"Espartinas ha entrado en el siglo XXI"

José María Fernández tiene 35 años, tres hijos de entre dos y siete, una empresa de desarrollo web que creó tras licenciarse en Comunicación Audiovisual en Sevilla, aunque es de Gibraleón (Huelva). En junio, cuando tome posesión como alcalde de Espartinas -el único pueblo de Sevilla donde el PP había ganado todas las elecciones desde 1979- hará dos años que llegó al pueblo. Le llaman el "alcalde forastero". Para el PP es el "melón sin calar" de la "franquicia catalana de izquierdas". Explica que era simpatizante, que empezó a colaborar con C's antes de las elecciones europeas, que con el cole y los niños tomó contacto con la realidad local. Pese a lo ocurrido, no parece abrumado. El éxito de esta candidatura de C's puede tener que ver con que no ha sido tan improvisada como otras y que el grueso de sus integrantes no tienen pasado político.

-¿Cómo ha ido desde el 24-N?

-Cuesta avanzar por la calle. La gente te para, te preguntan "oye, ¿tú eres el alcalde nuevo?", quiere darnos las enhorabuena. El sentimiento generalizado es de alegría, son muchas esperanzas puestas en Ciudadanos, con una dinámica muy positiva, porque hasta quienes no nos han votado confían en que las cosas cambien.

-¿Le han felicitado desde el PP?

-Lo hicieron la noche electoral, en el colegio, Javier Jiménez. Yo aspiro a que en el Ayuntamiento haya cordialialidad, mi reto es que trabajemos todos en positivo, aportando y relajando el nivel de crispación. La oratoria en los plenos es muy agresiva. Debe haber entendimiento, porque no tenemos mayoría absoluta.

-¿Ha sido una sorpresa ganar? En principio, se habló de que el PP podía perder la mayoría absoluta.

-Por 71 votos no tenemos un concejal más, que le hubiéramos quitado al PP y quedado siete a cuatro. Sí tenía fe en el equipo de Espartinas, que no ha debutado para la campaña: estamos haciendo cosas desde septiembre de 2014: mesas informativas, encuentros con jóvenes, empresarios y rondas por todas las urbanizaciones. Quien no ha hablado con nosotros es porque no ha querido y sabíamos que las perspectivas eran buenas, que íbamos a ser primera fuerza. También nos amparaban los resultados de las europeas y las autonómicas: los mejores resultados de C's en Andalucía fueron en Espartinas.

-Pero el PP era aún el más votado.

-Hemos logrado unos mil votos más, casi un 14% más.

-¿Qué pasa en Espartinas para que sea el único municipio andaluz donde ha ocurrido?

-No es por una única cosa. Lo primero, hay que ser realistas y reconocer que el PP lo había hecho muy mal. Albert Rivera lo dice: si los partidos clásicos lo estuvieran haciendo bien no tendríamos razón de ser. Pero creo que nosotros también lo hemos hecho muy bien: hemos conectado con la ciudadanía, con un proyecto atractivo, un equipo de gente profesional, mezclando a algunos que llevan poco en Espartinas, de forasteros, y otros que han vivido aquí toda su vida y son muy conocidos. Demográficamente, Espartinas es además un municipio peculiar: la población es muy joven, de clase media trabajadora, valiente a la hora de cambiar su voto, muy en la línea del perfil de Ciudadanos.

-Quizá hay un motivo más simple: el cabreo por la subida del IBI, cuando menos servicios hay. Espartinas fue la panacea por todo lo contrario ¿Será C's flor de un día?

-Yo ya doy por amortizadas estas elecciones y el objetivo es obtener en 2019 una mayoría absoluta. Los ciudadanos van a ver otra forma de hacer política, que Espartinas se abre, que tendencias muy negativas de estos 32 años se van a romper y ya no importará de qué bando estés. Hemos pasado página y Espartinas ha entrado en el siglo XXI. El Ayuntamiento va a ser reflejo de eso, con gente más joven, con otra forma de hacer política, sin tantos prejuicios y gobernando para todos. Se piensa además que el PP seguía gobernando porque la gente del pueblo lo votaba, cuando el centro estaba más dividido y ganaba por las urbanizaciones, porque no había una alternativa y se votaba lo mismo que en generales y autonómicas. Ahora, Ciudadanos ha ganado en 13 de 17 mesas y en todas las urbanizaciones.

-El Ayuntamiento tiene deudas, le van a venir más. El IBI es necesario para cuadrar las cuentas. ¿Cómo va a afrontar todo esto? ¿Cuáles serán sus primeras medidas?

-Lo bueno del programa es que no hemos prometido cosas que no se puedan cumplir. Está en la web, se puede ver. Vamos a bajar el IBI pero, a diferencia de otras formaciones que buscaban sólo los votos, no dijimos cuánto. No tiene sentido sin tener el presupuesto, ni los gastos que vas a tener. En nuestra gestión, no le vamos a echar la culpa a la herencia recibida porque la conocemos y la hemos estudiado y no tenemos miedo. Creemos que tomando las medidas acertadas, eliminando grasa, porque todavía hay empresas públicas con cargos a dedo y sueldos altos, se pueden reducir gastos sin deteriorar los servicios. Lo primero que vamos a hacer es una auditoría. Ya ayer (miércoles, 27) nos reunimos con la interventora municipal y con el secretario. Aunque hasta el día 13 no es la investidura estamos trabajando. Hoy he hablado con el delegado de Fomento sobre el semáforo con Gines y me ha confirmado que lo que hubo antes de las elecciones fue una prueba y se vendió como solución. Hay que firmar unos convenios a varias bandas para que la Policía Local pueda regular el cruce y lo haremos la primera semana.

-¿No es más difícil asumir el gobierno sin haber sido antes concejales, les preocupa la falta de experiencia?

-Tenemos un equipo muy preparado. Pedro López dirige equipos humanos de trabajo, Auxi Rodríguez es médico y conoce la administración, las áreas de la que se encargará. Olga Hervás, que será primera teniente de alcalde, ha trabajado en empresas públicas, en contratación pública. Yo, por mi actividad, también he conocido de cerca cómo funciona. Habrá cosas que no sepamos, pero estamos preparados para asumirlo.

-¿Se lo pondrá fácil la oposición?

-Me tengo por dialogante y hasta en las formaciones que han sacado peores resultados que en 2011 la sensación es de satisfacción, porque lo difícil era acabar con estos 32 años de gobierno del PP, con carácter hereditario. Termina una época. Hay que escuchar a todos, incluso al PP. Las propuestas buenas pueden venir de cualquier sitio. Ciudadanos lo dice: ninguno de nosotros es tan bueno solo como todos juntos.

-Su victoria, única en Andalucía, le ha convertido en referente de C's. ¿Ha hablado Albert Rivera?

-No. La noche electoral sí nos felicitó Juan Marín y Marta Escrivá se acercó a Espartinas. Hay mucho jaleo, ya vendrá la llamada.

-¿Le consta que la agencia de detectives que contrató C's para conocer a sus candidatos le haya investigado?

-Todos nosotros hemos firmado un documento en el que autorizamos al partido a que si tiene que recabar información lo haga. Lo entiendo, un garbanzo negro puede dañar mucho la imagen del partido cuando está creciendo. Pero creo que el hecho de no tener pasado político nos hace estar más tranquilos. Yo no he militado nunca en otro partido y la mayoría de mis compañeros tampoco.

-Pues en eso la agrupación de Espartinas es diferente, la mayoría de los candidatos en otros pueblos han salido del PP. ¿Cuál cree que debe ser la postura donde C's es llave de gobierno o en el Parlamento andaluz?

-El partido ha sido claro: no estaremos en ningún gobierno que no presidamos y esa máxima va a regir. Hay un comité de pactos que va a hacer un seguimiento de cualquier acuerdo y el pacto anticorrupción que es condición sine qua non para sentarse a negociar y eso fue lo que frenó el tema en Andalucía. Quien no se quiera enterar no se enterará pero lo decimos muy claro.

-¿Qué le parece lo que ha ocurrido con el candidato de Dos Hermanas, que ha denunciado una extorsión por un vídeo en el que aparece consumiendo droga?

-Ellos han dado sus explicaciones. Yo tenía miedo a una guerra sucia.