La mujer asesinada en Alcolea fue asfixiada con cuerdas y una bolsa

María del Rosario Luna Barrera, la mujer asesinada a manos de su marido el pasado 16 de abril y hallada el viernes dentro de una maleta en Alcolea del Río murió asfixiada con varias cuerdas enrolladas en el cuello, según fuentes cercanas a la investigación. Se trata de la primera víctima por violencia machista en la provincia de Sevilla este año.

La mujer fue atacada por sorpresa por la espalda con el cordón de una bota, con el que su pareja, con el que convivía desde hacía 10 años y tenía una niña en común de nueve, la asfixió por el cuello hasta que perdió el conocimiento, tras lo cual murió. Luego, según señala Efe, para asegurarse de la muerte de su mujer, el detenido, Antonio G. G., usó dos cuerdas más, además de varias bolsas de plástico que le colocó en la cabeza. Más tarde, introdujo a María del Rosario en una maleta de gran tamaño, sin necesidad de descuartizarla, ya que medía 1,60 metros.

El agresor confesó el crimen el jueves por la tarde tras derrumbarse durante el registro de su casa por parte de la Guardia Civil. Tras confesar, se autolesionó, haciéndose un corte en el cuello, que obligó a su ingreso hospitalario en el Virgen Macarena, donde fue dado de alta ayer por la mañana. Actualmente, Antonio G. G. se encuentra en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Lora del Río y mañana lunes será puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lora del Río de violencia de género.

Según la Guardia Civil, no constan denuncias previas por parte de la víctima por malos tratos, pero desde el Ayuntamiento de Alcolea confirman que María del Rosario sí acudió al abogado de los servicios sociales municipales reclamando asesoramiento con la intención de separarse. "Decía que la pareja se había roto, que se había acabado y quería saber cómo podía separarse y que la custodia de la niña que tenían en común fuera para ella", comentó ayer a este periódico el alcalde de Alcolea del Río, Carlos López.

El regidor explicó que la víctima también había acudido a los servicios sociales municipales por problemas económicos, demandando ayuda del Banco de Alimentos y trabajo a través de los programas de emergencia social de la Diputación de Sevilla y la Junta de Andalucía, solicitud que los servicios sociales estaban estudiando.

Tanto la familia del detenido como la de la víctima residen en Sevilla y tampoco tenían conocimiento de que existiera problemas en la pareja. "Mi hermana nunca nos dijo que sufriera maltrato. Nunca nos imaginamos que esto pudiera ocurrir", comentó ayer Ángel Luna, hermano de la víctima. "Estamos destrozados, mis padres están destrozado". La familia de María del Rosario explica que era una mujer de 39 años ama de casa y muy pendiente y protectora de su hija. "Ahora están surgiendo los típicos rumores pero ella nunca nos dijo nada".

El cuerpo de la víctima continuaba ayer en el Anatómico Forense de Sevilla. La autopsia finalizó al mediodía pero la familia aún no sabe cuándo podrán enterrar a María del Rosario. "Estamos a la espera de que nos dé permiso el juez de Lora del Río. Todo está bajo secreto de sumario", aclaró Ángel Luna.

La familia no supo de la desaparición de la mujer hasta una semana después del crimen, durante la comunión de la hija de 9 años que la pareja tenía en común. "Fuimos a la comunión y vimos que ella no estaba, no sabíamos qué había pasado", afirmó el hermano de María del Rosario. Antonio G. G. aseguraba que ella había abandonado el hogar familiar, que ya lo había hecho en otras ocasiones, y que se había marchado con un hombre de Granada que había conocido a través de Facebook. Al no convencerle las explicaciones de Antonio G. G., la familia decidió poner una denuncia por desaparición.

"La familia de ella fue la que se movilizó, él estaba muy tranquilo, decía que se había marchado de manera voluntaria, que había conocido a uno de Granada", indica una vecina en la misma calle donde se encuentra el domicilio de la pareja, en Alcolea del Río, que la Guardia Civil aún ayer seguía registrando. "Esto es un pueblo y nos conocemos todos. Ella nunca protagonizó un escándalo. Nunca le levantaron los pies del suelo en el pueblo", añadió indignada otra mujer. Los vecinos de la pareja coinciden al afirmar, como ocurre en mucho de estos casos, que se trataba "de un hombre prudente", "de buena familia" y con un hermano Guardia Civil, aunque "se socializaban poco" y "la puerta de su casa siempre estaba cerrada".

El cuerpo fue hallado el viernes en el interior de una maleta en un paraje conocido como Calera El Mochilón con la ayuda de perros adiestrados, en el cauce seco de un arroyo. Se trata de una zona de cultivo de melocotones, naranjas y olivos, principalmente. José Antonio, guarda de seguridad de esta zona por las noches, reconoce que se trata de un lugar de difícil acceso. "Tuvo que enterrarla a la luz del día. Un coche normal no puede bajar hasta el cauce, hay que hacerlo andando", explica el guarda. "He pasado muchas veces por ahí. Allí hay cabras y cultivos, y nunca vi nada. Aún no puedo creerme que allí hubiera un cuerpo enterrado, a mis pies".

Según las primeras investigaciones, el detenido no cuenta con una coartada fiable entre las seis y las nueve de la tarde del 16 de abril, momento en el que pudo producirse el crimen. Antonio G. G. manifestó que durante ese periodo de tiempo estuvo con unos amigos pero estos negaron a la Policía Local de Alcolea del Río que fuera cierto, tal como adelantó ayer este periódico. Los amigos del detenido aseguraron que Antonio G. G. dejó a su hija de 9 años con ellos a las seis y cuarto de la tarde y que no regresó hasta las nueve de la noche.

El Ayuntamiento ha convocado una concentración para mañana contra la violencia machista y ha decretado un día de luto. Además, se han suspendido los cohetes previstos para estos días, víspera de las fiestas del pueblo.