Coripe baraja incorporar "mejoras" en la fiesta de los Judas tras las últimas controversias
Polémica por la quema de Puigdemont
El Ayuntamiento estudiará que el personaje lo elijan los vecinos entre varias opciones y no un grupo reducido de personas
La Corporación también apunta a la lectura de un manifiesto para explicar cada año qué comportamientos quieren censurar con la quema
Los vecinos defienden la tradición, incluso los disparos con los que prende el muñeco, y lamentan que se quiera censurar sin conocerla
Para llegar a Coripe, hay que dejar atrás Morón y serpentear por una estrecha carretera que asciende por la sierra en la que nace el río Guadaíra. El paisaje es espectacular y el turismo rural, uno de los recursos de la zona. Aunque puede que, estadíscamente, haya más coripeños fuera que dentro de Coripe, por la emigración a la Costa del Sol y a las Islas Baleares, con la que han subsistido varias generaciones.
Hay muchas casas vacías y vecinos que apenas residen unos meses en el pueblo, pero intentan regresar para ese Domingo de Resurrección y la fiesta de la Quema de los Judas, la principal, la más grande, que se celebra desde hace más de cien años, pero que desde hace dos es objeto de polémica nacional.
Ocurre desde que internet ha empezado a dar difusión a los personajes que, "de forma simbólica", "como una sátira", "un teatro", según insisten en el pueblo, se queman para convertir en humo (o intentarlo) las malas conductas que les atribuyen. La mecha que los prende son disparos de fogueo, con escopetas.
Pasó en 2018 con Julia Quezada y ahora la cosa ha empeorado con la quema de un muñeco caracterizado como Carles Puigdemont, estelada incluida. El presidente catalán Quim Torra ha anunciado acciones legales y Puigdemont ha agradecido las muestras de solidaridad frente a la afrenta de los coripeños en varios idiomas.
Mensajes con descalificaciones al Ayuntamiento y negocios
No ha habido manifestaciones con lazos amarillos en Coripe, pero los teléfonos y la web municipal se colapsaron con mensajes y llamadas con insultos. Ha ocurrido también en negocios particulares dedicados al turismo y el pueblo de 1.200 vecinos fue tendencia en la habitual retahíla de las redes sociales.
No obstante, no es la primera vez que se quema a un presidente catalán: una vez el judas representaba a Pujol, en pequeñito, tomando teta de Felipe González, judas principal. También se quemó a Aznar y a Suárez, a Alfonso Guerra, a Roldán y Rodrigo Rato, a José María del Nido por sus líos en Marbella, al igual que a Jesús Gil.
Y ardió Barbara Rey hace unos años, con controversia en el pueblo por la elección, Pinochet y Fidel Castro. Hasta la cantante Sabrina o Diana, el personaje protagonista de la serie V, fueron judas en Coripe, entre otros muchos.
En el Ayuntamiento, el alcalde, Antonio Pérez, recibe a este diario junto a dos ediles de la oposición de IU, mientras fuera, en la plaza, varias cuadrillas de operarios terminan de limpiar los restos de la fiesta. Los tres coinciden en hacer una defensa cerrada de su tradición, incluso de los disparos de fogueo con los que se acribilla al monigote y que probablemente son lo que más impacta de las imágenes que se han difundido.
Consideran que se la está juzgado desde el desconocimiento y la lejanía, con un rasero más severo que el que se aplica a otras, como las fallas o el Carvanal de Cádiz. También se quemó el domingo un Judas de Puigdemont en el pueblo riojano de Alfaro junto a otro de Nicolás Maduro.
Eso sí, parece que empiezan a ser conscientes de que, en un mundo globalizado y con la polémica instalada habría que hacer algunas "mejoras en la fiesta", para que se entienda mejor.
Andrés Jiménez (IU) y el alcalde apuntan la posibilidad de que la elección del personaje no sea como hasta ahora, que se deja en manos de un grupo reducido de padres del colegio que organizan actos coincidiendo con la fiesta para sufragar un viaje de estudios, sino con propuestas, participación y los votos de los vecinos.
También estudiarán que antes de la quema se lea una especie de manifiesto o declaración (ya se ha hecho este año de forma improvisada, casi por deferencia a una televisión holandesa que acudió a grabar el acto), en el que se explique y se ponga en contexto qué acciones representadas en el personaje son reprobables como para quemarlas.
Como mucho, disculpas a la familia de Puigdemont
Aún así, el alcalde considera que no se ha actuado para ofender al pueblo catalán. Como mucho, cree que merecerían una disculpa los familiares del ex presidente catalán, huido de la justicia española tras el referéndum del 1-0. Nadie de su partido, el PSOE, le ha pedido formalmente una rectificación o la dimisión. De todas formas, no iba a repetir como candidato a la Alcaldía.
"Decir que un teatro, que una sátira en Coripe deciden el voto de los ciudadanos es una barbaridad", responde el regidor preguntado por cómo no fueron más cautos este año teniendo en cuenta la campaña electoral. El edil, que ya tuvo que declarar tras la denuncia a la Fiscalía que hizo en Movimiento contra la Intolerancia en 2018, insiste en que desconocía qué personaje iba a ser el Judas, aunque en 2018 ya pensó que sería Puigdemont.
Desde hace varias décadas, los encargados de elaborar el muñeco son un grupo de padres (no necesariamente miembros de la AMPA, como se ha dicho) del colegio Irippo, cuyos hijos van a terminar el primer ciclo de Bachillerato y preparan el viaje de estudios. Son cuatro o cinco personas las que lo deciden y se mantiene en secreto, porque la sorpresa forma parte de la fiesta.
Para el Domingo de Resurrección en la Plaza de la Magdalena, en la que está el Ayuntamiento y la Iglesia, edificada en 1859, se recrea el Huerto de los Olivos. Tras la misa, sale la procesión del Resucitado y, una vez que se encierra el Cristo, la banda busca al Judas, que se guarda en dependencias municipales la noche previa. Lo llevan a hombros, hasta una improvisada higuera instalada junto a la parroquia, donde se le dispara unas ocho o diez veces, hasta que sale ardiendo la paja con algo de gasolina con la que se elabora.
Fuera del Ayuntamiento, entre los vecinos, no es fácil encontrar autocrítica por lo ocurrido. Más allá de la inusual presencia de cuatro o cinco televisiones, los que hablan, de cierta edad casi todos, tampoco parecen ser conscientes de lo que se está diciendo en redes sociales de Coripe.
La costumbre de caracterizar la figura de Judas tiene 50 años
Sólo deja caer alguna Loli, una vecina de más de 80 años (su hijo es encargado de un supermercado en Mallorca, este año no pudo venir para Semana Santa): considera que el problema se debe al "politiqueo" que se forma desde que se pone cara a los muñecos.
Y es que, en origen, estos monigotes que se quemaban sólo representaban a Judas Iscariote, sin parecerse a nadie. Lo corrobora Pedro Ayllón, maestro jubilado e investigador de esta tradición junto a otros miembros de una asociación local. Se viene haciendo así desde hace unos 50 años.
En un pueblo que, como tal, se fundó en la época de Primo de Rivera, cuando se intentó trazar el tren para conectar la zona de Jerez y Almargen (la actual Vía Verde), no se sabe muy bien de dónde vino la tradición de los Judas. Sí que los primeros que elaboraban la figura eran los herreros. Más tarde pasó a padres del colegio.
Ayllón, que como maestro participó en la recreación de algunos de esos judas, refiere que durante la Crisis de los Misiles sí protestó un soldado americano de la cercana base de Morón, porque estaba en la zona y se enteró de que el monigote llevaba, en la chaqueta, una bandera americana y otra de antigua URSS, cada una en una manga, además de misiles en las manos. Pero se quemó como estaba previsto y no fue a más.
"La idea no es fusilar a una persona", sino censurar simbólicamente una conducta que, en ese año se cree que reprobable, insiste el maestro. Los disparos no suponen trauma para los niños, ni incitación a la violencia, coinciden todos los consultados. Junto a él, Regina, de 82 años se muestra sorprendida por la polémica "si aquí los que estamos somos cuatro viejos deseando irnos para arriba". El Cementerio está aún más alto que el pueblo, aclara alguien.
Por la calle Doctor Mije, que corta a alcaldesa Amalia Torrijos (que fue la primera de toda España, en Coripe, durante la II República), una mujer, jubilada después de 20 años de trabajo en Ibiza, fue una de las que viajó a Sevilla cuando el alcalde tuvo que declarar en el juzgado por lo de Quezada. "Ahora parece que hay más intolerancia que antes".
En el bar Correcto, cuatro Pepes están a punto de iniciar una partida de dominó. ¿Es en estos tiempos políticamente correcta la Quema de los Judas?: "Pues no la vamos a quitar porque no lo sea", responden, antes de empezar a recordar los monigotes, de distintos partidos e ideologías, que han ardido sin ofendidos. "Pero Puigdemont en una campaña electoral en la que el tema catalán lo contamina todo era un judas arriesgado...", insiste la periodista: "Pues que no hubieran puesto las elecciones para el Domingo de Resurrección de Coripe".
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