El Barrio Bajo se revaloriza con el Metro y el PGOU

El deterioro del Barrio Bajo de San Juan, con un caserío antiguo, abandonado durante años por los inconvenientes de estar cerca de una actividad industrial molesta, es un hecho. Como lo es su potencial en el Aljarafe: a pocos minutos del centro de Sevilla -menos que muchos barrios de la propia capital-, junto al río, con conexión con el Metro y la actividad de la arrocería a punto de trasladarse. El gobierno local socialista quiere aprovechar estas circunstancias y el momento histórico para remodelar y rehabilitar el barrio, en una apuesta estratégica que se recogerá en el nuevo PGOU, que está en fase de avance.

Pero, lo que ahora parece evidente, fue visto hace años por un grupo de inversores que se ha ido haciendo con el grueso de una manzana en pleno corazón de esta parte de San Juan. Son naves y viviendas, algunas en mal estado, del área que va desde la estación de bombeo hacia el pueblo, hasta el antiguo Ayuntamiento. Según admite el gobierno local, la intención del grupo, propietario ya de casi una veintena de inmuebles y con el que se firmó un convenio urbanístico, es desarrollar un proyecto en el que se mezclarán los usos hoteleros y de oficinas -hay que crear empleo en el municipio con mayor paro de la provincia y sin suelo para grandes proyectos empresariales, defiende- y viviendas.

Sin embargo, la operación ha generado preocupación entre los vecinos -entre diez y quince familias y algún local comercial- que han optado por no vender y entre los que se ha propagado el rumor -malintencionado, según el alcalde, Juan Ramón Troncoso- de que podrían ser expropiados para especular con el suelo. El edil, que asegura que se ha reunido con los afectados, ha negado tajantemente que se vaya a expropiar a nadie. Sí defendió que San Juan debe aprovechar el momento para dar un salto de calidad urbanística y económica, con inversiones de las que se beneficiarán los vecinos de toda la vida. Llegado el momento y en el caso de esta zona del Barrio Bajo, una de las muchas en las que se quiere actuar, los que no hayan vendido participarán en la junta de compensación (en la que se reparten los beneficios de una operación urbanística en función del suelo que aporta cada cual) que se constituya, con lo que no recibirán otra cosa que no sea el "precio de mercado" por sus viviendas.

Troncoso también recordó que el Avance del PGOU, un documento todavía de ideas y líneas de actuación, estará dos meses en exposición pública para que todas las personas o colectivos que lo estimen oportuno presenten sugerencias y, más adelante, alegaciones. En la misma línea aseguró que en las zonas de cornisa que se ha protegido en el documento, no se permitirá construir nada nuevo, pero se respetarán las viviendas que ya existen.

El gobierno sanjuanero lleva años intentando impulsar tanto la regeneración del Barrio Bajo, como la del propio río Guadalquivir a su paso por esta zona del Aljarafe, que se encuentra absolutamente abandonado. Incluso, ha propuesto a la Junta que recoja una actuación integral en este sentido para toda la franja de orilla (afectaría a Camas, Tomares y San Juan) como área de oportunidad metropolitana.