La Fiscalía pide 28 años a una banda de Sevilla que mató a un ganadero en Badajoz

La Fiscalía de Badajoz pedirá penas de hasta 28 años y medio de cárcel para la banda del Patillas por matar a un ganadero en un cortijo de Feria. El grupo que protagonizó el asalto está formado por seis personas, la mayoría de ellas delincuentes de los pueblos sevillanos de Castilblanco de los Arroyos y Burguillos. El líder de la banda era José Manuel R. G., alias el Patillas.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2020 y el juicio se ha señalado para el próximo 30 de enero, según informó esta semana el diario extremeño Hoy. Según el rotativo, en el escrito de acusación se indica que Antonio Jesús M. M., natural de Castilblanco de los Arroyos, estuvo trabajando en la finca La Dehesilla, ubicada en la carretera entre Feria y Badajoz y propiedad de José Fernández González, de 73 años, y su esposa, de 65, que residían allí de forma permanente.

Antonio Jesús se encargaba del cuidado de las ovejas y los cerdos, y se alojaba en una casa anexa a la del matrimonio, a la que solía acudir los fines de semana su novia, Victoria G. E., que vivía en Olivenza. Una vez acabado este trabajo, el hombre regresó a Castilblanco, donde planificó el robo en esa finca y en otra de Olivenza que también conocían.

Así, el 23 de febrero de 2020 asaltaron este otro cortijo, donde maniataron a una pareja. Por este asalto ya fueron condenados la mayoría de los implicados, con penas de hasta seis años de prisión. Dice la Fiscalía que no obtuvieron el botín esperado, por lo que Antonio Jesús y Victoria comunicaron al resto de la banda que podían robar en La Dehesilla. Era una finca idónea porque para llegar a ella había que recorrer un camino de tierra, apunta el diario Hoy.

El 6 de mayo de 2020 los seis acusados decidieron perpetrar el robo, aunque ese día no lo lograron. Sabían que unos días antes José y y su esposa habían vendido dos camiones cargados con ganado, por lo que deberían tener dinero en efectivo. Aquella noche cortaron la luz de la casa por dos veces, para obligar al ganadero a salir. Una vez lo hizo, pero se asustaron al ver un coche. La segunda, José no salió y los ladrones regresaron a Zafra.

En este golpe iban el Patillas, el antiguo empleado de la finca y un tercer joven llamado Daniel G. C., también de Castilblanco de los Arroyos. La Fiscalía cree que el 10 de mayo repitieron la misma estrategia, pero en lugar de cortar la luz, Daniel caminó hasta el cortijo, a cara descubierta, para pedir ayuda. Así lo hizo entre las 21:30 y las 21:45. Como en la vivienda no había mirilla, José y su esposa abrieron la puerta.

Explica el periódico que Daniel simuló que se le había averiado el coche y aseguró no tener cobertura en su teléfono. José se ofreció a ayudarle pero cuando estaba marcando el número que le había facilitado, Daniel lo agarró de su bata y lo sacó al exterior; golpeándolo con una pistola de aire comprimido en el pómulo derecho y tirándolo en el suelo.

La mujer corrió hacia el cuarto anexo al salón y cogió una escopeta, pero José Manuel y Antonio Jesús se la quitaron. Seguidamente, mientras José Manuel y Antonio Jesús ataban las manos de José, Daniel se colocó unos guantes y empuñó la escopeta que traían inicialmente los tres acusados. Con ella apuntó a la mujer.

Exigieron a José que les entregara todo el dinero y lo llevaron a distintas zonas de la casa mientras Daniel encañonaba a su esposa. Cuando José Manuel y Antonio Jesús regresaron con José siguieron apremiándolo de manera violenta y agresiva para que les diera el dinero. Al negarse, se lo llevaron a inspeccionar las distintas dependencias de la casa.

Transcurrido un largo tiempo, volvieron al salón. Seguidamente dejaron a José allí, de pie junto al sillón donde estaba sentada su esposa. Lo liberaron y le quitaron las cuerdas de las manos. Mientras Daniel encañonaba a la pareja, los otros dos continuaron con el registro y encontraron un fajo de billetes.

Esto les hizo volverse más agresivos, pues creían que en la casa había más dinero y el ganadero se negaba a dárselo. El Patillas llegó a decir que "mataría a la mujer lentamente, torturándola" si no le entregaba más cantidad.

En un momento del atraco, Daniel disparó su escopeta a bocajarro. Los perdigones alcanzaron al ganadero en la parte superior izquierda del tórax. El hombre murió a las once de la noche.

Dice la Fiscalía que "a pesar de que fue Daniel el que efectivamente disparó su arma, lo cierto es que era altamente probable que José Manuel o Antonio Jesús hubieran también disparado sus escopetas ante el comportamiento sumamente violento que los tres varones mostraban y al hecho de que todos apuntaran, directamente y a corta distancia, a José y su esposa".

Antes de marcharse, los delincuentes le ataron las manos a la mujer y se llevaron los teléfonos móviles de la pareja. La mujer del ganadero permaneció un tiempo en esa situación hasta que se levantó del suelo y se dirigió a la cocina, donde consiguió cortar las cuerdas con un cuchillo de sierra.

La Fiscalía cree que los ladrones se llevaron unos 40.000 euros en efectivo; dos jamones y dos paletas de matanza; una canana de cuero con cartuchos, una o dos cajas de cartuchos y muchos sueltos; dos escopetas repetidoras; un microondas; un anillo de plata de señora, un anillo de oro y un mechero bañado en oro.

La Guardia Civil detuvo a los tres asaltantes y a tres mujeres, que eran sus parejas o ex parejas. Una de ellas, muy conocida en Castilblanco, hace tiempo que salió de la cárcel y regresó al pueblo, donde se dedica principalmente al cuidado de su madre, gravemente enferma. También fue detenido una séptima persona, cuya participación se habría limitado a llevar a los implicados al pueblo, sin que tuviera información del golpe.

En una de las casas registradas, en Burguillos, se desmanteló una plantación con 382 plantas de marihuana, que contaba con enganches ilegales a la red eléctrica con el objetivo de obtener energía para aparatos, máquinas, transformadores y material utilizado en el cultivo y desarrollo de las plantas