"Aprobado el Potaus, es necesaria la organización de la Gran Sevilla"
Satisfecho tras la aprobación del plan del área metropolitana por el Gobierno de la Junta, insiste en que el documento era urgente para reconducir un "crecimiento loco"
-¿Hace cuánto se tenía que haber aprobado el Potaus para haber evitado los graves problemas metropolitanos?
-La primera fase del estallido metropolitano fue en 1992, podría haber sido el momento, pero no había legislación. La segunda se da desde 2000. Los municipios han tenido un desarrollo enorme ligado al urbanismo pero han fallado equipamientos que competen a administraciones distintas a la que impulsa las viviendas. Se construía una urbanización y terminaba saturando al pueblo de al lado. Hemos aprendido. Ya hay marco jurídico, la Ley de Ordenación Urbanística, de 2002, y el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía, que obligan a considerar todo eso. Todo tiene su maduración, no debemos fustigarnos. Andalucía está a la cabeza en la ordenación del territorio. Estamos a tiempo de reconducir situaciones y hemos posicionado al territorio para que sea competitivo con la especialización productiva.
-La sensación es que los ayuntamientos asumen la planificación, el Potaus, cara a la galería, y piensan como reinos de taifas.
-El Potaus es como una autopista, los municipios podrán conducir con seguridad, al ritmo, con el modelo que quieran, dentro de su autonomía. Supone un control de legalidad de los PGOU y obliga a incluir elementos supramunicipales. La Junta no es un gendarme, pero ha habido quienes con su PGOU al 50% han querido crecer un 300%, por propuestas que le iban llegando. Planificado el territorio, eliminas esas tentaciones.
-¿Arreglará lo que ya está mal?
-Sí. Lo principal es la movilidad. Se han incorporado 25 actuaciones adicionales, además de las previstas en el plan metropolitano de transportes. El objetivo de pasar del 16% al 35% de uso del transporte público. Se han reservado 149 kilómetros de plataformas reservadas, 40 intercambiadores. También suelo para que la mayor parte de la energía que se consuma sea renovable.
-¿Por qué no se han aceptado alegaciones de ecologistas?
-La apuesta por la protección del medio físico, parques metropolitanos y culturales es ambiciosa. Ejecutada, será un pulmón verde único en Europa para esa población y satisface a los ecologistas. Discrepan por concepto: creen que no se debe crecer ni crear más infraestructuras para el coche. Pero la ciudadanía pide que ordenemos, no que frenemos sus oportunidades. En el área vive el 80% de la población de Sevilla, con una evolución demográfica. Hay que identificar suelos para VPO que demandarán, compatibilizarlos con productivos para evitar ciudades dormitorio.
-Frente a la intención inicial de 44 áreas de oportunidad, hay 69. ¿Ha sido una forma de canalizar proyectos vetados por el POTA?
-Esa es la lógica de la confrontración, previa a la crisis. La Junta vio que se estaban saltando los intereses supramunicipales con un modelo de crecimiento loco. Quiso parar el sálvese quien pueda con el POTA y la planificación. En 2008 decidimos convertir la crisis en oportunidad, compartir el modelo con los ayuntamientos, analizando las propuestas sin tensión. Por ejemplo, la ciudad de jóvenes empresarios de La Algaba, con un respaldo potente pero que no veíamos del todo. La decisión fue que si no había contradicción, avalarlas.
-Son muchas y mucho suelo.
-El Potaus pone condiciones a muchos proyectos: hay que hacer estudios de movilidad y hay viviendas que se podrán hacer sólo si se desarrollan parques empresariales a los que están vinculadas. Pasa en el PIBO de Bollullos y en el área de Espartinas junto a la A-49, que se podrá hacer cuando esté resuelto el problema de la rotonda. Todo se tendrá que definir en los PGOU y la comisión de urbanismo los aprobará sólo con esas condiciones.
-El PP afirma que ha habido trato de favor a alcaldes del PSOE.
-Hay dos análisis: el que hace el grupo parlamentario y Javier Arenas y el de los alcaldes del PP. No he oído grandes descalificaciones del alcalde de Espartinas u otros. El nivel de consenso entre la Junta y los ayuntamientos ha sido altísimo y se han aceptado proyectos de municipios de PP o IU, no por darles algo, sino por su solidez.
-¿Ha visto en Espartinas los carteles en los que se achaca al POTA y Potaus parte de la crisis?
-Espartinas se ha caracterizado por un desarrollo urbanístico que no sé si comparte la mayoría de sus vecinos. El alcalde sabe que es incierto, usa el argumento con demagogia para confrontar.
-Con el Potaus aprobado, ¿en qué lo notarán los ciudadanos?
-Nuestra Consejería da un paso atrás. Es el turno de las administraciones públicas, con la ejecución de obra pública, hay un calendario marcado y público. Por otro lado están las áreas de oportunidad cuyo desarrollo depende de decisiones municipales. La mayoría está sobre suelo rústico y se tendrán que clasficar en los PGOU.
-¿Pero hay alguna prioridad para su Consejería?
-Mejorar la movilidad, junto a determinadas infraestructuras hidráulicas y energéticas. También hay un área que le corresponde impulsar a este consejero porque está implicada Epsa en la urbanización: Agrópolis, de gran interés como motor de desarrollo en Los Palacios, también la Ciudad del Conocimiento en Dos Hermanas o el cento de majaravique en La Rinconada. Pero es un plan a muchos años, habrá cuestiones que serán realidad y otras según las circunstancias. Se dice que se van a hacer 55.000 viviendas, pero es sólo una previsión de necesidades, todo se acompasará. Desde el punto de vista residencial Cortijo de Cuarto, Pago de En Medio son importantes para nosotros y verán su arranque esta legislatura.
-Con el Potaus aprobado, ¿Es el momento de la autoridad única metropolitana?
-Es la gran pregunta, si detrás viene la Gran Sevilla y su organización. Yo creo que sí. Quizá en un ámbito territorial menor, porque hay 46 municipios por una decisión anterior a esta Consejería. No sé si el término autoridad es adecuado, pero creo que es necesario diseñar una organización administrativa para dar mejor servicio a los ciudadanos, en la se pongan en común competencias municipales o autonómicas: transporte, residuos, agua, energía. Si compartimos un territorio, pongamos en común servicios para una mejor gestión de recursos económicos y eficiencia. Sólo se puede hacer desde la voluntad política de los ayuntamientos y de la Junta. El marco lo tendremos en esta legislatura con la nueva Ley de Régimen Local y el escenario de transferencia de competencias a las administraciones locales y las oportunidades territoriales definidas en el Potaus.
-¿Se avanzará esta legislatura?
-Es una apuesta política del PSOE, del secretario de Sevilla, José Antonio Viera, que esperaba la aprobación del Potaus para reabrir el análisis, sin prisa pero sin pausa. Hay que ver en qué elementos podemos trabajar y cómo, el peso que tiene cada municipio en las decisiones y la población a la que se tiene que dar servicio. Si ha sido posible con los transportes, no debe haber miedo. Pero no vale con coordinar, como se intentó con el Consorcio Metropolitano de Vivivenda, los consorcios son operativos cuando se le ceden competencias.
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