La Audiencia prorroga dos años más la prisión para la parricida de La Juliana

R. S.

22 de marzo 2010 - 05:03

La Audiencia de Sevilla ha prorrogado otros dos años la prisión provisional de la mujer acusada de matar de dos disparos a su ex esposo, un alto ejecutivo del BBVA, a la vista de los "severos indicios de criminalidad" que hay contra la procesada. La Sección Séptima de la Audiencia dice en un auto que en la causa existen un "conjunto de severos indicios racionales" de que la acusada, Natividad Cantero, cometió un asesinato, pues los dos disparos que recibió su esposo se hicieron de forma que "impedían toda defensa". Junto a ello, la Audiencia señala que la imputada pudo cometer otro delito de tenencia ilícita de armas, uno de allanamiento de morada y un cuarto delito de descubrimiento y revelación de secretos. Dado que están a punto de cumplirse los dos primeros años de prisión provisional sin fianza de la acusada, la Audiencia acuerda prorrogar la medida otros dos años, porque, a juicio de los magistrados, "tan severos indicios de criminalidad no pueden sino llevar a mantener la situación de prisión provisional".

Natividad Cantero está acusada del asesinato de su ex esposo, Andrés Toro Barea, de 59 años, el 15 de junio de 2008, para lo cual penetró en su chalé de la urbanización La Juliana de Bollullos de la Mitación con unas llaves que conservaba pese a la separación matrimonial. La Audiencia afirma que los primeros indicios contra ella fueron reforzados con posterioridad con otros testimonios como los de su propio hermano y su cuñada, que supieron a través de la madre de la acusada, ya fallecida, que Natividad Cantero le había confesado la autoría del crimen. Otros testigos confirmaron que la procesada tenía unas llaves del chalé de su ex marido y que hacía uso de ellas "para penetrar en la vivienda de forma sorpresiva", recoge el auto.

La Audiencia de Sevilla añade que la procesada puede ser acusada de asesinato pues los disparos se hicieron "de forma que impedían toda defensa: uno de ellos estando la víctima inclinada hacia delante, tratando posiblemente de ocultarse tras un mueble, y el otro estando tumbado, caído en el suelo".

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