Absueltos los tres alumnos acusados de "bullying" a un compañero homosexual
Los hechos, que acontecieron en el instituto 'Caura' de Coria del Río, fueron denunciados en 2005 y enjuiciados en 2008.
El juzgado de Menores de Sevilla ha absuelto a tres alumnos de un instituto de Coria del Río que fueron juzgados por "bullying" o acoso escolar a un compañero de 16 años que había manifestado públicamente su homosexualidad.
La sentencia del Juzgado de Menores 1 absuelve a los tres chicos por falta de pruebas de que fueran ellos los autores de las frases injuriosas y precisa que el propio denunciante "tampoco usaba un lenguaje correcto" e insultaba a sus compañeros llamándoles "maricón reprimido".
Los tres jóvenes se han visto libres así de los seis meses de trabajos comunitarios que pidió para ellos la Fiscalía de Menores, que les imputó un acoso que, presuntamente, obligó al denunciante a dejar el instituto "Caura" de Coria del Río y le llevó a varios intentos de suicidio y a un estado "depresivo y violento".
La denuncia fue presentada por la madre del menor ante la Guardia Civil en enero de 2005, cuando afirmó que su hijo se había visto obligado a dejar las clases tras expresar públicamente su homosexualidad al comienzo del curso.
El juicio por estos hechos se celebró en octubre de 2008 y la sentencia lleva fecha del 15 de octubre de 2009, con la peculiaridad de que el denunciante, antes conocido con un nombre de varón, ahora es citado con uno femenino.
Los tres acusados estuvieron defendidos por el letrado Germán Amaya Antón, quien ha asegurado que la sentencia es "ejemplar y está muy bien razonada jurídicamente".
Explica el juez que los testimonios aportados no han permitido atribuir a los tres acusados el trato degradante, pues el propio denunciante dijo en el juicio que la supuesta prohibición de que entrara en el baño de los chicos, obligándole a usar el de las chicas, era obra de "un grupo de chavales mayores a los que conocía de vista pero que no puede identificar".
Incidentes concretos en el patio, con "comentarios hirientes" sobre su condición sexual, se las atribuyó a otros dos jóvenes no enjuiciados y las amenazas de muerte las puso en boca de otros tres chicos no enjuiciados, añade el juez.
Otro incidente en la clase de gimnasia, cuando un joven dijo que "el no hacía ejercicios con un maricón", fueron puestas en boca de un chico no procesado y lo mismo ocurrió con unas amenazas recibidas por correo electrónico.
Junto a ello, dice el juez que el profesor de Educación Física, el tutor de la clase de Tercero de ESO y el director del instituto no oyeron las expresiones insultantes y se enteraron del presunto acoso cuando fue denunciado y se celebraron reuniones en el centro educativo.
Asegura la sentencia que el propio denunciado provocaba a sus compañeros con insultos homófobos, y que su compañero de pupitre "dejó de sentarse con él porque no le gustaba que se dirigiese a él con expresiones de este tipo.
La sentencia cita otros "aspectos problemáticos de la personalidad del perjudicado" como "su propio conflicto personal en materia sexual, su posible hiperactividad o los problemas derivados de la separación de sus progenitores".
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