La tribuna
Eva Díaz Pérez
El sol andaluz de Gerald Brenan
La tribuna
Con ocasión de un partido de fútbol en Bilbao, los exaltados forofos bilbaínos y los violentos seguidores del club ruso, Spartak de Moscú, mantuvieron a la finalización del partido que enfrentó a ambos equipos una batalla campal en los aledaños del estadio del equipo vasco. Como ocurre en estos casos, las autoridades responsables de la seguridad ciudadana descuidaron la prevención para centrase en la represión. Los medios de comunicación advirtieron con anterioridad al encuentro sobre la violencia con la que se prodigaban los rusos, que llegaron en avión desde la capital moscovita, no para animar a su equipo, sino para destrozar todo lo que se encontraran a su paso antes y después del partido. Pues a pesar de esa advertencia, los ultras aterrizaron en Bilbao sin que se les prohibiera la entrada por sus antecedentes criminales.
Y como era de esperar, la violencia apareció. Y cuando más encarnecida estaba la batalla campal, un policía vasco murió víctima de un infarto, producto de la tensión y de la ansiedad que deben soportar quienes tienen que tratar de mantener el orden público.
Posteriormente a este lamentable suceso, en Madrid, en el barrio de Lavapiés, un ciudadano africano, residente en España pero que tuvo la mala suerte de nacer en la orilla equivocada del Mediterráneo, murió cuando fracasó su organismo por causas, tal vez, similares a las del ertzaina.
Pienso que la mayoría de la sociedad española sintió el mismo mal sabor ante la muerte injusta de uno y otro, salvo aquellos que poseídos de la verdad absoluta decidieron que la vida del mantero valía más que la del policía. Esos poseídos dijeron a propósito de la muerte del africano lo que no tuvieron el coraje ni el sentimiento de decir cuando la muerte del policía. Probablemente, porque albergan en su cerebro la herencia que recibieron de quienes sí lucharon contra la policía franquista, pero sin que se percaten de que Franco murió y que no vale ahora simular en democracia lo que no quisieron o no pudieron hacer en la dictadura. Ertzaina y manteros vistos a través distintos cristales.
El pasado 1 de octubre, con motivo del intento de realizar un referéndum en Cataluña, la pasividad de los Mozos de Escuadra obligó a la Guardia Civil a tratar de impedir lo que los tribunales de Justicia habían dictaminado como ilegal. Las imágenes televisivas desprestigiaron a la democracia española, según el análisis que realizaron aquellos que siguen pensando que la Policía española actual es calco de la Policía franquista y que el espectáculo de guardias civiles golpeando a ciudadanos es patrimonio exclusivo de España. Seguramente no han visto actuar a las policías del resto de los países de nuestro entorno. Y tampoco han visto la represión de los Mozos ante los actos de los denominados Comités de Defensa de la República. Dos policías vistas desde distintos cristales.
En Francia, el pasado 23 de marzo, se produjo un atentado terrorista en Carcasona y Trèbes: 15 heridos y 5 muertos. Un político del partido La Francia Insumisa lanzó mensajes insultantes, razón por la que fue detenido, juzgado y condenado por apología del terrorismo. Desde que envió los mensajes hasta que fue condenado por la Justicia francesa a un año de cárcel ¡transcurrieron cuatro días! ¿Qué dijo? "Aquí es un coronel el que muerde el polvo". También, la activista vegana fue condenada a siete meses de prisión por escribir un mensaje en Facebook manifestando su "cero compasión" por la muerte de un carnicero que falleció por disparos del terrorista. Y añadió: "¿Así que os choca que un asesino se haga matar por un terrorista? Pues a mí no". ¡Habían pasado seis días desde el atentado y la condena de la francesa! Franceses y partidos, de izquierda y de derecha, estuvieron de acuerdo con las dos condenas.
En España, el Tribunal Supremo condenó el pasado día 19 de enero a César Strawberry, por los tuits en los que ironizaba con la vuelta de los Grapo y ETA. ¿Qué decían esos mensajes? "El fascismo sin complejos de Aguirre me hace añorar hasta los Grapo". "A Ortega Lara habría que secuestrarle ahora". "Street Fighter, edición post-ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina". Los mensajes datan de los años 2013 y 2014. ¡Desde su emisión hasta su condena han pasado cinco años! La Audiencia Nacional lo había absuelto, y hay partidos que defienden que ante expresiones execrables debemos responder sin necesidad de recurrir al Derecho. Por menos, en Francia no se vulnera el derecho a la libertad de expresión. Por más, en España los hay que sostienen lo contrario. Será que en Francia llevan tres siglos practicándolo y aquí lo acabamos se estrenar.
Dependiendo del cristal con que se mira.
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