La Escuela de Hostelería se levanta sobre un área para zonas libres

El que es uno de los proyectos señeros del Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán e hito en el desarrollo local por el que ha apostado el gobierno municipal, la Escuela de Hostelería, se ha topado con un inconveniente: la oposición de un grupo de vecinos de la urbanización El Mirador de Sevilla a que el edificio se esté levantando en una zona clasificada como sistemas de espacios libres en las normas urbanísticas en vigor y donde, según defienden, sólo se pueden habilitar equipamientos al aire libre.

Como describe el nombre de la promoción de más de 270 viviendas, el área es un balcón natural desde el que se divisa buena parte del Aljarafe y la capital, que determinó que muchos de los vecinos lo eligieran. Una veintena ha presentado ahora una queja que está tramitando el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y una denuncia ante la Dirección General de Inspección de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, que ha solicitado información al Consistorio.

Según han hecho constar en sus escritos, el inmueble que promueve un consorcio en el que participan el Ayuntamiento, la Consejería de Empleo y la Mancomunidad de Desarrollo del Aljarafe, presidida por José Vicente Franco, que gestiona las obras, choca con los usos que, según las normas urbanísticas de la localidad, puede albergar un área de espacios libres: "Instalaciones deportivas al aire libre, quioscos, bares, equipamientos culturales al aire libre, etc.", según se recoge en el punto 4.3.4 de las mismas.

En la manzana en la que se ha levantado la estructura sólo hay una pequeña franja, al norte, clasificada como Suelo de Interés Público y Social (SIPS), que no se corresponde con el lugar cedido por el Ayuntamiento. En la zona existen, además, una piscina y pistas de baloncesto, pádel y petanca, pero consideran que la escuela incumple el requisito de ser un espacio abierto.

En su escrito de respuesta a Chamizo, el Ayuntamiento, basándose en el informe de la Oficina Técnica Municipal, hace una lectura más amplia de las normas subsidiarias. Así, considera que éstas permiten "la compatibilidad con el uso principal de espacios libres de diversos usos complementarios de equipamiento público, permitiendo una gran flexibilidad para combinar el uso de equipamientos con el de espacios libres", siempre que no superen más del 50% del suelo asignado al uso principal. Según el informe técnico, la manzana tiene 15.230 metros cuadrados, de los que la edificación ocuparía algo más de 3.000, el 20%. Con los 3.000 metros que se llevan las pistas deportivas, las instalaciones complementarias se quedan con el 40,49% de la manzana. Parte de las instalaciones del inmueble, además, van bajo rasante. En la respuesta al Defensor, en la que se insiste en que se ha atendido e informado a los vecinos cuando lo han solicitado, se subraya además que el inmueble contará con "un restaurante de servicio al público" y, según se anunció, con vistas panorámicas, en el que realizarán prácticas los 60 alumnos que se formarán en cada promoción de la Escuela Consorcio de Hostelería.

Pese a la controversia, en el escrito de respuesta al Defensor, el alcalde, Carmelo Ceba (PSOE), insiste en la legalidad de las obras, cuyo resultado supondrá "un gran beneficio para la colectividad, aunque puedan suponer molestias puntuales para los vecinos más cercanos" y, ayer, atribuyó la controversia sobre todo a un vecino al que le han quitado parte de las vistas que tenía, pero insistió en que el inmueble tiene licencia de obra e informes técnicos favorables de su compatibilidad con zona verde.

La creación de la Escuela de Hostelería fue aprobada en el Pleno del Ayuntamiento por unanimidad. En la primera fase se han invertido 1,6 millones. El gobierno local ha subrayado su intención de potenciar los servicios turísticos como un yacimiento de empleo en el municipio, en el que la Junta ha aprobado un área de oportunidad vinculada a este sector.