La tribuna
Javier González-Cotta
El Grinch y el Niño Dios
La tribuna
La región política del Sahel, definida por la estrategia integrada de las Naciones Unidas para el Sahel (UNISS), que comprende 10 Naciones (Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria), es conocida como la nueva frontera sur de Europa. Una región en la que la debilidad de los Estados que la integran y el subdesarrollo económico son algunos de los factores clave que propician la actividad de organizaciones yihadistas que, entremezcladas con redes de delincuencia organizada, hacen que sea uno de los principales focos de amenazas para la seguridad de Europa en general y nuestra Nación en particular, y cuya situación de inestabilidad se ha agravado tras los golpes de estado en Mali (2020 y 2021), Burkina Faso (2022), Guinea (2021) y en Níger (2023).
Pero a pesar de la importancia para la seguridad del flanco sur de la Unión Europea y de la necesidad de una presencia activa en esta región, las Naciones de la UE, hasta el día de hoy, no han logrado llegar a un acuerdo sobre la continuidad de la misión militar de la UE en Malí (EUTM-Malí) más allá del 18 de mayo de este año, fecha de expiración del mandato actual. Francia ha dejado clara su negativa a prorrogar el mandato de la operación iniciada en 2013, hecho que determinará su conclusión definitiva ya que se necesita la unanimidad para continuarla.
La EUTM-Malí está proporcionando al Ejército maliense entrenamiento militar y asesoramiento en las cadenas de mando y control, logística y gestión de recursos humanos, junto con derecho internacional humanitario. La retirada de los instructores europeos de Mali supondría el fin de la presencia militar de la UE en esta región en la que se está produciendo un resurgimiento del terrorismo yihadista y una fuerte expansión de las redes de tráfico de armas, drogas e inmigrantes.
En la actualidad, la UE tiene activadas misiones militares en Mali (EUTM y EUMCAP) y Níger (EUMCAP), en tanto nuestra Nación contribuye a estas misiones europeas con presencia en la EUTM-Malí y con misiones nacionales en Senegal (de apoyo a Malí) y Golfo de Guinea (presencia marítima).
La EUTM-Malí se puso en marcha en 2013 como respuesta a la petición de apoyo internacional por parte de las autoridades malienses para frenar el movimiento rebelde de los tuareg que querían imponer la sharia en el norte del país. Actualmente participan en ella ocho países europeos: Portugal, Rumanía, Austria, Finlandia, Hungría, Bélgica y Lituania con un total de 160 efectivos, de los cuales 135 son españoles.
Es innegable que el origen de esta misión fue consecuencia de la caída del régimen de Gadafi en Libia en 2011, que tuvo importantes repercusiones en el entorno del Sahel, resultando en el alzamiento en Malí de grupos separatistas tuareg en 2012 en la zona de Azawad, en la proliferación de importantes grupos yihadistas, o en la desintegración del ejército maliense.
Las sucesivas operaciones militares lanzadas por las fuerzas armadas francesas Serval (2013) y Barkhane (2014-22), no lograron sus objetivos, y el realineamiento hacia Rusia del gobierno militar que asumió el poder tras el segundo golpe de estado, y que llenó con mercenarios del grupo Wagner el vacío que dejó la retirada de la mitad de las fuerzas francesas con el fin de la operación Barkhane, ha forzado a Francia a reorientar su estrategia en el Sahel. El interés no sólo de Rusia, sino también de China, es evidente dadas las importantes reservas de minerales como el uranio y el oro que hay en esta región.
Este cambio de alineamiento maliense hacia Rusia afecta indudablemente a la EUTM-Mali. Pero se prorrogue o no su continuidad, la presencia de la UE, con la participación activa de nuestras fuerzas armadas en el Sahel, debería no sólo mantenerse sino reforzarse, puesto que la desbocada inmigración ilegal y la expansión del narcotráfico, que afectan sensiblemente a nuestra Seguridad Nacional, tienen su origen en esta área de África.
La situación actual de la guerra ruso-ucraniana, que afecta al flanco este de la UE, la guerra Hamas-Israel, que se ha convertido en un polvorín a punto de hacer estallar Oriente Próximo, los ataques al comercio internacional lanzados por los hutíes yemenís y la sombra de Irán detrás de Hamas y hutíes, no deben hacernos olvidar que nuestra nación está en primera línea del flanco sur de la UE, y la estabilidad del Sahel es clave para nuestra seguridad.
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