La Fiscalía pide 40 años de cárcel para la parricida de Pilas
El Ministerio Público acusa a Sara López de asesinar a sus dos bebés mediante la asfixia, para luego ocultar sus cadáveres en dos congeladores de su casa.
La Fiscalía de Sevilla solicita una pena de 40 años de prisión para Sara López Hernández, la mujer que presuntamente asesinó a dos bebés y los introdujo luego en dos congeladores de su vivienda. El Ministerio Público considera que López Hernández es la autora de dos delitos de asesinato por cada uno de los cuales le pide 20 años de cárcel. La Fiscalía aprecia la agravante de parentesco y le pide también una indemnización de 300.000 euros a su marido y de 30.000 a cada uno de sus dos hijos mayores, así como la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la patria potestad.
El escrito de la fiscal relata que, en fecha no determinada pero entre los años 2002 y 2008, Sara López quedó embarazada de su marido, pero decidió acabar con la vida del niño una vez que naciera. Por ello, según la acusación, "ocultó el embarazo a todo el mundo, incluidos su esposo y otros miembros de la familia, no visitó a ningún ginecólogo ni se hizo ningún tipo de prueba médica, además de usar fajas para ocultar su estado".
Finalizada la gestación, la acusada dio a luz en su domicilio de Pilas sin la ayuda de ninguna otra persona. Tuvo un niño de 53,50 centímetros de talla y 3,595 kilos de peso, que "respiró tras la separación del claustro materno". La fiscal entiende que la acusada, "llevando a cabo su plan preconcebido", provocó presuntamente la asfixia del bebé por medios que se desconocen, hasta matarlo.
Después, metió a su hijo en una bolsa de basura gris, que a su vez guardó en otra bolsa blanca y lo ocultó en un arcón congelador que se encontraba en la cocina del domicilio familiar. Lo guardó con otros alimentos, de forma que quedase oculto.
Entre septiembre y octubre del año 2010, López Hernández quedó embarazada de su marido de nuevo y decidió igualmente "ocultar el embarazo para dar a luz a su hijo y posteriormente quitarle la vida". Tampoco en esta ocasión acudió al médico y utilizó otra vez fajas para disimular su estado.
La fiscal relata que, posiblemente sobre las diez y media de la mañana del 24 de junio de 2011, la acusada comenzó a tener contracciones propias del parto cuando se encontraba sola en su casa. "Así, sin que conste la intervención de otra persona, se introdujo en la bañera y llenó parcialmente de agua la misma. Tras unas pocas contracciones nació un bebé, de 51,5 centímetros de talla y un peso de 3,335 kilos, que respiró fuera del seno materno. Entonces sumergió a su hijo en la bañera ahogándolesumergió a su hijo en la bañera ahogándole y provocándole la muerte por insuficiencia respiratoria aguda", explica el Ministerio Público.
Al igual que en el caso anterior, la acusada introdujo el cadáver de su bebé en una bolsa de basura, junto con la placenta y el cordón umbilical, y lo ocultó en el último cajón del congelador de la nevera de la cocina, en el que también introdujo varios alimentos.
La Fiscalía expone que, sobre las cinco de la tarde del 9 de noviembre de 2012, el marido de la acusada halló este segundo bebé cuando limpiaba el frigorífico. El segundo hallazgo se produjo tres semanas después, el 27 de noviembre de 2012, a las diez y media de la mañana, cuando el marido procedía a la limpieza del arcón congelador en el que se hallaba oculto el primer niño.
El escrito recuerda que Sara López Hernández estaba de nuevo embarazada cuando fue detenida, pero no fue hasta su ingreso en prisión cuando no se dieron cuenta de su avanzado de estado de gestación, que igualmente había ocultado hasta la fecha. El 30 de noviembre de 2012 nació una niña fruto de este embarazo. La fiscal apunta que la acusada mantiene intactas sus facultades cognitivas y volitivas, así como que antes de estos episodios había sido sometida a dos abortos en una clínica de Sevilla. Una de estas interrupciones del embarazo se produjo antes del nacimiento de su hija mayor, en 1998, y la otra después, antes de que naciera su segundo hijo, que vio la luz en 2001.
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