Cobre Las Cruces presenta un ERE que afecta a 200 de sus 230 trabajadores al agotarse la mina
Minería
Los despidos se irán produciendo en tres años, la primera tanda en enero
La compañía sigue tramitando los permisos para una explotación en galería, que no frenarían esta reestructuración
Cobre Las Cruces, la empresa que explota la mina a cielo abierto situada entre los términos municipales de Gerena, Guillena y Salteras, ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará, en los próximos tres años, a 200 trabajadores de los 230 que hay actualmente en plantilla, una vez que se ha agotado el yacimiento y se trabaja sólo con una parte del mineral que se extrajo y procesó en los primeros años de la mina, en el que todavía queda cobre que se puede aprovechar.
Según han confirmado fuentes de la compañía, perteneciente al grupo canadiense First Quantum Mierals, está previsto que la primera tanda de despidos se produzca en enero. Aunque el número está todavía por concretar, podría ser algo menos de la mitad de los afectados totales por el ERE, que se negocia desde hace semanas, incluso antes de que se presentara formalmente ante las autoridades laborales, con los representantes sindicales.
El mismo portavoz de la empresa ha explicado que aunque, gracias a estudios e inversiones que se han hecho, se ha logrado prolongar la vida útil de la mina durante dos años más, durante 2020 y 2021, tanto la actividad como la rentabilidad y las necesidades de personal van a ser mucho menores, de ahí que se haya planteado esta reestructuración, que afecta a todo tipo de personal: de extracción, de la planta y de administración y logística.
A petición de los sindicatos, este ERE se ha planteado para todo ese periodo de tres años de transición hasta el final de toda la actividad en las circunstancias actuales. En la negociación se ha acordado también poner en marcha un plan de empleo, que elaborará una empresa especializada, para realizar labores de acompañamiento, seguimiento e inserción en otras industrias del personal que se quede sin empleo.
Este fin de la actividad, que estaba previsto (la última voladura para extraer material se realizó el pasado mes de agosto), va a suponer un duro golpe para la economía de esa comarca del Corredor de la Plata y para el conjunto de la provincia de Sevilla, no sólo por el empleo directo que genera la mina, sino por todo el indirecto que se verá afectado, unos 800 puestos de trabajo.
Cobre Las Cruces tiene un proyecto para transformar la actual explotación a cielo abierto en una mina subterránea. Los permisos se están tramitando desde 2018. Pero la compañía aclara que incluso cuando éstos se logren, no será posible "encadenar el final de una producción con el principio de otra" y evitar esta regulación de empleo prevista para tres años.
Obtenidos esos permisos en su caso, requerirían de unas labores de ingeniería y construcción, distintas de las que se realizan ahora. La inversión para llegar a ese nuevo yacimiento polimetálico localizado bajo el depósito actual y explotarlo rondaría los 500 millones de euros, incluyendo tres nuevas plantas industriales de transformación de zinc, plomo y plata, distintas a la que existe actualmente de cobre. Podría prolongar la actividad minera en la zona otros 15 años. Se denomona PMR (Polymetallurgical Refinery)
El director general de CLC, Pedro Soler, ya avanzó en septiembre que "el escenario previsto hasta ahora era el de un parón en la producción de varios años, hasta la construcción y puesta en marcha del proyecto PMR", con la salvedad esos dos años de transición, aprovechando el primer mineral que se extrajo.
Esta mina de Cobre Las Cruces inició la producción de cobre en 2009 y es en la actualidad el mayor yacimiento a cielo abierto de toda Europa.
De 72.000 toneladas de cobre al año a 22.000 con el proyecto "transitorio"
La finalización del actual proyecto industrial de Minas Las Cruces estaba prevista inicialmente para enero de 2021, una vez que las reservas del actual yacimiento se han agotado. El proyecto "transitorio" con el que se prolongará dos años parte de la actividad consiste en volver a procesar el mineral que se extrajo en los primeros años de vida de la mina, en el que queda un porcentaje aprovechable de cobre y que se almacenó de forma separada. Se ha desarrollado una solución tecnológica en la planta hidrometalúrgica para ese primer material, denominado tailing. En estas condiciones, la previsión es producir en total 22.000 toneladas de cátodos de cobre de la máxima calidad. En los últimos diez años de producción en CLC, la media ha sido de unas 72.000 toneladas anuales.
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