Alerta en Montequinto por una plaga de una araña muy venenosa
La picadura de la reclusa parda provoca las necrosis de los tejidos y en ocasiones puede llegar a ser mortal.
La existencia de una plaga de una araña muy venenosa ha creado una cierta preocupación entre los vecinos de Montequinto, alarmados por el hecho de que se hayan dado varios casos de picaduras en el barrio. La especie en cuestión es la araña parda reclusa, de origen estadounidense y considerada de las más peligrosas por el tipo de veneno que tiene. Tras la picadura, entre las cuatro y ocho horas posteriores, comienza un cuadro de intenso dolor, enrojecimiento de la piel y una necrosis de los tejidos. El riesgo aumenta en el caso de los alérgicos y de los niños.
El primer caso se dio en junio de 2012, según ha informado la plataforma por la mejora de Montequinto en un comunicado. Esta entidad comunicó el problema el 6 de noviembre de 2013 a través del registro general del Ayuntamiento de Dos Hermanas, al que se adjuntó un informe médico de un afectado. El 12 de noviembre se presentó una instancia en la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
Según la plataforma, una de las muestras recogidas se ha llevado al departamento de Entomología Aplicada de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla. Allí se confirmó que se trataba de la araña reclusa parda. El técnico especialista de salud pública del Ayuntamiento de Dos Hermanas ha visitado varias viviendas donde se han encontrado ejemplares de esta araña y las ha recogido. Los vecinos lamentan que, después de siete meses, aún no se haya fumigado ni se haya avisado a la población de la eclosión inminente de los huevos, que se produce en el periodo que va de mayo a septiembre.
Este periódico contactó con una de las personas que ha sufrido una picadura de esta araña, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y pasó varios días hospitalizado. Este vecino de Montequinto, que prefirió permanecer en el anonimato, expuso que en ningún momento se dio cuenta de que le había picado un insecto. "No es como la picadura de una avispa que inmediatamente sientes el dolor y te das cuenta de que te ha picado algo. En el caso de esta araña no es así. De lo primero que me di cuenta fue de que tenía un pequeño granito, pero no le di ninguna importancia, creí que era una rozadura", cuenta este afectado.
A las pocas horas se dio cuenta de que el grano iba creciendo y al día siguiente ya vio que aquello no era normal. "Iba cogiendo un aspecto oscuro, grisáceo, y creciendo, hasta que me di cuenta de que me estaba generando una necrosis". Fue al hospital, aún sin saber qué era lo que le había ocurrido, y allí fue atendido siguiendo un protocolo. "Seguramente haya bastantes más casos porque yo veía que me metían en Urgencias por delante de gente que estaba allí con lesiones aparentemente más graves que la mía". Un cirujano le limpió la necrosis y analizó la herida, que le mantuvo una semana en el hospital.
"Afortunadamente fue una herida superficial que no había llegado a afectar al riego sanguíneo, pero si se deja pasar más tiempo sí puede ser mucho más grave. El dolor que he sufrido es el más intenso que he padecido en toda mi vida. No puedes rozar con nada la zona afectada e incluso más de un mes después sigue doliendo con el tacto". El afectado explicó la dificultad de discernir en las primeras horas si se trata o no de una picadura de la araña. "Yo no sé dónde me ha picado, si en la calle, si en mi casa, si en el gimnasio o en la biblioteca... No he visto nunca a la araña físicamente".
La plataforma vecinal de Montequinto ha colocado carteles por el barrio en los que se describe cómo es la araña y en qué zonas de la casa suele criar. Asunción González, miembro de este colectivo, recordó que el Ayuntamiento de Dos Hermanas se ha mostrado dispuesto a fumigar las calles pero que en el interior de los edificios y zonas privadas han de ser las comunidades de propietarios quienes asuman las labores de limpieza y desinsectación.
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