andalucía en la crisis, 1.300, están en Entrenúcleos. Emvisesa ha hecho 17. Ha tenido muchas dificultades, pero sólo las evitas si no haces nada. Hay familias que con poco más de 300 euros al mes tienen una magnífica vivienda. En Entrenúcleos hay suelo para 8.000 VPO que convivirán con las privadas en una ciudad integrada.
-Dos Hermanas es una enorme ciudad dormitorio, la mayoría sale fuera a trabajar y hay casi 19.000 parados.
-El paro nos afecta como a nuestro entorno, pero menos que a otras ciudades más industriales, la nuestra es más mixta. Nos corresponde crear los espacios y las infraestructuras para que el empleo sea posible. Apostamos por un parque tecnológico y suelos industriales para atender a cualquier demanda que llegue. Uno de los motivos de esperanza es que, pese a la crisis, Megapark se ha puesto en marcha, está en obras, tiene financiación. El sitio es privilegiado. Las cosas no cuajan porque se vaya a un despacho, sino porque se piensan, se proyectan y se hacen. En todo el cinturón de Sevilla no hay suelo ordenado con esa garantía jurídica y económica, por eso ha llegado La Loyola o se han anunciado las viviendas en Entrenúcleos de Inmobiliaria del Sur y el BBVA. Yo no lo veré, o ya anciano, pero Entrenúcleos será el centro neurálgico de toda Sevilla y pensado desde lo público, con una elevada calidad de infraestructuras. Es mayor que el barrio de Los Remedios, de moda en su época. Una vez que esté hecho se podrá retomar el Metro. Ahora no tiene sentido reivindicarlo sin vecinos. Pero la realidad hará que en unos años, con una pequeña inversión, se dote a esa zona de un transporte público importante, porque ya está previsto.
-¿Y tiene sentido seguir hablando de expansión metropolitana cuando Sevilla pierde población y hay muchas viviendas vacías?
-El BBVA, principal propietario, que se distingue por tener uno de los mejores gabinetes de estudios, estima que el cinturón de Sevilla absorberá en diez años una expansión de más de 10.000 personas y ha optado por centrarla ahí.
-Con esa visión sorprende que se resista a desarrollar la Ley de Grandes Ciudades, sobre todo, con un distrito para Montequinto.
-No estoy de acuerdo con esa ley. Defendí la de Autonomía Local de Andalucía, que da capacidad a todos los municipios para autoorganizarse. Hay cosas de la Ley de Grandes Ciudades que suponen elevado coste y poca efectividad. Nos sumamos para que cuando se cambie la financiación local nos coja el corte. En nombre de la democracia participativa se han hecho cosas de dudoso éxito, como los presupuestos participativos, que para decidir sobre una milésima parte del presupuesto se implica una milésima parte de la población, o las primarias abiertas en los partidos en las que cualquier grupito organizado se impone, no es real. La panacea no es que Montequinto decida sobre una pequeñísima parte de las inversiones, sino que se responda a sus demandas.
-¿Cuál es entonces la respuesta a un barrio en tierra de nadie, que sería el cuarto o el quinto mayor municipio de la provincia?
-Las raíces de Montequinto son las mismas que las de Dos Hermanas, con décadas de diferencia. Nació en una época de expansión. Hace 32 años la basura se recogía con carros. Nuestro empeño ha sido que tenga una autonomía real, con servicios, no burocrática, y se ha convertido en una de las mejores zonas para vivir en el cinturón de Sevilla, y más con el Metro. No jugamos con el de dónde eres, dónde vives.
-¿Por que cree que, a diferencia del Aljarafe, Dos Hermanas se ha mantenido como feudo del PSOE? El crecimiento suele favorecer la alternancia en los municipios, el voto conservador.
-Hemos cuidado siempre la cohesión social. En una ciudad en la que todos venimos de fuera, hemos potenciado que la gente se asocie, las actividades deportivas que propician vivencias en el municipio. Los clubes sociales han cumplido 25 años, son municipales porque las inversiones importantes las hace el Ayuntamiento, pero el día a día lo gestionan y costean los socios y los tienen como algo propio. Hay más de una veintena. Es en esos ámbitos donde se integran los vecinos más allá de su procedencia y estatus. El Aljarafe es más elitista. Se tengan las ideas que se tengan, cuando llegan las elecciones locales en Dos Hermanas hay generosidad con este gobierno y estoy convenido de que volverá a ocurrir.
-¿Tienen encuestas?
-No propias, pero sabemos que nos dan mayoría, que puede ser absoluta si no se da por hecho que vamos a ganar y la gente va a votar. Van a entrar nuevas formaciones como Ciudadanos, y, dependiendo de cómo quede Podemos, Ganemos e IU, el que se apodere de la franquicia, tendrá su espacio. Pero el único partido que tiene su lista aprobada es el PSOE. La gente no te descubre en un día, sino por el trabajo hecho, y confiamos en que se distingan las elecciones locales de otras y nos den estabilidad. Aunque el 99% de los asuntos en el Pleno ya se han aprobado por unanimidad o con otro grupo.
-¿Por qué con sus resultados electorales y lo que representa Dos Hermanas no tiene más proyección en el PSOE?
-Uno tiene que ser consciente de sus limitaciones, no valemos para todo. Yo me centré en Dos Hermanas. El partido me ha dado otras opciones y no me quejo. Cuando fueron de ámbito municipal, como la FAMP, las acepté, otras no y eso no hace mucha gracia en las estructuras de los partidos, por un mal concepto de servilismo, de que tienes que estar para lo que se determine. Nada más llegar me propusieron presidir la Diputación, más adelante ser consejero y lo rechacé. Pero eso me da autonomía y complicidad con mis vecinos. Otros lo entienden como un pulso de poder.
"Susana Díaz se debe centrar en Andalucía"
Francisco Toscano fue uno de los referentes críticos con Susana Díaz cuando empezó a proyectarse. Preguntado cómo ve ahora su liderazgo, el resultado de las elecciones autonómicas y el mapa político, afirma que "las elecciones han venido muy bien para Andalucía y para el partido, porque han puesto a cada uno en su órbita". En este sentido, cree que Díaz "se ha situado como una líder de primerísimo nivel, a nivel de Andalucía, en donde se debe centrar". Y añade que han pasado pocos meses desde las primarias pero que "los últimos acontecimientos, van asentando a Pedro Sánchez como líder nacional". "Creo que las elecciones también han asentado este tema y dejado a cada uno en su sitio", apostilla.
La entrevista es el mismo día que el ex presidente de la Junta José Antonio Griñán está declarando en el Supremo y es inevitable la pregunta de qué ha pasado en el PSOE y si Griñán y Manuel Chaves, como otros miembros que están declarando en sede judicial por este asunto, deberían renunciar a sus actas, al menos, por no haber evitado el descontrol generalizado de fondos públicos. "Aparte de un descontrol -responde- ha habido una mala gestión del partido. Pude hablar hace tres años con Griñán y exponerlo en un comité. Creo que el partido ni actuó entonces ni posteriormente, ni ahora ha sabido afrontar su mayor reto, que ha puesto en duda la honestidad de la formación ante los ciudadanos". "Como militante, pedí a Griñán que actuara de otra manera, como secretario general, y no lo hizo". Había que afrontar quiénes estaban afectados en materia de delito y "apartarlos", quiénes tenían una responsabilidad política y "arropar a los que no tienen nada que ver". Pero recuerda que el ex presidente "tenía su tesis, que quería máxima colaboración con la Justicia, diferenciarse de otros partidos que no colaboran". Toscano cree que "pecó de ingenuidad" y eso le obligó a dejar la Presidencia. "Le dijimos que esto iba más allá de un problema que existe porque una minoría ha hecho una malversación de caudales públicos, que iba derivar en un juicio general del partido", que "ya se intentó con el PSOE de Felipe González y ahora hay un conjunto de intereses que lo intentan con el partido en Andalucía". El partido "no lo ha sabido hacer y paga las consecuencias". "Afortunadamente, la ciudadanía distingue más de lo que pensamos, se ha visto en las elecciones andaluzas". También cree que la Justicia puede adoptar las medidas que sean necesarias sin tantos "aspavientos". En cuanto las renuncias de Chaves y Griñán, afirma que es una decisión personal, de responsabilidad en su caso, pero insiste en que no se les imputa ningún delito.
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