Hallan un segundo bebé en otro congelador de la casa de Pilas
Horror en el Aljarafe
El marido de la presunta parricida encuentra el cadáver de otro recién nacido cuando limpiaba una nevera tipo arcón, apenas dos semanas y media después del macabro descubrimiento del primer bebé.
Apenas dos semanas y media después de que apareciera un bebé muerto en un congelador de una casa de Pilas, otro hallazgo igual de macabro incluyó este martes para siempre el nombre de este municipio del Aljarafe en la historia de la crónica negra española. Otra vez la misma mujer, la misma casa, la misma historia. A las once de la mañana, la Policía Local de Pilas recibía la llamada de un hombre alertando de que había aparecido el cuerpo de otro recién nacido en otra nevera en la misma vivienda, en el número 51 de la calle Beatriz de Cabrera.
Quien llamaba era la misma persona que lo hizo la tarde del 9 de noviembre para comunicar el hallazgo del primer bebé, un hermano del marido de la presunta parricida. Decía exactamente lo mismo que la primera vez: su hermano, Francisco Antonio H. L., había encontrado al segundo bebé cuando limpiaba el congelador. El niño estaba en el fondo del refrigerador, envuelto en plásticos. La única diferencia con el primer caso era que el segundo cuerpo se hallaba en el fondo de una nevera tipo arcón y el primero estaba en el congelador de un frigorífico convencional.
Otra vez se activó el mismo protocolo. Poco antes de las once y media de la mañana, la Guardia Civil cortó al tráfico la calle Beatriz de Cabrera e inspeccionó el interior de la casa. Los agentes confirmaron la veracidad de la llamada, retiraron de la casa al marido de la presunta parricida y avisaron al juez de Guardia de Sanlúcar la Mayor, que ordenó el levantamiento del cadáver. Una hora más tarde, los restos del recién nacido eran sacados del domicilio en una nevera portátil y trasladados al Instituto Anatómico Forense de Sevilla, donde en las próximas horas se le practicará la autopsia.
El juez ordenó entonces el registro del domicilio, para lo cual fue necesaria la presencia de la presunta parricida, Sara L. H., de 35 años, que se encuentra en prisión preventiva acusada de asesinato desde que se descubriera el primer cuerpo. Este martes trascendió también que esta mujer está embarazada de siete meses y medio, algo que, como en el caso anterior, nadie había notado en su entorno en las últimas semanas. Sara llegó a la que fue su casa pasadas las dos y media de la tarde. Fue trasladada en una ambulancia y entró custodiada por la Guardia Civil, con las manos esposadas y con una multitud que se agolpaba tras el cordón policial y que la recibió con gritos de "asesina" y "criminal" y peticiones de Justicia.
Mientras tanto, su marido y el padre y el tío de éste aguardaban en la puerta a que terminaran la inspección de la vivienda. Fuentes del caso explicaron que Sara no pronunció una sola palabra durante el registro, al que asistió impasible durante la hora y media que duró y en el que participaron tanto el juez del caso, el titular de Primera Instancia e Instrucción 4 de Sanlúcar la Mayor como la fiscal y los agentes del instituto armado. En todo momento estuvo asistida por su abogado, Manuel Caballero, el mismo que defendió a Samuel Benítez en el caso Marta del Castillo. Fue luego trasladada al cuartel de Villamanrique, al que llegó en la ambulancia escoltada por dos patrulleros, y de ahí a los juzgados de Sanlúcar la Mayor. Lo único que ha trascendido de su declaración ante el juez es que no recordaba este segundo embarazo.
Por la tarde, la Guardia Civil comenzó a registrar una parcela que la familia tiene en la carretera entre Pilas y Villamanrique de la Condesa, si bien este registro se interrumpió al caer la noche y continua este miércoles. Se trata de un olivar situado a unos kilómetros del casco urbano de Pilas, que fue acordonado y precintado. Fuentes del caso explicaron que en principio no hay indicios de que aparezcan más restos en esta finca, pero que el juez ha ordenado el registro para descartar todas las posibilidades.
De hecho, en la primera ocasión, no se registró la vivienda de la calle Beatriz de Cabrera tras el levantamiento del cadáver del bebé. Pese a que el alcalde de Pilas, Jesús María Sánchez, aseguraba este martes a las puertas de la vivienda que la Policía Local y la Guardia Civil realizaron un "registro exhaustivo", fuentes del caso indicaron que sólo se trató de una inspección ocular y el levantamiento del cadáver, ya que nadie pensó que pudiera aparecer otro bebé oculto en otro congelador de la misma casa.
Tras el segundo hallazgo, los agentes encargados de la investigación registrarán de manera concienzuda tanto la casa como la parcela, que se revisará incluso con perros especializados. También se mirará un pozo situado junto al olivar, en el que se introducirán los buzos de la Guardia Civil.
Hasta aquí los hechos objetivos. El nuevo hallazgo abre una serie de interrogantes que tendrán que ser esclarecidos en las próximas semanas. Cuánto tiempo llevaba el segundo bebé en el congelador, nació vivo y fue asesinado o fue un aborto, cómo pudo parir esta mujer a dos niños sin que nadie de su familia se diera cuenta ni la ayudara, cómo nadie de su entorno se había percatado de su nuevo embarazo pese a que lleva siete meses y medio de gestación... Son algunas de las cuestiones que tendrán que aclararse para acallar la multitud de rumores que desde este martes por la mañana corren por Pilas y, sobre todo, por el barrio de Bareta, escenario de los hechos.
El primer bebé encontrado llevaba 17 meses en el congelador, según el avance de la autopsia. Precisamente para esta semana estaba previsto que se diera sepultura al cadáver de este primer niño, ya que el juez no había autorizado su incineración ante la posibilidad de que fuera necesario realizarle una segunda prueba forense.
Tras su detención, Sara admitió ante el juez ser la madre del niño y negó que lo asesinara. Aseguró que había nacido muerto y que lo guardó en el congelador para conservarlo. Lo hizo "por amor", llegó a decir en aquella primera declaración. No dijo en ningún momento que había otro cadáver en otra nevera de la casa ni lo comentó tampoco en prisión, como se rumoreó este martes por la mañana en Pilas.
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