La Guardia Civil registrará más casas de familiares de la parricida
Horror en el Aljarafe
El juez ordena que se inspeccionen otras propiedades del entorno de Sara López en Pilas, entre ellas la vivienda de la madre y varias parcelas, tras no hallarse ayer indicios de la existencia de más bebés muertos.
La Guardia Civil registrará en los próximos días las viviendas de familiares de la presunta parricida de Pilas, después de que este miércoles no se encontraran indicios de que hubiera más cadáveres ocultos. Desde primera hora de la mañana, los agentes del instituto armado, de la Policía Local y de los Bomberos, bajo la supervisión del juez, revisaron exhaustivamente una parcela propiedad de la familia de Sara López, la mujer de 35 años acusada de congelar a dos bebés en su vivienda del número 51 de la calle Beatriz de Cabrera.
La finca por la que comenzaron los registros es un olivar situado en la carretera que une Pilas y Villamanrique de la Condesa, en una zona conocida como Cantarrana, a tan sólo unos metros del corredor verde frecuentado cada año por miles de rocieros. Durante todo el día se revisó exhaustivamente el terreno y se miró especialmente en un pozo, en el que se sumergieron los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. También se peinó toda la zona con los perros de la unidad canina de este cuerpo.
Los trabajos de rastreo de esta parcela se prolongaron durante todo el día, por lo que no se pudieron completar los restantes registros previstos. Este jueves continúan estas inspecciones en casas de familiares de Sara, entre ellas la de su madre, que fue precintada este miércoles por la Guardia Civil. También se revisará otra parcela propiedad de unos hermanos de la presunta parricida en otra urbanización de la carretera a Villamanrique, unos kilómetros más adelante del olivar inspeccionado ayer. La tercera propiedad que se revisará es otra finca rústica de la familia situada entre Pilas e Hinojos.
Estos registros no obedecen a ningún indicio objetivo que haga pensar a los investigadores que puedan aparecer nuevos cadáveres. Los encargados de la investigación pretenden con ellos descartar todas las posibilidades y evitar nuevas sorpresas como la del segundo hallazgo en la casa de los horrores. Después de que el marido de la presunta parricida, Francisco Antonio H. L., encontrara el cadáver del primer recién nacido en el congelador de un frigorífico convencional el pasado 9 de noviembre, el juez no consideró necesario ordenar el registro de toda la vivienda.
Ni el magistrado ni ninguno de los investigadores podía pensar que la presunta parricida escondía el cadáver de un segundo bebé en otra nevera de la misma casa y que sería de nuevo el marido quien lo descubriera veinte días después del primer hallazgo. La sangre fría con la que se ha comportado en todo momento la acusada -que no reveló la existencia de este segundo cadáver, aseguró que no recordaba nada del embarazo y del parto del mismo y también ocultó que actualmente se encuentra embarazada de siete meses y medio- ha llevado a los responsables de la investigación a extremar las precauciones y revisar con exhaustividad todos aquellos escenarios con los que Sara tuvo contacto.
Precisamente por esta meticulosidad, es probable que los distintos registros previstos en Pilas y los alrededores se prolonguen durante varios días. Los trabajos de rastreo que comenzaron este miércoles estuvieron en todo momento bajo la supervisión del juez de Primera Instancia e Instrucción 4 de Sanlúcar la Mayor. Este magistrado fue el que ordenó el martes el levantamiento del cadáver del segundo bebé, pero no es quien llevaba la investigación tras el descubrimiento del primer recién nacido. Por eso, pese a que ayer supervisó el registro de la parcela de la carretera de Villamanrique, está previsto que se inhiba en las próximas horas y derive el caso al juez que lo investiga desde el primer momento, que es el titular de Primera Instancia e Instrucción 3 de Sanlúcar.
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