La tribuna
Javier González-Cotta
El Grinch y el Niño Dios
La tribuna
El gas natural se ha convertido en noticioso, ya sea porque su precio comenzó a aumentar a finales del verano pasado, por el difícil reemplazo del suministro ruso, por ser aceptado como energía de transición por la CE, por su influencia en la formación del precio de la electricidad, etc. Y en el caso español por dos causas adicionales: la suspensión operativa del gasoducto del Magreb (Tarifa) por decisión argelina y la actual incertidumbre derivada de una delicada relación diplomática con Argelia, nuestro principal e histórico suministrador de gas.
No se espera una interrupción del suministro, ni este ha disminuido, aunque sí hemos intensificado las compras de GNL para compensar la citada suspensión, lo cual está dando lugar a comparaciones quizá imprecisas. Se ha anunciado una revisión al alza del precio para España, mientras que la variación será moderada para los restantes clientes. Los contratos se firman entre empresas (Naturgy y Sonatrach, 100% pública) y se establecen a largo plazo (hasta 2032 el actual). En esencia, tienen dos componentes: cantidad, con una cláusula take or pay (tomarlo o pagarlo), y precio, indexado con una referencia de mercado. La curva de precios se revisa cada tres años y comenzó a negociarse a finales de 2021. Es posible que el contrato contemplase la posibilidad de suspensión del suministro a través de Marruecos (1/11/2021) dado que no se reclamado. Lo que sí está establecido es la prohibición de venta de gas a terceros países, lo cual es el fundamento de la negativa al envío de gas a Marruecos desde España. Se está estudiando la forma de garantizar un origen distinto, pero esto tiene complejidades técnicas y no basta con que Marruecos adquiera GNL en el mercado internacional y este se regasifique y se expida desde una planta española. Incluso, aventuro, esto podría incomodar al Gobierno argelino, ya que reduciría el impacto de su sanción al mero importe de los peajes de paso por territorio marroquí, cuando lo importante es el gas en sí mismo: de este dependía el 12% de la producción eléctrica de Marruecos. Este país carece de la infraestructura para utilizar GNL, aunque ya se estudia la construcción de una planta en el puerto de Mohammédia, cerca de Casablanca.
Se anunció que se intensificaría el suministro a España mediante el gasoducto MezGaz (Almería), y así ha sucedido. Su capacidad técnica firme se amplió en 2021 y se utiliza intensamente: más del 85% en promedio diario, pero lo cierto es que no compensa el gasoducto del Magreb (un 31% más de capacidad). De hecho, el volumen de gas recibido por gasoducto desde el 1/11/21 hasta el 14/06/22 es solo el 60% respecto al mismo periodo en 2020-2021, y la causa no es que se envíe más gas a Italia (ENTSOG).
El reemplazo del gas canalizado argelino por GNL de otras procedencias tiene un inevitable aumento de coste. Argelia, de donde también recibimos gas licuado, es nuestro suministrador más barato con la excepción de Catar y con una diferencia apreciable: un 37% menos en los cuatro primeros meses de este año (Datacomex). Es un acierto cuidar la relación diplomática con este país, porque ha sido nuestro quinto suministrador de GNL en 2021; Argelia ha sido el cuarto (la lista incluye a Rusia…).
Este aumento de coste se debe, sobre todo, al coste de licuefacción y a un aumento de la demanda de GNL (p. ej. Alemania ha contratado 4 plantas flotantes de regasificación). El flete tiene un impacto minúsculo en el precio final, pero sí es limitada la flota mundial de metaneros: unos 600 buques. Por otra parte, España dispone de una gran capacidad de regasificación, de forma que no hay restricción por esta causa. De hecho, estamos exportando un apreciable volumen de gas a Francia.
Finalmente, la reciente Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo señala que Italia es el país elegido para el suministro desde el sur. Y no es porque sean mejores cabilderos que nosotros, sino por sus conexiones con Europa Central, por la capacidad de utilizar más intensamente los dos gasoductos que la unen a Argelia (y ENI es el socio estratégico de Sonatrach en el desarrollo de nuevos yacimientos) y porque está prevista la construcción del gasoducto Trans Adriático (gas desde Azerbayán). Sí se contempla utilizar la capacidad regasificadora de España mediante un gasoducto España-Italia actualmente en estudio. MidCat (Pirineo Oriental) no se contempla porque la conexión Francia-Europa Central es limitada. En todo caso, ya se verá cuando haya que transportar H2 verde, y esto está bastante lejos todavía.
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