Carmona: El dolor de un pueblo
Asesinato del joyero
Más de 7.000 personas arropan a las familias de los dos comerciantes asesinados y se unen a los empresarios en sus demandas de más seguridad
Era imposible encontrar un sitio donde tomar café en Carmona, donde esta mañana las empresas y comercios de la ciudad han parado en señal de protesta por los asesinatos de dos comerciantes en los últimos cuatro meses. Todos los bares estaban cerrados. Las tiendas lucían crespones negros impresos en folios blancos en sus escaparates. Cerrado todo. Hasta los bancos. Hasta el Mercadona. Todo... salvo el polideportivo municipal.
A las nueve de la mañana comenzó a congregarse gente en el Paseo de la Feria, donde estaba prevista una concentración para iniciar después una marcha por las principales calles del municipio, hasta terminar en la Plaza de Arriba. En el Paseo todo está preparado. Los familiares del joyero asesinado el 6 de agosto son fácilmente reconocibles. Llevan camisetas blancas con un lazo negro serigrafiado junto al nombre de la víctima: Paco Cintado.
Los de Jian Lin Wan también, aunque no llevaran camisetas, por razones obvias. Los familiares del comerciante chino asesinado el 19 de mayo han asistido también a la marcha, que ha pasado por delante de la tienda familiar, el lugar en el que fue degollado el señor Wan por un delincuente que sumaba más de cien detenciones y le robó una litrona de cerveza. El mismo lugar el que la viuda le daba botellas de agua a los periodistas poco después, al término de la manifestación.
"Les doy la enhorabuena a los atracadores, han hecho un buen trabajo. No sólo han destrozado la vida de Paco, sino la de todos sus familiares y amigos", decía antes de iniciar la marcha Luis Villarino, primo del joyero asesinado y residente en Mérida, muy crítico con la Justicia española y partidario de la prisión permanente revisable.
Arrancó la marcha a las diez de la mañana. "Por una ciudad más segura", rezaba en español y en chino la cabecera de la manifestación, presidida por el alcalde de Carmona, Juan Ávila, acompañado de sus homólogos de Mairena del Alcor, Ricardo Sánchez; El Viso, Anabel Burgos; y La Campana, Manuel Oviedo. Junto a ellos, los familiares de ambas víctimas.
La manifestación llegó a la esquina de la calle Pablo Neruda, donde está la joyería de Paco Cintado. Se detuvo y guardó un minuto de silencio. La marcha siguió adelante en dirección a la puerta de Sevilla. Unos metros antes se volvió a parar en la tienda de Jian Lin Wan. Nuevo minuto de silencio. Nuevo aplauso.
La multitud cruzó la puerta de Sevilla. Fue entonces cuando se pudo apreciar la cantidad de gente que había. Los fótógrafos se subieron a la muralla para obtener mejores imágenes de una manifestación masiva, de las que no se recuerdan en Carmona. Más de 7.000 personas participaron en ella, según los datos que maneja el Ayuntamiento carmonense. Unos minutos después, la comitiva llegó a la plaza de Arriba, donde esperaba un escenario con un atril y un piano de cola.
Habló el cuñado de Paco Cintado. Emocionado, destacó que Carmona se ha volcado en apoyo de las víctimas. Habló de nuevo Luis Villarino. "Conocí Carmona hace 38 años de la mano de Paco, un hombre trabajador y humilde que me enseñó la amabilidad de su pueblo". El primo del joyero insistió en la necesidad de que se apliquen las leyes con la más "rotunda contundencia" y no de manera "políticamente correcta". "Carmona no puede consentir vivir bajo el miedo y la opresión".
Sonó el piano y compareció la presidenta de los empresarios y comerciantes, Rosario Ortiz, que leyó un manifiesto que después entregaría a las familias de los dos asesinados. Se preguntó por qué tanta violencia, apeló a la esperanza para que las viudas e hijos de Cintado y Wan salgan adelante y se cuiden mutuamente y se fijó un objetivo: "No estamos dispuesto a compartir ni un solo día más con la inseguridad y el miedo".
Calló Ortiz, cesaron los aplausos y sonó Imagine al piano. Sólo un niño balbuceaba mientras miles de personas compartían un silencio estremecedor. Algunas al sol, que ya empezaba a ser dificil de soportar. Menos sin un lugar donde poder comprar una botella de agua. Así, con la música de John Lennon, terminaba una jornada para la historia de Carmona.
Se acercó de nuevo al micrófono la representante de los comerciantes. Pidió al Ayuntamiento que rotule una calle con el nombre de Paco Cintado, otra con el de Jian Lin Wan y una más con la fecha de hoy, 21 de agosto. "El día en el que, juntos, hemos hecho historia. Besos al cielo".
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